¡°Me he ido de WhatsApp¡±. Cu¨¢nto han crecido Signal y Telegram por el embrollo de la aplicaci¨®n de mensajes
Las descargas en Espa?a y el resto del mundo de estas dos plataformas de competencia de Facebook se han incrementado de manera espectacular
¡°Me he desinstalado WhatsApp y me he ido¡±, dice Merc¨¨ Porta, exprofesora de 60 a?os que vive en la provincia de Barcelona. ¡°Cuando WhatsApp empez¨® a enviarme que a partir del 8 de febrero ten¨ªa que aceptar m¨¢s cosas, pens¨¦: no puede ser. Envi¨¦ un mensaje a todos mis contactos y les dije que quer¨ªa probar a dejar WhatsApp y nos pod¨ªamos ver en Telegram o Signal. Y si no, por tel¨¦fono, como toda la vida¡±, explica precisamente por tel¨¦fono a EL PA?S.
Sin WhatsApp, Porta no teme desaparecer o no estar al d¨ªa. ¡°Es tambi¨¦n un experimento: a ...
¡°Me he desinstalado WhatsApp y me he ido¡±, dice Merc¨¨ Porta, exprofesora de 60 a?os que vive en la provincia de Barcelona. ¡°Cuando WhatsApp empez¨® a enviarme que a partir del 8 de febrero ten¨ªa que aceptar m¨¢s cosas, pens¨¦: no puede ser. Envi¨¦ un mensaje a todos mis contactos y les dije que quer¨ªa probar a dejar WhatsApp y nos pod¨ªamos ver en Telegram o Signal. Y si no, por tel¨¦fono, como toda la vida¡±, explica precisamente por tel¨¦fono a EL PA?S.
Sin WhatsApp, Porta no teme desaparecer o no estar al d¨ªa. ¡°Es tambi¨¦n un experimento: a ver cu¨¢nta gente me busca por otro lado y cu¨¢nta gente solo estaba para enviar chuminadas¡±, explica. Este fin de semana ten¨ªa teatro y ha quedado por Signal con las amigas y a uno que no ten¨ªa lo llam¨® por tel¨¦fono. Adem¨¢s tiene un ¨²ltimo recurso: ¡°Mi marido sigue en WhatsApp. Si mandan un art¨ªculo muy interesante ya me lo dir¨¢¡±. El motivo clave para Porta es ¡°diversificar¡±. ¡°Ya me parec¨ªa bien que me afinaran m¨¢s en la publicidad y en lugar de Viagra y Roomba, me salieran m¨¢s teatros y libros, pero no podemos poner todos los huevos en el mismo cesto¡±, a?ade.
El caso de Porta es a¨²n excepcional. El 6 de enero, WhatsApp empez¨® a mandar una alerta sobre un cambio en su pol¨ªtica de privacidad. El tono era de cierta arrogancia: ¡°Tambi¨¦n puedes ir al Help Center si prefieres eliminar tu cuenta¡±, dec¨ªa. Es decir, o aceptas o te largas. La respuesta de muchos usuarios fue un salto a probar otras aplicaciones. Ante la debacle y el embrollo, WhatsApp opt¨® por retrasar el cambio al 15 de mayo.
En Espa?a, Signal, una aplicaci¨®n cifrada de mensajer¨ªa y c¨®digo abierto, tuvo el 6 de enero 542 descargas. Estaba fuera de los primeros 500 puestos en descargas de Espa?a, seg¨²n los datos de AppAnnie, la herramienta de medici¨®n est¨¢ndar en el sector. Telegram no llegaba ese d¨ªa a 10.000 descargas y estaba en el puesto 30.
Tres d¨ªas despu¨¦s, Signal estaba en el puesto 9. Desde entonces hasta el 21 de enero comparti¨® el primer lugar con Telegram. En este periodo, Signal ha tenido tantas descargas en Espa?a como desde su creaci¨®n en 2014 y se ha plantado en m¨¢s de medio mill¨®n. Telegram part¨ªa de una base de usuarios mucho mayor, pero ha crecido hasta cerca de ocho millones de descargas totales.
Fuera de Espa?a, Signal ha sido la aplicaci¨®n n¨²mero uno durante varios d¨ªas en m¨¢s de 40 pa¨ªses. Este jueves a¨²n lo era en m¨¢s de 20, con Alemania, Francia, Australia y B¨¦lgica entre ellos. La semana del 1 al 5 de enero, Signal se descarg¨® en 106.175 dispositivos con Android, seg¨²n datos de la agencia Pickaso. En los cinco d¨ªas siguientes salt¨® hasta 4,6 millones y cinco d¨ªas despu¨¦s alcanz¨® 24,8 millones de descargas globales.
Estos datos son extraordinarios, pero no son a¨²n sin¨®nimo de usuarios activos. Una cosa es descargar una aplicaci¨®n, otra es usarla y no acabar borr¨¢ndola al cabo en unos d¨ªas. EL PA?S ha hecho un experimento con un grupo de 27 nuevos usuarios en Telegram y Signal. Ambas aplicaciones alertan cuando alguien de tus contactos se la descarga. Ha escrito a todos un mensaje similar: ¡°Hola, veo que acabas de instalar esta app. ?Podr¨ªas explicarme por qu¨¦?¡± En Signal contestaron 11 de 16; en Telegram, 4 de 11. Es decir, 12 no abrieron o miraron las aplicaciones nuevas para ver el mensaje de EL PA?S apenas d¨ªas despu¨¦s de descargarlas. ?C¨®mo se pod¨ªa hablar con ellos? Por WhatsApp.
La mayor¨ªa de las respuestas era ¡°por probar¡±, ¡°para ver c¨®mo es y cacharrear¡±. Pero ninguno hab¨ªa borrado WhatsApp, de momento. En sus perfiles hab¨ªa de todo: desde polic¨ªas a cineastas o cient¨ªficos, incluso un ex presidente del Senado. ¡°Me f¨ªo del criterio de mis hijos y comparto la suspicacia que tienen respecto a estos grandes monstruos¡±, explica por tel¨¦fono Juan Jos¨¦ Laborda. Otro usuario envi¨® un meme que corr¨ªa por Facebook sobre c¨®mo ¡°comienza la nueva regla en Facebook seg¨²n la cual tus fotos pueden ser usadas¡±. Eso no es cierto. Hay algo de justicia po¨¦tica en que Facebook se vea afectado por una campa?a de desinformaci¨®n en su propia plataforma.
La pregunta b¨¢sica aqu¨ª es: ?qu¨¦ importancia tiene esto para el futuro de WhatsApp y del modelo de negocio de Facebook? Hay al menos cuatro puntos importantes:
1. Estamos en 2021, no en 2016
En 2016, WhatsApp pidi¨® permiso para compartir informaci¨®n con Facebook. Los usuarios aceptaron sin mucha pol¨¦mica. Ahora la reacci¨®n es distinta. ¡°Parece que la poblaci¨®n es m¨¢s consciente de que Facebook no es solo una empresa que cre¨® un chaval espabilado para que estemos en contacto con nuestros amigos, sino que realmente es una entidad poderosa¡±, dice Gloria Gonz¨¢lez Fuster, profesora investigadora de la Vrije Universiteit de Bruselas. ¡°De repente resulta que el futuro de EE UU depende de que Mark Zuckerberg d¨¦ o no permiso a alguien para incitar a la insurrecci¨®n. Estas cosas llaman la atenci¨®n, preocupan. La gente se da cuenta de que los datos que tiene Facebook no solo permiten decidir si es mejor que veamos anuncios de un coche u otro, sino que les permiten influir en lo que pasa¡±.
¡°El d¨ªa 31 de enero desaparezco de WhatsApp¡±, comenta por tel¨¦fono un destacado empresario mexicano que prefiere no dar su nombre. ¡°Nunca he querido estar en Facebook porque creo que estar¨ªa muy expuesto. Lo que quiero es discreci¨®n y Signal me parece mucho m¨¢s confidencial. Adem¨¢s, los monstruos de la comunicaci¨®n est¨¢n creciendo y siempre he cre¨ªdo en la competencia sana. Si Signal se fortalece, oxigena esa competencia. Perder¨¦ algunos contactos, pero mi decisi¨®n es firme¡±, concluye.
2. Lleg¨® la hora de los detalles
Las suspicacias de los usuarios con qu¨¦ ocurre con nuestros datos en Internet es claramente mayor. El discurso de las grandes tecnol¨®gicas siempre ha sido que no hacen nada tan grave: no vendemos tus datos, no leemos tus mensajes. Pero ha llegado el momento de saber los detalles.
¡°Esa informaci¨®n no es transparente y ofrecer informaci¨®n transparente es un requisito b¨¢sico para cumplir con el Reglamento de Datos europeo¡±, dice Gonz¨¢lez Fuster. ¡°Si no entendemos qu¨¦ hacen, por mucho que digan que no hay que preocuparse, est¨¢n infringiendo la ley: tienen que explicar las cosas con palabras claras y sencillas, de f¨¢cil acceso¡±, a?ade.
En 2017, la Comisi¨®n europea mult¨® con 110 millones a Facebook por dar informaci¨®n ¡°enga?osa¡± cuando adquiri¨® WhatsApp, precisamente sobre si iba a unir datos de cuentas en Facebook y WhatsApp. ¡°Pero 110 millones no es nada para Facebook. Pueden verlo como un coste del negocio, y estoy seguro de que as¨ª lo ven¡±, dice Wolfie Christl, investigador y defensor de la privacidad basado en CrackedLabs (Viena). ¡°?Por qu¨¦ no deber¨ªan enga?arnos otra vez? No conf¨ªo en lo que dicen¡±.
Con las preguntas, las dudas crecen. Nadie duda del cifrado de los mensajes en WhatsApp cuando circulan entre dos usuarios. Pero luego esos mensajes se almacenan en la nube. ¡°El cifrado de WhatsApp es el mejor posible, creado por la Fundaci¨®n Signal. Pero esta frase se refiere solo a la comunicaci¨®n entre usuarios, no a la copia de seguridad¡±, dice Bart Preneel, catedr¨¢tico de la Universidad de Lovaina (B¨¦lgica) y un experto mundial en criptograf¨ªa. ¡°A diferencia de Signal, WhatsApp no es de c¨®digo abierto. Esto significa que ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil para WhatsApp mandar una actualizaci¨®n a un grupo de usuarios con un agujero de seguridad, y ser¨ªa dif¨ªcil detectarla¡±, a?ade. Preneel tampoco puede confirmar si los mensajes de audio est¨¢n igual de cifrados en la nube que entre usuarios.
La confianza es algo muy delicado. Andrew Bosworth es vicepresidente encargado del desarrollo de realidad virtual y aumentada en Facebook. Es uno de los primeros empleados de la compa?¨ªa y sus publicaciones internas han tenido siempre peso. A finales de diciembre public¨® uno sobre privacidad, que esta semana ha revelado la newsletter Big Technology: ¡°El sentimiento global se ha transformado hasta el punto de que la gente est¨¢ dispuesta a aceptar sacrificios en la calidad del producto¡± en beneficio de la privacidad, escribe. Bosworth cree que Facebook y la privacidad son hoy lo mismo que Microsoft y los virus a principios de los 2000. O cambian mucho, o perder¨¢n mercado. Bosworth lo teme especialmente porque se espera que Facebook comercialice ¡°gafas inteligentes¡± pronto y no habr¨¢ manera de que se vendan si la compa?¨ªa no cambia.
3. El monopolio de la presencia social
El catedr¨¢tico belga Bart Preneel explica a EL PA?S que ha usado siempre Signal. ¡°No me gusta WhatsApp porque no es c¨®digo abierto y porque recoge metadatos (los contactos, patrones de comunicaci¨®n) y env¨ªa esos datos a Facebook¡±, dice. Pero desde 2020 Preneel es jefe t¨¦cnico de la aplicaci¨®n belga de rastreo de contactos, Coronalert. En octubre, explica, hubo una ca¨ªda y el equipo necesit¨® coordinarse r¨¢pido. ¡°Yo propuse Signal¡±, dice, ¡°pero un miembro del equipo no logr¨® instal¨¢rsela. As¨ª que me vi forzado a usar WhatsApp¡±. El grupo ya no necesita tanta coordinaci¨®n y apenas recibe mensajes. ¡°Cuando acabe la pandemia la desinstalar¨¦ otra vez¡±, dice.
La gran ventaja de WhatsApp es el llamado efecto red: cuanta m¨¢s gente hay, m¨¢s gente necesita estar. Ser primero es b¨¢sico y ha sido el gran ¨¦xito de Facebook y de sus dos grandes compras, Instagram y WhatsApp. Todo el mundo acaba donde est¨¢n sus colegas. Una vez dentro, abandonar es desaparecer socialmente. Para algunos sectores es casi imposible: grupos de padres, los abuelos, chats laborales. El problema de arrastrar a gente a usar otra aplicaci¨®n no es sencillo.
A la larga, una respuesta es la legislaci¨®n: ¡°En telecomunicaciones hemos creado un marco regulatorio que asegura los beneficios del efecto red pero crea tambi¨¦n la posibilidad de competici¨®n¡±, dice Joris van Hoboken, profesor de Derecho de la Universidad de ?msterdam. ¡°Con las redes y las aplicaci¨®n de mensajer¨ªa es distinto porque cada una tiene su car¨¢cter¡±, a?ade. No es lo mismo escoger entre Vodafone y Movistar que entre WhatsApp y Telegram. Para legislar habr¨¢ que encontrar un nuevo equilibrio, a?ade.
4. La magia de diversificar
La palabra m¨¢s repetida en las distintas entrevistas es ¡°diversificar¡±. WhatsApp, Telegram y Signal son tres opciones de uso similar. Pero hay m¨¢s aplicaciones de mensajer¨ªa con caracter¨ªsticas distintas: Slack, Discord, Viber, Line, Element, Briar. Unas son m¨¢s complejas, otras funcionan mejor en el trabajo o han entrado mejor en un pa¨ªs. ¡°Se puede diversificar por niveles de seguridad: no es lo mismo hablar con mi madre que de un proyecto sensible¡±, dice Marta Beltr¨¢n, coordinadora del Grado en Ingenier¨ªa de la Ciberseguridad de la Universidad Rey Juan Carlos. ¡°Para lo ¨²ltimo no voy a una aplicaci¨®n gratuita¡±, aclara.
El resultado del fiasco para WhatsApp no ser¨¢ de momento tr¨¢gico, pero han abierto una v¨ªa para que mucha gente pruebe otras aplicaciones. Y en el efecto red hay algo b¨¢sico: no es lo mismo combatir una aplicaci¨®n diminuta que una mediana. Si la aplicaci¨®n rival tiene un mill¨®n de usuarios y los multiplica por cinco llega a cinco millones, pero si ya tiene 50 millones y crece por cinco, se pone a otro nivel. Y esto puede ocurrir si hay m¨¢s errores de Facebook. No destronar¨¢n a WhatsApp, pero quiz¨¢ el objetivo ya no sea solo ese. ¡°Esto puede servir para, primero, concienciar sobre el poder del grupo Facebook en nuestras comunicaciones¡±, dice Ricardo Pab¨®n, director de marketing de Uber Espa?a. ¡°Segundo, para poner la privacidad como una prioridad, y tercero, para diversificar igual que ocurre con las redes sociales. Dicho esto, WhatsApp seguir¨¢ siendo el producto central, m¨¢s si cabe cuando enriquezca su experiencia con micropagos y canales de empresas¡±.
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