?Harto de series, ejercicio y cocina? Prueba a divertirte con tu basura
Rollos de papel higi¨¦nico, c¨¢psulas de caf¨¦ y revistas antiguas sirven para crear juegos de mesa, adornos y juguetes y, a la vez, matar un rato durante el estado de alarma
Quien saque un rato durante el confinamiento puede convertir algunos residuos en nuevos objetos para la casa, bien para darles una utilidad, bien como decoraci¨®n o juguete. Es lo que en ingl¨¦s se llama upcycling y que en Espa?a se ha traducido como suprarreciclaje. Ejemplo que viene a la cabeza de primeras: convertir una botella de agua en una pesa para hacer ejercicio. Ejemplo complejo: construir con el cilindro de cart¨®n de los rollos de papel un frutero como el que sugiere Handbox, una web cargada de tutoriales para llevar a cabo estas manualidades.
La oportunidad est¨¢ ah¨ª par...
Quien saque un rato durante el confinamiento puede convertir algunos residuos en nuevos objetos para la casa, bien para darles una utilidad, bien como decoraci¨®n o juguete. Es lo que en ingl¨¦s se llama upcycling y que en Espa?a se ha traducido como suprarreciclaje. Ejemplo que viene a la cabeza de primeras: convertir una botella de agua en una pesa para hacer ejercicio. Ejemplo complejo: construir con el cilindro de cart¨®n de los rollos de papel un frutero como el que sugiere Handbox, una web cargada de tutoriales para llevar a cabo estas manualidades.
La oportunidad est¨¢ ah¨ª para los que jam¨¢s pensaron en reutilizar una lata de berberechos y para los que son cum laude en el aprovechamiento de materiales. Sobra decir a qu¨¦ categor¨ªa pertenece Carlos Montalb¨¢n, al que sus amigos le llaman con bastante tino el chamarilero. Donde un ciudadano medio ve un madero astillado, ¨¦l ve una mesa de dise?o. Donde otro ciudadano medio ve un candelabro abandonado, ¨¦l ve una l¨¢mpara de pie para el sal¨®n. Como si su cerebro tuviera realidad aumentada incorporada, esa tecnolog¨ªa que iba a servir para ver muebles proyectados en el sal¨®n de casa.
Un parch¨ªs casero
Montalb¨¢n, de 34 a?os, lamenta no haber comprado a tiempo lijas y pintura especial para restaurar un mueble que se encontr¨® en la calle el mes pasado. En estos d¨ªas de encierro ha tenido, no obstante, una idea muy buena: hacer un parch¨ªs de la nada. Gran coleccionista de revistas ¨C¡°En casa de mis padres puedo tener f¨¢cilmente 200 y otras tantas en mi casa¡±, asegura¨C, no dud¨® en sacrificar alg¨²n ejemplar para elaborar el juego de mesa. Las casillas est¨¢n hechas a partir de recortes de los cuatro colores cl¨¢sicos que aparecen en este entretenimiento espa?ol, una adaptaci¨®n de un juego indio. ¡°Hay quien se descarga apps, pero no es lo mismo. Es mucho m¨¢s divertido un juego de mesa f¨ªsico¡±, resume este licenciado en Bellas Artes y director de arte.
Montalb¨¢n y sus dos compa?eros de piso tardaron tanto en hacer el parch¨ªs como lo que dur¨® la partida, tres horas. ¡°Sergio quer¨ªa empezar a jugar r¨¢pido. Pero lo guay es entretenerse en crearlo¡±, afirma. ¡°Este juego vicia mucho. No nos acord¨¢bamos de algunas reglas, tuvimos que mirar en Internet¡±, reconoce. Preguntado por las cosas que reutiliza de la calle, responde: ¡°Encuentro lo mismo que el resto. Simplemente se trata de tener la capacidad de ver en tu mente el resultado final¡±. Un d¨ªa apareci¨® por casa con una columna de cart¨®n piedra de dos metros. ¡°La gente me dec¨ªa que para qu¨¦ la quer¨ªa. ?Para qu¨¦ la voy a querer? Para nada, para ponerla en el sal¨®n¡±, concluye.
Rosa Crespo, bibliotecaria jubilada, ha sacado un rato para suprarreciclar en la cuarentena. Habitualmente lleva las c¨¢psulas de caf¨¦ usadas a un punto de recogida que facilita su marca favorita. Pero estos d¨ªas les ha dado un nuevo uso. Ha transformado estos envases de colores en un broche para la solapa de una chaqueta, en una pulsera y en un colgante. ¡°El collar es chulo, ?eh?¡±, afirma. Pues no tiene ciencia. En el caso del broche, una de las c¨¢psulas ejerce de base sobre la que se pegan las otras cinco en forma de flor. Un punto de silicona garantiza que el imperdible que se engancha en la chaqueta no se mueva. Para el colgante ha utilizado una resistente cuerda de cola de rat¨®n. Para fabricar la pulsera basta con aplastar las c¨¢psulas, pegarlas y doblarlas.
Pasatiempo para algunos, trabajo para otros
Elena Blanco, de 26 a?os, es profesora de Infantil en el colegio Logos Nursery School de Las Rozas (Madrid). Da clases por Skype a sus alumnos de tres a?os. Son llamadas breves e individuales donde les ense?a c¨®mo aprovechar desechos que rondan por casa. ¡°Manualidades hay un mill¨®n¡±, afirma. ¡°Pero como no se puede salir a la calle se trata de dar ideas sencillas a las familias. Les propongo el uso de materiales que hay a mano¡±, a?ade. Con el cart¨®n de un rollo de papel higi¨¦nico y cuatro tapones ha construido un coche. Con tres m¨¢s ha levantado un castillo.
Otra de las ideas que ha dado a los mayores que acompa?an a sus alumnos es la de utilizar un estropajo viejo para pintar. ¡°Se sumerge en pintura l¨ªquida y as¨ª practican otra t¨¦cnica diferente¡±, explica. Recomienda que esos brochazos se den sobre papel reciclado o sobre alg¨²n peri¨®dico viejo. En casa de Blanco est¨¢n muy concienciados con el reciclaje. Su padre se ha preocupado desde siempre de separar los residuos. Seg¨²n Ecoembes, cada ciudadano deposit¨® de media 18,1 kilos de desechos en el contenedor azul y 15,7 en el amarillo en 2018. Blanco espera que en las pr¨®ximas clases sus alumnos le muestren lo que han construido con materiales reciclados.
?C¨®mo se gestionan los residuos en un casa con un enfermo de Covid-19?
Los infectados por el coronavirus que se est¨¦n curando en casa han de tener un cubo de tapa y pedal en la habitaci¨®n y utilizar una sola bolsa. A partir de ahora la llamaremos bolsa uno. Todos los residuos que genere van a parar a la bolsa 1. Todos. El reciclaje se pone en cuarentena para los enfermos. Que el paciente se bebe un zumo, pues el envase va a la bolsa 1. El peri¨®dico del d¨ªa anterior, a la bolsa 1.
Acto dos. Entra en escena el cuidador del enfermo. Cuando la bolsa 1 est¨¢ llena se cierra bien y se deposita en otra bolsa (de aqu¨ª en adelante, bolsa 2). Esta maniobra se ha de realizar cerca de la puerta pero sin salir de la habitaci¨®n donde pasa las horas el paciente, y con los guantes y la mascarilla puestos. Una vez terminada la tarea, el material sanitario desechable se deposita en la bolsa 2. Cerrada tambi¨¦n como corresponde, se tira en el cubo de la basura al que van a parar los residuos del hogar de la fracci¨®n resto. Y esta tercera y ¨²ltima bolsa, llena y cerrada, se deposita en el contenedor gris, el de la tapa naranja. Las indicaciones corresponden a una gu¨ªa que ha elaborado el Ayuntamiento de Madrid.
Los domicilios que no cuenten con ning¨²n infectado de Covid-19 deben separar los desechos seg¨²n los procedimientos habituales. 37 millones de ciudadanos afirman reciclar a diario, cuatro millones m¨¢s que hace tres a?os, seg¨²n el ¨²ltimo informe de Ecoembes.