La Fiscal¨ªa italiana presenta un escrito de procesamiento contra el ex de Juana Rivas como presunto autor de un delito de maltrato a sus hijos

El caso Juana Rivas, la madre de Maracena (Granada) que en el verano de 2017 se neg¨® a entregar a sus dos hijos, entonces menores de edad y que estaban pasando las vacaciones con ella en Espa?a, a su padre, Francesco Arcuri, que viv¨ªa en Italia, ha dado un nuevo giro judicial ¡ªel en¨¦simo¨D, en este caso en los tribunales italianos. La Fiscal¨ªa de Cagliari ha decidido procesar a Arcuri por ser el presunto autor de un delito de malos tratos a los ni?os, uno de los cuales, el peque?o, Daniel, de 10 a?os, vive actualmente con ¨¦l. Paralelamente, sigue pendiente que un tribunal de Cagliari revise la sentencia que en marzo de 2023 orden¨® que cada uno de los hijos quedara bajo la custodia de cada uno de los progenitores. El mayor, Gabriel, que ya tiene 18 a?os y vive con Juana en Maracena desde 2022, ha remitido una carta al Ministerio P¨²blico italiano advirtiendo del riesgo en el que se encuentra su hermano, que reside con Arcuri. ¡°Conozco a mi padre y s¨¦ que no es capaz de controlar su impulsividad y su ira. Mi hermano est¨¢ en gran peligro¡±, dice el escrito facilitado por los abogados de Rivas.

De acuerdo con la Fiscal¨ªa de Cagliari, que lleva investigando la denuncia por malos tratos desde 2022, Arcuri ser¨ªa el presunto autor de un delito de maltrato en el ¨¢mbito familiar, tipificado en el art¨ªculo 572. 1 y 2 del C¨®digo Penal italiano, y de lesiones con secuelas f¨ªsicas o psicol¨®gicas, recogido en el art¨ªculo 582. Por ¡°haber maltratado a sus hijos menores, someti¨¦ndolos habitualmente a violencia f¨ªsica, vejaciones, injurias y amenazas, generando en ellos graves estados de ansiedad y temor por su seguridad¡±, un hecho ¡°agravado por afectar a menores¡±. En declaraciones a Europa Press, la representaci¨®n legal en Espa?a de Francesco Arcuri afirma que la justicia italiana no le ha notificado ¡°absolutamente nada¡± y ha negado ¡°firmemente¡± las acusaciones de maltrato.

En el escrito, facilitado por los representantes de Rivas, describe una sucesi¨®n de conductas violentas como ¡°golpes en la cabeza, bofetadas¡±, empujones ¡°contra la pared, o tir¨¢ndoles con fuerza al suelo, estrangulando su cuello con las manos hasta impedir la respiraci¨®n¡±. Agresiones verbales: ¡°Les insultaba dici¨¦ndoles que eran gusanos asquerosos como su madre, que no val¨ªan nada, les llamaba hijos de puta¡±. Castigos: ¡°Como encerrarlos durante horas en una habitaci¨®n sin comida y obligarlos a dormir en el suelo¡±, o amenazas y acosos como impedir ¡°que hablaran con su madre por tel¨¦fono y comport¨¢ndose de manera violenta y ofensiva cuando ped¨ªan hablar con su madre¡±.

Esas conductas, contin¨²a el escrito de la Fiscal¨ªa, se tradujeron en un ¡°trauma contusivo en la mu?eca derecha¡±, causada a Gabriel, ¡°esquimosis¡± y ¡°moraduras¡± en las piernas, rodillas, tibia o espalda, provoc¨¢ndole ¡°leve lumbalgia y podalgia izquierda¡±, todas contrastadas con informes m¨¦dicos. Los hechos se circunscriben desde ¡°el 6 de febrero de 2019 hasta junio de 2022 hacia Gabriel (fecha en la que se concede la custodia a la madre) y al menos hasta enero de 2023 hacia Daniel¡±, de acuerdo con el documento.

Esta imputaci¨®n es la primera causa penal que se sigue con Arcuri en Italia. Las primeras denuncias interpuestas por Rivas datan de febrero de 2019, pero fueron archivadas. ¡°Se solicit¨® la revocaci¨®n del fiscal y en mayo de 2022 se volvi¨® a reabrir la investigaci¨®n¡±, explica a este diario Paqui Granados, una de las asesoras que ha acompa?ado desde el principio a Rivas.

Tambi¨¦n en Italia sigue pendiente la repetici¨®n del juicio ordenada por el Tribunal Supremo de ese pa¨ªs el pasado mes de abril, en el que atend¨ªa el recurso de casaci¨®n presentado por Rivas contra el Tribunal de Apelaci¨®n de Cagliari que, en marzo de 2023, deneg¨® la custodia del hijo peque?o a su madre. Los magistrados entendieron que esa sentencia no era razonable porque no se consider¨® las consecuencias de ¡°la interrupci¨®n del v¨ªnculo¡± entre los hermanos ni el inter¨¦s superior del menor. La defensa de la maracenera denuncia que ese proceso sigue estancado. ¡°No puede juzgarlo la misma sala de Familia que dict¨® la anterior sentencia, pero como en los juzgados de Cagliari no hay otra, lo est¨¢ llevando la sala de lo Mercantil, sin conocimiento en materia de Derecho de Familia¡±, asegura Granados.

Ante esta coyuntura, los representantes de Rivas han hecho un llamamiento para que se adopten las medidas necesarias para garantizar la protecci¨®n de Daniel, que ahora tiene 10 a?os y sigue viviendo con su padre. ¡°Este equipo jur¨ªdico quiere manifestar su m¨¢xima preocupaci¨®n ante el hecho de que un menor se vea obligado a seguir viviendo con su padre tras la existencia de un proceso penal abierto por maltratarle y, en cuya instrucci¨®n, se ha concluido que hay pruebas m¨¢s que suficientes para imputarlo y, proceder, por tanto, a la apertura de juicio penal contra ¨¦l¡±, indican en un comunicado trasladado a los medios. ¡°Hemos transmitido esta petici¨®n y se ha pedido la protecci¨®n por todas las v¨ªas procesales, tambi¨¦n a la Fiscal¨ªa espa?ola. Hay mecanismos de coordinaci¨®n internacionales y europeos para impulsar su llegada a Espa?a¡±, indica Granados.

Secuelas psicol¨®gicas

En ese contexto de intranquilidad por la seguridad de Daniel se enmarca la carta, fechada el pasado 10 de octubre, que ha remitido su hermano mayor a la Fiscal¨ªa italiana. En ella relata las secuelas psicol¨®gicas que est¨¢ sufriendo por consecuencia del maltrato de su padre ¡ª¡±el da?o que me ha hecho es incalculable, porque no existe unidad de medida posible para ello¡±, reconoce¡ª, y muestra su remordimiento por haber dejado a su hermano peque?o con su padre ¡°sin ninguna referencia o figura que pudiera ayudarlo y protegerlo de la violencia que mi padre ejerc¨ªa sobre ¨¦l y que yo mismo he vivido en mi piel¡±.

Gabriel recuerda c¨®mo cuando su hermano se despertaba por las noches llorando y reclamando a su madre, ¡°mi padre lo tiraba de la cama al suelo, lo arrastraba por las escaleras, golpe¨¢ndolo en cada ¨¢ngulo, lo encerraba en una habitaci¨®n con la llave echada¡­¡±. Indica c¨®mo ¨¦l siempre ha contado todas las agresiones ante la Fiscal¨ªa, los m¨¦dicos, los psic¨®logos, los jueces y se pregunta c¨®mo no se han ¡°adoptado ninguna medida frente a lo que est¨¢ viviendo¡±. ¡°Como si no tuvierais suficientes pruebas¡±, reprocha al Ministerio P¨²blico italiano.

El mayor de los hijos de Rivas recalca c¨®mo este verano, despu¨¦s de m¨¢s de un a?o y medio sin ver a Daniel, pudo estar con ¨¦l 18 d¨ªas en los que le transmiti¨® ¡°el gran miedo y dolor que tiene a causa¡± de su padre y de su abogado. ¡°Conozco a mi padre y s¨¦ que no es capaz de controlar su impulsividad y su ira. Mi hermano est¨¢ en gran peligro¡±, alerta. ¡°Os pido ayuda, en una semana, en un mes, en un a?o, podr¨ªa ocurrir cualquier cosa y no quiero que dej¨¦is pasar por alto esto¡±, reclama y concluye: ¡°Soy la voz que mi hermano ha perdido¡±.

Gabriel reitera ese mismo miedo en un v¨ªdeo que tambi¨¦n han difundido los representantes legales de Rivas: ¡°?l vive con un maltratador a su lado, tiene miedo de expresar esas cosas porque sabe que su padre puede enterarse de esa cosas y amenazarlo. ?l se siente en riesgo de muerte. Yo me he sentido as¨ª y mi reflejo lo veo en ¨¦l¡±.

Juana Rivas fue condenada a cinco a?os de prisi¨®n por dos delitos de sustracci¨®n de menores, aunque el Tribunal Supremo de Espa?a estim¨® parcialmente el recurso y le rebaj¨® la pena a la mitad al considerar que, aunque fueron dos los menores sustra¨ªdos, cometi¨® un ¨²nico delito. Los hechos tuvieron lugar en el verano de 2017, cuando Rivas estuvo un mes en paradero desconocido con sus hijos para no entregarlos al padre con el argumento de protegerlos de Arcuri, quien en 2009 fue condenado por lesionarla y al que ella volvi¨® a denunciar por maltrato en 2016. En julio de 2022, el Supremo concedi¨® un indulto parcial a Rivas que conmut¨® su condena firme por 180 d¨ªas de trabajos en beneficio de la comunidad y la obligaci¨®n de realizar un curso de parentalidad positiva, medida de gracia que no eliminaba sus antecedentes en la justicia italiana.

¡°Se ha demostrado que en Italia no estaban actuando¡±, indica Granados al hilo de la petici¨®n de procesamiento de Arcuri, que tampoco olvida la situaci¨®n que Rivas ha vivido en Espa?a: ¡±Aqu¨ª miraron para otro lado, acus¨¢ndola de ser una manipuladora¡±.