El Parlamento del Reino Unido da luz verde a la tramitaci¨®n de una ley de eutanasia
El primer ministro, Keir Starmer, ha dado su respaldo a la medida, pero ha permitido libertad de voto a los miembros de su Gobierno. El debate ha dividido a pol¨ªticos y ciudadanos
La C¨¢mara de los Comunes del Reino Unido ha dado su respaldo a la tramitaci¨®n de una ley de eutanasia, reclamada desde hace m¨¢s de una d¨¦cada por un amplio sector de la sociedad brit¨¢nica. Como muestra de la sensibilidad del asunto, cuando el presidente (speaker) de la C¨¢mara, Lindsay Hoyle, ha anunciado el resultado de la votaci¨®n ¡ª330 diputados a favor frente a 275 en contra¡ª apenas se ha o¨ªdo alg¨²n suspiro de alivio en los esca?os. Ninguno de los gritos de entusiasmo o rechazo que suelen ...
La C¨¢mara de los Comunes del Reino Unido ha dado su respaldo a la tramitaci¨®n de una ley de eutanasia, reclamada desde hace m¨¢s de una d¨¦cada por un amplio sector de la sociedad brit¨¢nica. Como muestra de la sensibilidad del asunto, cuando el presidente (speaker) de la C¨¢mara, Lindsay Hoyle, ha anunciado el resultado de la votaci¨®n ¡ª330 diputados a favor frente a 275 en contra¡ª apenas se ha o¨ªdo alg¨²n suspiro de alivio en los esca?os. Ninguno de los gritos de entusiasmo o rechazo que suelen escucharse en el Parlamento brit¨¢nico al t¨¦rmino de una votaci¨®n relevante.
En esta ocasi¨®n, los abrazos y muestras de alegr¨ªa o decepci¨®n se han producido en Parliament Square, la plaza aleda?a al palacio de Westminster, donde partidarios y detractores de la ley se hab¨ªan congregado para conocer la decisi¨®n de los diputados.
El primer ministro, Keir Starmer, ha votado a favor de la tramitaci¨®n de una proposici¨®n que todav¨ªa deber¨¢ superar un largo proceso parlamentario y ser sometida a nuevas enmiendas. Pero, del mismo modo, Starmer no ha querido imponer disciplina parlamentaria, consciente de que un asunto tan sensible genera divisi¨®n entre los propios miembros de su Gobierno.
Un total de seis ministros, incluida la viceprimera ministra, Angela Rayner, han votado en contra de la medida. 147 diputados laboristas han expresado su rechazo a la propuesta, frente a 234 que la han apoyado.
El ministro de Exteriores, David Lammy, que nunca ha ocultado su profunda religiosidad, ha sido de los que se ha opuesto a la ley: ¡°Cuando pienso en el final de una vida, pienso en mi madre¡±, ha explicado Lammy en un comunicado. ¡°Como muchas otras personas de clase trabajadora, su diagn¨®stico final no le hizo pensar en la muerte sino en la carga financiera que iba a suponer para sus familiares. En sus meses finales atesor¨® todos los momentos que pas¨® con nosotros. Me preocupa que, de haber tenido la opci¨®n de la eutanasia, se habr¨ªa visto presionada para tomar esa decisi¨®n¡±, ha se?alado el ministro.
Sin embargo, el ex primer ministro Rishi Sunak ha sido uno de los 23 diputados conservadores que ha dado su respaldo a la tramitaci¨®n del proyecto de ley. ¡°Creo que, en la medida de lo posible, debemos evitar el sufrimiento. Y s¨¦, despu¨¦s de hablar y escuchar a muchos de vosotros, que mucha gente ha tenido que morir a trav¨¦s de procesos dolorosos y traum¨¢ticos. Estas historias personales y conmovedoras me han impactado profundamente¡±, ha explicado Sunak a los votantes de su circunscripci¨®n en un emotivo texto.
Una ley muy garantista
La Ley para el Final de la Vida de los Adultos Enfermos Terminales, que ha sido introducida en el Parlamento e impulsada a tr¨¢mite por la diputada laborista Kim Leadbeater, es muy restrictiva y garantista en sus t¨¦rminos.
Podr¨¢n acogerse a ellas las personas mayores de 18 a?os, residentes en Inglaterra o Gales (Escocia est¨¢ debatiendo su propia tramitaci¨®n legislativa). Para ello, deber¨¢n acreditar que han sido atendidas, y estaban registradas, en la consulta de un m¨¦dico de familia.
Para poder usar la ley, los enfermos terminales deber¨¢n tener un diagn¨®stico de menos de seis meses de vida. Deber¨¢n expresar su voluntad de poner fin a su vida en dos declaraciones, con un margen de tiempo entre ellas. Dos m¨¦dicos deber¨¢n corroborar el diagn¨®stico, con siete d¨ªas de diferencia entre sus declaraciones.
Finlmente, un juez del Tribunal Superior de Inglaterra deber¨¢ dar luz verde a todo el proceso en un plazo m¨¢ximo de catorce d¨ªas. De ser as¨ª, se suministrar¨¢ al paciente las drogas necesarias, para que la persona la tome ellas misma.
La pena ser¨¢ de catorce a?os para todo aquel que coaccione a un enfermo para que se acoja a la nueva ley.