No se crea, no se destruye, se transforma en renovable
Electrificar para contarlo. M¨¢s r¨¢pido. En la descarbonizaci¨®n de la econom¨ªa, el ying de la parte m¨¢s electrificable necesita seducir o conquistar al yang, el resto, hasta lograr un c¨ªrculo de un verde uniforme
Esta noche algunos de los ingenieros m¨¢s brillantes del mundo han vuelto a so?ar con la piedra filosofal.
Para unos tiene forma de bater¨ªa de sodio y almacena m¨¢s energ¨ªa que el i¨®n-litio de su despertador. Para otros es un aerogenerador vertical que funciona casi sin viento. Para todos es el mix tecnol¨®gico capaz de descarbonizar un planeta.
Esa obsesi¨®n se explica con este sota-caballo-rey: solo mitigar¨¢ el calentamiento global una econom¨ªa libre de gases de efecto invernadero ¡ªresponsables de buena parte del aumento de las temperaturas medias, seg¨²n el consenso cient¨ªfico¡ª. Esa econom¨ªa cero emisiones exige electrificar. Y no electrificar de cualquier manera sino con renovables. Y a contrarreloj.
Antes de la pandemia, la Uni¨®n Europea fij¨® la reducci¨®n de emisiones en un 40% para finales de esta d¨¦cada. Despu¨¦s la ha reajustado al alza, 45%. Mientras tanto, los expertos clim¨¢ticos de Naciones Unidas tampoco deben de conciliar el sue?o cuando calculan que, con las pol¨ªticas actuales, la reducci¨®n global de emisiones es pr¨¢cticamente la mitad de la que ser¨ªa necesaria para alcanzar la neutralidad en carbono a mediados de siglo. La conclusi¨®n se desprende sola: acelerar.
A dos velocidades
En esa llamada a rebato la parte ya electrificada de la econom¨ªa lo tiene m¨¢s f¨¢cil, se trata de sustituir con fuentes limpias la generaci¨®n basada en carb¨®n, gas o fisi¨®n nuclear. En Espa?a supondr¨¢ saltar del 45% renovable dentro del consumo el¨¦ctrico actual al 74% en 2030 ¡ªparada intermedia hacia el 100% en 2050¡ª que fijar¨¢ la ley de cambio clim¨¢tico. Ese salto exigir¨¢ un nuevo modelo de gesti¨®n si no se puede recurrir, o no tanto, a la producci¨®n de una central de gas, por ejemplo, para responder a un pico de demanda.
El mundo va siendo cada vez m¨¢s consciente de la descarbonizaci¨®n, forma parte del debate p¨²blico. Hablamos a nivel global, pero no s¨¦ si lo terminamos de ver a nivel particularJos¨¦ Mar¨ªa Gonz¨¢lez Moya, presidente de la Asociaci¨®n de Empresas de Energ¨ªas Renovables
Pero otros sectores econ¨®micos son menos proclives y adem¨¢s las grandes inversiones ¡ªcomo esa misma central de generaci¨®n con gas¡ª se resisten a morir antes de amortizarse. ¡°Del consumo total de energ¨ªa en Espa?a ¡ªexplica Jos¨¦ Mar¨ªa Gonz¨¢lez Moya, presidente de la Asociaci¨®n de Empresas de Energ¨ªas Renovables, APPA¡ª, tres cuartas partes son f¨®siles y una cuarta parte, el¨¦ctrica¡±.
Sin embargo, parte de este monumental esfuerzo econ¨®mico sugiere la capacidad de los humanos para enmendarse. Una vanguardia de empresas acelera en la b¨²squeda de un triple efecto: de arrastre en sus cadenas de valor, de contagio en clientes y competencia, y de evoluci¨®n tecnol¨®gica renovable en eficiencia, versatilidad de aplicaci¨®n y ca¨ªda de costes.
Empieza a popularizarse el concepto de ¡°regeneraci¨®n¡±, entendido como ir m¨¢s all¨¢ de la neutralidad para ascender al grado de contribuci¨®n positiva en descarbonizaci¨®n e impacto social y ambiental. Dicho de otra forma, anticipar el cumplimiento de las metas clim¨¢ticas.
¡°En 2019 cofundamos junto con la ONG Global Optimism el proyecto The Climate Pledge para alcanzar las cero emisiones netas de carbono en 2040, diez a?os antes del objetivo marcado en el Acuerdo de Par¨ªs. Y para lograrlo son clave las energ¨ªas renovables¡±, explica Mariangela Marseglia, vicepresidenta y directora general de Amazon en Italia y Espa?a.
La multinacional aspira a consumir solo ese tipo de electricidad en 2025, ya es el mayor comprador corporativo en el mundo (posiblemente tambi¨¦n ser¨¢ uno de los mayores de veh¨ªculos el¨¦ctricos cuando adquiera los 100.000 previstos para reparto) y genera su propia energ¨ªa en m¨¢s de 230 proyectos, cinco de ellos en Espa?a con m¨¢s de 520 megavatios.
Suministro a largo plazo
Si una de las grandes flaquezas de las renovables es su dependencia de que el cielo se encapote o el viento no mueva un papel, el modelo de contrato PPA (suministro de energ¨ªa a largo plazo) propone un flujo estable de beneficio mutuo. El cliente recibe un caudal fijo, previsible y con posibilidad de origen certificado en Espa?a, sabes en qu¨¦ instalaci¨®n renovable nace. A su vez, esa estabilidad permite a las empresas generadoras una inversi¨®n m¨¢s planificable y por tanto viable en nuevas plantas. Ser¨ªa otro toque de acelerador cuando aqu¨ª ¡°se necesitan unos 5.000 megavatios nuevos al a?o para cumplir la meta de descarbonizaci¨®n de esta d¨¦cada¡±, explica la APPA.
El modelo PPA evoluciona, se expande su versi¨®n virtual con la posibilidad de compraventa desde redes y pa¨ªses distintos. Por ejemplo Novartis, una de sus grandes usuarias, ha firmado acuerdos con seis proyectos renovables espa?oles para aportar m¨¢s de 275 megavatios al sistema el¨¦ctrico europeo. ¡°Nuestro objetivo es la sostenibilidad ambiental para alcanzar la neutralidad en carbono de todas nuestras operaciones en 2025 y en toda nuestra cadena de suministro en 2030¡±, explica Montse Montaner, directora de Sostenibilidad de la farmac¨¦utica.
Nuestro objetivo es la sostenibilidad ambiental para alcanzar la neutralidad en carbono de todas nuestras operaciones en 2025 y en toda nuestra cadena de suministro en 2030Montse Montaner, directora de Sostenibilidad de Novartis
La compa?¨ªa suma otras medidas como renovar la flota con m¨¢s de 1.000 veh¨ªculos el¨¦ctricos o h¨ªbridos enchufables. En Espa?a necesitar¨¢n la capilaridad del suministro y que cuajen planes como el despliegue de 150.000 puntos de recarga por Iberdrola para compensar esa carencia estructural en la electrificaci¨®n del transporte.
Otra tendencia que podr¨ªa facilitar la econom¨ªa de escala: los PPA empiezan a flexibilizarse en tama?o y tiempo, tambi¨¦n se abren a pymes y con plazos de contrataci¨®n menores. De esta forma Acciona quiere pasar de 600 a 90.000 clientes corporativos en 2030.
Caudal de innovaciones
Las nuevas propuestas de servicios, a menudo gestadas en innovaci¨®n abierta con startups, cubren todo el sector desde la generaci¨®n a las nuevas redes distribuidas. Entre el dicho de un desarrollo y el hecho de su rentabilidad a menudo el trecho es insalvable, pero la cantidad de innovaciones sugiere un mercado y una sociedad receptivos.
Por ejemplo en nuevos materiales e hibridaci¨®n como los paneles solares de carbono alternativos al silicio, que pueden adaptarse a superficies irregulares e instalarse en torres de aerogenerador como en el parque e¨®lico de Bre?a (Albacete). O en los primeros pasos de generaci¨®n solar sobre superficies de embalses para ampliar los entornos aprovechables. O la producci¨®n de hidr¨®geno verde (candidato clave a descarbonizar industrias y transporte pesados) directamente del sol, sin necesidad de flujo el¨¦ctrico. Incluso los nanogeneradores que aprovechan la electricidad est¨¢tica.
Tambi¨¦n nuevos sistemas de producci¨®n como el molino sin aspas, vertical y oscilante Vortex, las turbinas del proyecto Wind Tree capaces de girar con peque?as brisas o una posible e¨®lica offshore sobre plataformas sin anclajes al fondo marino que reducir¨ªa los costes de instalaci¨®n.
Por su parte, la Plataforma Tecnol¨®gica Espa?ola de Eficiencia Energ¨¦tica contabiliz¨® m¨¢s de 30.000 proyectos e investigaciones en ese subsector b¨¢sico entre 2016 y 2019. Hace dos a?os, ¡°la inversi¨®n de las empresas en I+D+i relacionado con las renovables alcanz¨® el 2,99% de contribuci¨®n directa al PIB nacional¡±, cuando la media espa?ola se limit¨® al 1,24% y la europea al 2,11%, seg¨²n el Estudio del Impacto Macroecon¨®mico de las Energ¨ªas Renovables en Espa?a.
Yo me lo guiso¡
Una palabra seduce a este pa¨ªs que hasta no hace mucho la frenaba, por su promesa ¨¢crata de independencia del sistema tradicional: ¡°autoconsumo¡±.
No todas las casas y empresas pueden unirse a una tendencia que el presidente de APPA considera ¡°un bum entre comillas¡±, hace falta bolsillo y espacio para instalar los equipos. Pero, como en otras tecnolog¨ªas renovables, la curva descendente de costes ¡°reduce el periodo de amortizaci¨®n, mucho m¨¢s all¨ª donde ayudan ayuntamientos o comunidades aut¨®nomas¡± que recortan la mitad del IBI durante tres a?os o reducen impuestos a las empresas.
Seg¨²n el Estudio del Impacto Macroecon¨®mico de las Energ¨ªas Renovables en Espa?a, la inversi¨®n de las empresas en I+D+i relacionado con las renovables alcanz¨® en 2019 el 2,99% de contribuci¨®n directa al PIB nacional, cuando la media espa?ola se limit¨® al 1,24%
En todo caso, ¡°convierte a los consumidores en actores principales del sistema por su control de la venta de la energ¨ªa excedente a la red¡±, a?ade. Adem¨¢s algunos proveedores asumen la inversi¨®n en equipos a cambio de contratos largos de gesti¨®n y mantenimiento. El a?o pasado se instalaron 4.016 megavatios de potencia el¨¦ctrica renovable entre e¨®lica y sobre todo fotovoltaica, m¨¢s un r¨¦cord de 623 megavatios en autoconsumo.
?Alcanzaremos las cero emisiones y adem¨¢s a tiempo? ¡°Creo que s¨ª, por obligaci¨®n, no nos quedar¨¢ otra¡±, apunta Gonz¨¢lez Moya. ¡°El mundo va siendo cada vez m¨¢s consciente, forma parte del debate p¨²blico. Hablamos a nivel global, pero no s¨¦ si lo terminamos de ver a nivel particular¡±.
La bater¨ªa que imita los huesos y se recicla con piel de naranja
El almacenamiento es el gran handicap renovable si el objetivo es dejar de usar casi o del todo fuentes de energía que sí lo son.
De ahí que la eficiencia de las baterías obsesione al I+D en su búsqueda de un material mucho más abundante y barato que el ión-litio. Hace tiempo que se postula el grafeno, pero debe vencer la barrera de una producción industrial compleja.
“Es difícil saber cuándo será competitivo el almacenamiento en las baterías actuales —explica José María González Moya, presidente de la Asociación de Empresas de Energías Renovables—, pero ya vemos la caída de costes por la inversión masiva de la electrónica de consumo y la automoción eléctrica, además del sector energético. Algunas proyecciones hablan incluso de antes de 2030”.
Ese objetivo pasa por soluciones realistas, como dos plantas piloto de almacenamiento en baterías conectadas a una planta fotovoltaica, en Navarra. Pero la revolución prefiere otras aún inciertas y de largo plazo como las baterías de sodio que imitan la morfología de los huesos de los mamíferos, el uso de las propiedades conductoras del óxido férrico —por ejemplo de los ladrillos, lo que potencialmente podría convertir una casa en un gran almacén energético— o las pieles de naranja deshidratadas y molidas para extraer los materiales valiosos de las baterías al final de su vida.