Huella de valor empresarial, la transformaci¨®n econ¨®mica ya est¨¢ en marcha
Sostenibilidad econ¨®mica, social y medioambiental. Las empresas ya asumen un papel vertebrador y buscan no solo minimizar sus impactos negativos, sino impactar positivamente. A falta de un est¨¢ndar de evaluaci¨®n y una meta clara, la sociedad contribuye al cambio con unas decisiones de consumo cada vez m¨¢s ¨¦ticas
Tras casi una d¨¦cada dedicada a la investigaci¨®n en distintos ¨¢mbitos de la sostenibilidad, la pamplonesa Leire Iriarte, de 39 a?os, decidi¨® utilizar ese conocimiento para ayudar a empresas e instituciones a transformar su modelo tradicional de negocio. As¨ª, en 2018 cre¨® El Buen Vivir, una asesor¨ªa para que las compa?¨ªas, m¨¢s all¨¢ del crecimiento econ¨®mico, centren sus programas, estrategias y acciones en algo tan intangible como la calidad de vida de las personas. La ecuaci¨®n es sencilla: cuando mayor sea esa calidad y bienestar ¨Centre empleados y directivos en el caso de las empresas, y entre los ciudadanos en el caso de las administraciones¨C, mayor ser¨¢ el desempe?o a nivel individual y colectivo. Algo que redunda directamente en tres ¨¢reas: la econ¨®mica, la social y la del entorno.
El olfato no le fall¨® a Iriarte, sobre todo si se tiene en cuenta que la concienciaci¨®n en el impacto econ¨®mico, social y medioambiental que pueden generar las empresas ha sido un factor clave para el crecimiento de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en los ¨²ltimos a?os. As¨ª lo demuestra el ¨²ltimo informe sobre impacto social empresarial elaborado por la Fundaci¨®n Sociedad y Empresas Responsables (Seres) y la auditora Deloitte: 2019, ¨²ltimo a?o del que se tienen datos, fue el de mayor inversi¨®n en RSC de las 76 grandes corporaciones espa?olas participantes en el estudio, m¨¢s de 1.400 millones de euros. Y, aunque a¨²n sin cifras de 2020, todo indica que la pandemia ha colaborado decisivamente en ese papel de las compa?¨ªas como generadoras de valor y contribuidoras al progreso general, lo que fortalece a¨²n m¨¢s las ra¨ªces de un nuevo concepto cara vez m¨¢s instaurado en el ADN empresarial: el del triple balance y la huella de valor.
Modelos superados
¡°Para cambiar algo, lo primero que hay que hacer es detectar qu¨¦ no se est¨¢ haciendo correctamente¡±, explica Iriarte, que tambi¨¦n es vicepresidenta de Sannas (Asociaci¨®n de Empresas por el Triple Balance), que agrupa a unas 130 compa?¨ªas a las que, adem¨¢s de ser rentables, les importa impactar positivamente en el entorno social y medioambiental. Ah¨ª radica el an¨¢lisis: si solo importa el producto o tambi¨¦n dar sentido a lo que se produce y, sobre todo, a c¨®mo se produce. Un triple balance basado en una triple sostenibilidad en la que la social y humana tiene dos caras: la que se da entre los propios trabajadores entendidos no como capital humano o un recurso m¨¢s, sino como quienes dan sentido a las empresas; y la que se da entre los externos a la organizaci¨®n, es decir, proveedores, colaboradores y, por supuesto, clientes y usuarios. Una suma que da un paso m¨¢s all¨¢ de los certificados de calidad o medio ambiente, responsabilidad social o pol¨ªticas de conciliaci¨®n e igualdad y se adentra en una visi¨®n m¨¢s profunda, como exponen desde Sannas: ¡°Las empresas no solo deben minimizar su impacto social y ambiental, sino que deben contribuir a impactar en positivo¡±.
En sus seis a?os de vida, Sannas ha tejido una red colaborativa entre empresas que se ha convertido en un ejemplo de las buenas pr¨¢cticas que rige el desarrollo sostenible para la contribuci¨®n econ¨®mica. ¡°Contratando a proveedores cercanos o locales se consigue fomentar el empleo directo e indirecto, y tambi¨¦n el inducido cuando logramos que la riqueza que se genera en el territorio se reinvierta en ¨¦l de nuevo¡±, ejemplifica Iriarte.
Las personas, en el centro
Un ejemplo de c¨®mo los tres aspectos est¨¢n imbricados lo ofrece Susana Posada, al frente del Departamento de RSC de Leroy Merlin en Espa?a, al exponer c¨®mo la contrataci¨®n de proveedores locales tambi¨¦n contribuye a minimizar el impacto en el entorno: ¡°Esa cercan¨ªa permite optimizar las rutas de distribuci¨®n, reduciendo las emisiones de CO2. Otra f¨®rmula es sustituir la flota de veh¨ªculos por modelos no contaminantes¡±, explica. De hecho, una de las estrategias de Leroy Merlin en lo que a log¨ªstica se refiere es el cambio hacia veh¨ªculos h¨ªbridos o el uso de transportes no rodados, como el tren. Adem¨¢s, de cara a sus clientes, la empresa ha comenzado a instalar puntos de recarga el¨¦ctrica (electrolineras) en los aparcamientos de sus tiendas.
Esta pol¨ªtica forma parte de la trazada por el ¨¢rea que dirige Posada, encargada de dise?ar la estrategia destinada a que la sostenibilidad sea ¡°una forma de vida¡± en su empresa: ¡°Buscamos alinearnos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), adaptando las acciones que desarrollamos a nuestra propia actividad¡±, explica. As¨ª, Leroy Merlin lleva a cabo proyectos sociales como el acondicionamiento de viviendas de familias en situaci¨®n de vulnerabilidad y exclusi¨®n social a trav¨¦s de acuerdos de colaboraci¨®n con fundaciones, asociaciones y administraciones de todo el pa¨ªs. No es la ¨²nica: Endesa, por ejemplo, realiza programas de asesoramiento tambi¨¦n en hogares vulnerables con el objetivo de optimizar sus facturas el¨¦ctricas y reducir la pobreza energ¨¦tica.
El impacto social empresarial tambi¨¦n tiene que ver con las condiciones laborales. En Seryes, una empresa gestora de seguros ¨¦ticos y solidarios, se realizan encuestas an¨®nimas entre su equipo con las que despu¨¦s ponen en marcha medidas preventivas para la promoci¨®n de la salud en el trabajo y la mejora de los permisos establecidos en la ley para la conciliaci¨®n familiar.
¡°El entorno laboral es otro de los ejes de una estrategia sostenible a nivel social: garantizar la diversidad entre los equipos y la correcta integraci¨®n, haciendo que el espacio sea respetuoso y seguro¡±, explica Posada, quien destaca el impacto social que supone la integraci¨®n laboral de personas con discapacidad intelectual. Leroy Merlin, en concreto, decidi¨® aumentar la tasa de empleabilidad de estos perfiles del 2% (establecido por la Ley General de Discapacidad para las empresas de m¨¢s de 50 trabajadores) hasta el 4%.
2020, el a?o del ¡®milagro¡¯
Si algo positivo ha derivado de la pandemia es que 2020 ha sido el a?o en el que el mundo empresarial ha aprobado por primera vez ante la ciudadan¨ªa, seg¨²n el Bar¨®metro de Confianza que elabora anualmente la agencia de comunicaci¨®n Edelman. La valoraci¨®n de la sociedad hacia las competencias y la ¨¦tica demostrada por las corporaciones durante la crisis sanitaria es mejor que la que muestran hacia la labor de gobiernos, medios de comunicaci¨®n u ONG. De hecho, y seg¨²n el informe de Seres mencionado, las corporaciones invirtieron 281 millones de euros solo en proyectos contra la covid-19, de los que m¨¢s de la mitad fueron para programas de salud y bienestar social como, por ejemplo, el que Grupo Red El¨¦ctrica llev¨® a cabo junto a la Federaci¨®n de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur) para ayudar a colectivos necesitados y apoyar a productores locales afectados por la emergencia sanitaria.
Este aspecto tan inaudito va de la mano de otro: por primera vez, la sociedad, confinada al completo, ha podido ver casi en tiempo real c¨®mo las empresas se involucraban en mejorar esa calidad de vida mencionada al inicio y c¨®mo antepon¨ªan el bienestar y la salud general al beneficio propio. Algo que no ha pasado inadvertido a los m¨¢s j¨®venes, aquellos que tendr¨¢n un papel fundamental en la transformaci¨®n econ¨®mica. Seg¨²n Ana Sainz, directora general de Seres, ¡°son los que m¨¢s demandan un enfoque humanista de las empresas porque est¨¢n m¨¢s concienciados con las causas sociales y medioambientales. Su capacidad de influencia no solo ser¨¢ como consumidores, sino como parte de las propias compa?¨ªas¡±.
De hecho, seg¨²n la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT), las pol¨ªticas para promover una econom¨ªa sostenible crear¨¢n 24 millones de nuevos empleos hasta 2030. En este contexto, los departamentos de RSC se han convertido en protagonistas del desarrollo empresarial. Como explica Jaime Silos, subdirector de For¨¦tica, organizaci¨®n especializada en asesoramiento en desarrollo sostenible: ¡°Lo ser¨¢n para las estrategias, las finanzas y los productos y servicios, pero tambi¨¦n para los recursos humanos¡±. Susana Posada a?ade: ¡°Si estuviese a punto de escoger mis estudios universitarios, lo tendr¨ªa claro: la ¨²nica certeza del futuro laboral que hay ahora mismo es el empleo verde¡±. Silos complementa este aspecto: ¡°La sostenibilidad es esencial no solo para ganar al consumidor, sino para atraer talento, empleados que van a ser productivos porque tienen otro inter¨¦s m¨¢s all¨¢ de ganar dinero¡±.
¡°Aquellas empresas que no est¨¦n preparadas para el cambio en los pr¨®ximos a?os de la econom¨ªa y el bienestar social, probablemente desaparecer¨¢n¡±, afirma Jaime Silos desde For¨¦tica
Sin embargo, a¨²n queda trabajo por hacer si nos atenemos a la ¨²ltima encuesta de Deloitte sobre mileniales (nacidos entre 1983 y 1994) y Generaci¨®n Z (entre 1995 y 2003), en la que m¨¢s del 59% considera que las instituciones privadas no tienen motivaciones m¨¢s all¨¢ de la rentabilidad de sus negocios. Las generaciones futuras establecen sus reglas del juego y el subdirector de For¨¦tica advierte: ¡°Estamos en la etapa inicial del mayor proceso de transformaci¨®n econ¨®mica de la historia de la humanidad. Aquellas empresas que no est¨¦n preparadas para el cambio que se va a acometer en los pr¨®ximos a?os de la econom¨ªa y el bienestar social, probablemente desaparecer¨¢n¡±.
?C¨®mo se mide el impacto social de una empresa?
Actualmente existen varios mecanismos con los que las empresas pueden evaluar sus procedimientos en RSC e informar de ello a su accionariado y a los consumidores, desde directivas europeas a normas ISO o certificaciones p¨²blicas y privadas. Sin embargo, desde el Observatorio de RSC en Espa?a, su coordinador, Orencio V¨¢zquez, considera que se necesita una estandarizaci¨®n de la metodolog¨ªa que se podr¨ªa introducir en la nueva directiva que, sobre este asunto, presentar¨¢ la Comisi¨®n Europea despu¨¦s del verano: ¡°Cuando todas las empresas emitan informaci¨®n bajo un mismo est¨¢ndar, se podr¨¢ crear un organismo de calificaci¨®n que sirva de herramienta para saber qu¨¦ empresas son sostenibles¡±, expone.
Mientras esto sucede, la Fundaci¨®n Seres ha creado recientemente su ?ndice de Huella Social para empresas, cruzando par¨¢metros de otros instrumentos de medici¨®n con las necesidades que plantea el Plan Europeo de Recuperaci¨®n: empleo, formaci¨®n, cohesi¨®n social y territorial, digitalizaci¨®n y diversidad. ¡°Este sistema de medici¨®n llega en un momento clave de reconstrucci¨®n social y econ¨®mica, cuando nadie puede quedar atr¨¢s¡±, se?ala Ana Sainz, directora general de Seres. Y destaca la necesidad de las compa?¨ªas de autoevaluarse y trazar estrategias de desarrollo sostenible si quieren optar a los fondos de inversi¨®n integrados en el Plan de Recuperaci¨®n, Transformaci¨®n y Resiliencia, aprobado recientemente por el Gobierno, y que contar¨¢ con 72.000 millones de euros procedentes de Europa.