?Era Frida Kahlo ante todo ¡°la mujer de Rivera¡±? Un grupo de editoras busca hacer m¨¢s justa la Wikipedia
La web abierta y colaborativa por excelencia no escapa de los sesgos machistas: ocho de cada diez articulistas de su versi¨®n espa?ola son hombres
Wikipedia es el gran proyecto que mejor que conserva el esp¨ªritu original de Internet: libre, abierto, sin ¨¢nimo de lucro. Pero hay muros de prejuicios que no se pueden tumbar con datos y banda ancha. Y esto hace que, a pesar de los esfuerzos, la enciclopedia colaborativa mantenga un sesgo machista y occidental. Ocho de cada 10 editores espa?ol son hombres, y esa infrarrepresentaci¨®n de mujeres a un lado de la pantalla se traslada, de forma id¨¦ntica, al otro: el 80% de los perfiles personales de esta web son masculinos...
Wikipedia es el gran proyecto que mejor que conserva el esp¨ªritu original de Internet: libre, abierto, sin ¨¢nimo de lucro. Pero hay muros de prejuicios que no se pueden tumbar con datos y banda ancha. Y esto hace que, a pesar de los esfuerzos, la enciclopedia colaborativa mantenga un sesgo machista y occidental. Ocho de cada 10 editores espa?ol son hombres, y esa infrarrepresentaci¨®n de mujeres a un lado de la pantalla se traslada, de forma id¨¦ntica, al otro: el 80% de los perfiles personales de esta web son masculinos. El problema es estructural y parece perpetuarse en el tiempo. La web refleja siglos de machismo, ¨¦pocas en las que el papel de la mujer era anecd¨®tico, pero el problema es que sigue haci¨¦ndolo desde una ¨®ptica eminentemente masculina, lo que distorsiona a¨²n m¨¢s un pasado (y presente) en el que las mujeres son invisibilizadas. Esta es la realidad que quieren cambiar las wikipedistas.
Montserrat Boix acude a la biblioteca Ca la dona todos los meses. Lo hace con un grupo variable de amigas, ¡°entre seis y 10¡±, para rescatar la biograf¨ªa de mujeres sepultadas bajo el peso de la historia. ¡°Cogemos libros, se?alamos acontecimientos y luego los volcamos a la Red¡±, explica esta wikipedista veterana, con m¨¢s de una d¨¦cada (y 26.000 ediciones) en la plataforma. ¡°Ahora estamos con las mujeres de la Transici¨®n¡±, apunta. Wikipedia es una fuente terciaria, lo que significa que cada hecho que en ella se destaca tiene que redirigir a una bibliograf¨ªa previa: un art¨ªculo, un libro o un trabajo cient¨ªfico. Por eso, antes de reivindicar el legado de mujeres en formato digital, hay que rescatarlo del anal¨®gico. El trabajo de las wikipedistas acaba en la Red, pero empieza rebuscando en viejos libros de historia.
Boix es la cofundadora de Wikimujeres, un grupo que se dedica a reducir la brecha de g¨¦nero en la Wikipedia en espa?ol. ¡°Hemos mejorado bastante el panorama¡±, reconoce con orgullo, ¡°ahora estamos en torno al 20% de perfiles femeninos. Vale, no es mucho, pero es que cuando empezamos apenas super¨¢bamos el 15%¡±. Boix resalta que la discriminaci¨®n no es solo num¨¦rica, sino mental: no se trata de crear perfiles de mujeres, sino de dotarlos de una perspectiva de g¨¦nero. Y no es f¨¢cil. Frida Kahlo estaba definida hasta 2005 como hija de Guillermo Kahlo y esposa de Diego Rivera antes que por sus m¨¦ritos propios como artista. Eleanor Roosevelt era la mujer de un presidente estadounidense antes que escritora, activista y defensora de los derechos humanos.
Para corregir estas distorsiones se han creado en todo el mundo las editatonas, eventos de mujeres wikipedistas que se organizan para editar, de forma coordinada, sobre un periodo hist¨®rico o cultural concreto desde una perspectiva de g¨¦nero. ¡°Gracias a las editatonas la Wikipedia en espa?ol es una de las m¨¢s plurales del mundo¡±, se?ala Anna Torres, directora ejecutiva de Wikimedia Argentina, y muy activa en estas lides. ¡°Y eso que queda mucho por hacer¡±. Torres se?ala la importancia de incorporar a wikipedistas a esta labor, ¡°cada uno escribe de lo que m¨¢s le interesa y si apenas hay mujeres en Wikipedia se va a escribir muy poco sobre sus logros¡±.
Wikipedia es grande, pero eso no significa que sea diversa. En su ¨²ltima edici¨®n, la Enciclopedia Brit¨¢nica ten¨ªa 32 tomos. Solo el texto de la Wikipedia actual equivaldr¨ªa a 2.700, ocupando el espacio de 14 estanter¨ªas Billy. 50 millones de entradas escritas en 300 idiomas diferentes. Es un oc¨¦ano de conocimiento y, sin embargo, tiene enormes lagunas. El perfil del wikipedista medio es el de un hombre blanco, joven y heterosexual. Esto crea un reflejo distorsionado de la realidad, en el que ciertos sectores del conocimiento est¨¢n sobredimensionados mientras que otros tienen una fam¨¦lica representaci¨®n. ¡°Es un espejo social¡±, coincide Torres. ¡°Los roles de g¨¦nero, los estereotipos, incluso la importancia de ciertos temas frente a otros se reproducen casi como un calco¡±. Un ejemplo pr¨¢ctico: si buscas ¡°Pokemon¡± en Wikipedia surgen miles de art¨ªculos que desgranan los detalles m¨¢s ¨ªnfimos de esta serie de juegos y dibujos. Si buscas ¡°cient¨ªficos espa?oles del siglo XX¡± aparecen 2.590 resultados, divididos en 21 subcategor¨ªas. Si pruebas con ¡°cient¨ªficas espa?olas¡± del mismo periodo, se ofrecen 72 resultados.
La verdad relativa y otros sesgos
Parece una as¨¦ptica web acad¨¦mica, pero las bambalinas de Wikipedia revelan una realidad llena de vida. Es f¨¢cil adentrarse en ellas, se puede descorrer la cortina con solo pulsar un click. La pesta?a discusi¨®n, situada en el margen superior izquierdo de la pantalla, deja al descubierto las tripas de la mayor red de conocimiento contempor¨¢neo. Tras ella, 250.000 personas editan mensualmente en Wikipedia. Es la cara humana (y humanista) de la enciclopedia online, y como tal supone un reflejo de la sociedad mundial. Un reflejo deformado.
Solo hay 52.000 art¨ªculos en la Wikipedia bengal¨ª (un idioma hablado por 237 millones de personas), mientras que la versi¨®n sueca tiene cerca de cuatro millones de entradas que apenas pueden leer 10 millones de personas. No se trata de una cuesti¨®n meramente idiom¨¢tica, muchos hechos hist¨®ricos est¨¢n contados desde una perspectiva anglosajona o eurocentrista.
Podr¨ªa pensarse que los hechos son tales independientemente de la nacionalidad de quien los narre, pero no es as¨ª. ?Qu¨¦ pensar¨ªa un europeo si le dijeran que el embarazo humano dura diez meses? Lo mismo que un japon¨¦s al que le aseguraran que dura nueve. Las verdades cambian seg¨²n donde se cuenten: el crep¨²sculo dura 20 minutos en el ecuador y casi una hora en los c¨ªrculos polares, los continentes son cinco si se cuentan desde Europa y siete si los enumera un americano. Las certezas absolutas no existen ni siquiera en la ciencia, mucho menos en la historia. La entrada en Wikipedia del descubrimiento de Am¨¦rica est¨¢ en entredicho desde su propio nombre, que muchos rechazan de plano al entender que es m¨¢s realista hablar de invasi¨®n.
Torres considera que la Wikipedia en espa?ol, al ser editada entre un grupo de pa¨ªses bastante activos, ofrece una visi¨®n m¨¢s equilibrada de la historia, pero el sesgo sigue presente, pues ¡°hay una visi¨®n occidental en todas las Wikipedias¡±. Boix se muestra de acuerdo, y busca la explicaci¨®n en la traducci¨®n autom¨¢tica de entradas. ¡°Est¨¢ bien, pero claro, si despu¨¦s no se edita, todos los temas tienen una perspectiva anglosajona¡±, considera. Un reciente estudio se?alado por The Guardian denuncia como la mayor¨ªa de contenidos sobre ?frica han sido escritos por hombres de Europa y Norteam¨¦rica. ¡°Si una mujer nigeriana va a hacer una consulta online, apenas encontrar¨¢ biograf¨ªas sobre las personas que ve diariamente en los peri¨®dicos¡±, lamentaba el texto.
Cabr¨ªa preguntarse por qu¨¦ esa hipot¨¦tica mujer africana no enciende su ordenador y escribe ella misma las biograf¨ªas. La posibilidad est¨¢ ah¨ª. ¡°Pero el ambiente no¡±, rebate Mar¨ªa Sefidari, presidenta de la Fundaci¨®n Wikimedia. ¡°Es cierto que en teor¨ªa, cualquiera con un ordenador y conexi¨®n (lo cual es en s¨ª mismo limitante) puede editar en Wikipedia¡±, reflexiona. Pero los roles no se cambian en unos pocos a?os.
Sefidari est¨¢ ayudando a forzar ese cambio. Esta psic¨®loga y profesora universitaria lleva vinculada a Wikipedia desde hace casi tres lustros. Entiende la labor de las wikipedistas casi como una forma de activismo. En primer lugar para facilitar una informaci¨®n gratuita, libre e independiente. Pero tambi¨¦n, a?ade, para verter luz sobre temas que han sido oscurecidos o difuminados por la historia. En su caso, ella empez¨® a?adiendo informaci¨®n sobre el colectivo LGTB, y se interes¨® despu¨¦s por destacar a personajes femeninos de la historia. El suyo fue un proceso natural y agradable, empez¨® a editar y simplemente le gust¨®. Pero sabe que no a todas les sucede lo mismo. Muchas mujeres no se atreven a editar en Wikipedia por una simple raz¨®n: creen que no tienen derecho.
¡°Llevamos siglos acostumbradas a estar en segundo plano, algo tan serio como una enciclopedia estaba reservado a los hombres. Cuesta mucho cambiar esa mentalidad¡±, reflexiona. La historia parece darle la raz¨®n. La prestigiosa Enciclopedia Brit¨¢nica, el gran referente del enciclopedismo moderno, contaba con m¨¢s de 100 editores y unos 4.000 contribuyentes, entre los que se encontraban expresidentes y premios Nobel. El masculino de la anterior frase no es meramente gen¨¦rico. Incluso Diderot, con sus ideas revolucionarias e ilustradas quiso abrir la enciclopedia ¡°a hombres de un valor inestimable para quienes los portales de las academias han estado cerrados debido a su condici¨®n social". No, sigue sin ser gen¨¦rico.
Hist¨®ricamente las mujeres no sal¨ªan en las enciclopedias, mucho menos las escrib¨ªan. Los hombres blancos y occidentales impon¨ªan su visi¨®n del mundo. Sostiene Sefidari que algo de eso ha llegado hasta nuestros d¨ªas. Hay muchas mujeres que tienen inseguridades y miedos. Y si no, siempre hay alguien dispuesto a infund¨ªrselos. El acoso en Wikipedia es menor que en otras redes, al tener una funci¨®n social muy limitada. Pero existe y se intensifica en determinados perfiles. ¡°No ven qui¨¦n eres, pues no tienes que especificar tu nombre real o tu sexo en el perfil, pero s¨ª ven qu¨¦ editas¡±, explica. ¡°Ves voces que se apagan, gente que editaba y de repente deja de hacerlo y entiendes, intuyes, qu¨¦ ha podido pasar¡±. La idea que persiguen mujeres como Boix, Sefidari y Torres es que por cada voz que se apague, surjan muchas m¨¢s. Hombres y mujeres, cauc¨¢sicos y racializados, componiendo juntos un relato equilibrado e inclusivo de la realidad. Somos las historias que nos contamos. Por eso consideran que es importante que en la narraci¨®n de esas historias participe toda la sociedad.
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