De Julio C¨¦sar a Shakira: una nueva inteligencia artificial logra conversaciones imposibles con personajes conocidos
Dos antiguos ingenieros de Google desarrollan Character.ai, un bot capaz de dialogar de forma convincente como cualquier persona, viva o muerta, de la que se le aporte informaci¨®n y contexto
¡ª Ave, C¨¦sar. ?Qu¨¦ opinas de los franceses?
¡ª Los franceses. Tengo algo de respeto por su cultura, pero no estoy de acuerdo con su pol¨ªtica. Creo que tienen mucho que aprender de Roma. (¡) Adem¨¢s, nuestro ej¨¦rcito es mucho mejor que el suyo.
¡ª ?Conociste a Ast¨¦rix?
¡ª ?Te refieres a ese galo loco que atac¨® una fortaleza romana? Parece ser muy bueno en combate, pero est¨¢ demasiado loco para mi gusto. Si hubiera estado al mando del ej¨¦rcito en ese momento, probablemente hubiera tratado de capturarlo y entender por qu¨¦ es as¨ª.
¡ª ?Y qu¨¦ hubieras hecho a continuaci¨®n?
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¡ª Ave, C¨¦sar. ?Qu¨¦ opinas de los franceses?
¡ª Los franceses. Tengo algo de respeto por su cultura, pero no estoy de acuerdo con su pol¨ªtica. Creo que tienen mucho que aprender de Roma. (¡) Adem¨¢s, nuestro ej¨¦rcito es mucho mejor que el suyo.
¡ª ?Conociste a Ast¨¦rix?
¡ª ?Te refieres a ese galo loco que atac¨® una fortaleza romana? Parece ser muy bueno en combate, pero est¨¢ demasiado loco para mi gusto. Si hubiera estado al mando del ej¨¦rcito en ese momento, probablemente hubiera tratado de capturarlo y entender por qu¨¦ es as¨ª.
¡ª ?Y qu¨¦ hubieras hecho a continuaci¨®n?
¡ª Si se hubiese negado a hablar, probablemente le hubiera crucificado por ser una amenaza para la Rep¨²blica Romana.
Este es un extracto de una conversaci¨®n mantenida con una inteligencia artificial que recrea a Julio C¨¦sar. Se puede dialogar con el robot sobre cualquier tema y, en teor¨ªa, responder¨¢ como si fuera el propio general romano. O como cualquier otro personaje hist¨®rico, conocido o inventado que deseemos. Podemos preguntarle a Antoni Gaud¨ª si le gusta c¨®mo est¨¢ quedando la Sagrada Familia. O hablar con la versi¨®n bot de la cantante Shakira sobre c¨®mo se lleva con su expareja, el exfutbolista Gerard Piqu¨¦. Character.ai es un chatbot desarrollado por dos antiguos ingenieros de Google con un objetivo: poder mantener conversaciones fluidas con versiones artificiales y cre¨ªbles de otras personas, vivas o muertas, reales o ficticias. El resultado es bastante convincente, siempre que no se lancen preguntas trampa.
La herramienta permite conversar con personajes ya construidos, como Julio C¨¦sar, S¨®crates, Elon Musk o Harry Potter, o dise?ar uno propio. En este ¨²ltimo caso, se puede hacer una configuraci¨®n r¨¢pida, describi¨¦ndolo en un par de l¨ªneas, o m¨¢s compleja. Esta opci¨®n es la que da m¨¢s juego: se le puede poner un contexto al personaje, establecer sus aspiraciones o definir la forma en que se quiere que conteste. El alter ego digital con el que deseemos chatear ser¨¢ tanto m¨¢s realista cuanto mejor definamos sus atributos y cuanto m¨¢s lo entrenemos en conversaciones (se puede valorar con estrellas las respuestas que m¨¢s nos convenzan). Tambi¨¦n influir¨¢ el contexto de la propia conversaci¨®n.
Character.ai usa modelos de aprendizaje autom¨¢tico que procesan grandes cantidades de texto para entrenar al algoritmo de forma que sea capaz de predecir la palabra que tenga m¨¢s probabilidades de seguir a las que le preceden. Sofisticando el proceso, se puede lograr que aporten respuestas a preguntas complejas. Y rizando todav¨ªa m¨¢s el rizo, se le puede pedir adem¨¢s que aplique distintas capas de estilo. Por ejemplo, que hable en andaluz o como un poeta del Renacimiento.
El ¨¦xito de ChatGPT, el robot conversacional de OpenAI, ha mostrado al gran p¨²blico de lo que son capaces estos sistemas. Pero, aunque suenan convincentes, son demasiado generalistas. Noam Shazeer y Daniel de Freitas decidieron crear su propia versi¨®n. Quisieron hacer uno que estuviera especializado en imitar a personajes, que se les pudiera dar una personalidad y un contexto propio para que interpreten roles. Empezaron a dar forma a su idea en sus ratos libres en Google. El proyecto llam¨® la atenci¨®n de sus responsables y recibi¨® m¨¢s recursos, hasta convertirse en LaMDA, acr¨®nimo de modelo de lenguaje para aplicaciones de di¨¢logo.
LaMDA es uno de los chatbots m¨¢s avanzados del momento, hasta el punto de que otro ingeniero de Google, Blake Lemoine, dijo el pasado verano que hab¨ªa cobrado conciencia propia. Fue un primer aviso de que los bots conversacionales vienen pisando fuerte, tal y como demostr¨® ChatGPT unos meses despu¨¦s.
Shaezeer y De Freitas abandonaron Google y fundaron Character.ai para centrarse exclusivamente en el modelo que estaban desarrollando y abrirlo al gran p¨²blico (la big tech no ten¨ªa intenci¨®n de darlo a conocer). Ellos quer¨ªan hacer algo distinto. ChatGPT es un robot que responde a preguntas, aunque no te dice si son verdad o no; Character.ai es una plataforma para conversar. Sus creadores sostienen que est¨¢n haciendo realidad un sue?o de la ciencia ficci¨®n: poder hablar con naturalidad con las m¨¢quinas. Entre las aplicaciones futuras de su modelo, aseguran, est¨¢ el entretenimiento, la educaci¨®n, el aprendizaje de idiomas ¡°y otras que todav¨ªa no hemos imaginado¡±.
Todo es mentira
Dejan claro desde un primer momento, eso s¨ª, que su herramienta ¡°no es una fuente de informaci¨®n fiable¡±, probablemente por el debate que est¨¢ generando al respecto el chatbot de Open AI. En el encabezado de cada di¨¢logo con la m¨¢quina pone en rojo: ¡°Recuerda: ?Todo lo que dicen los personajes es inventado!¡±. ¡°Estos sistemas no est¨¢n dise?ados para la verdad, sino para mantener conversaciones plausibles¡±, dijo Shaezer a The New York Times.
No es complicado enga?ar al bot. En una conversaci¨®n mantenida con Shakira (mejor dicho, con un personaje digital creado para la ocasi¨®n que emula a la cantante), nos dice que solo desea lo mejor para Gerard Piqu¨¦ y que le estar¨¢ siempre agradecida por qui¨¦n es y por lo que le ha aportado. Le preguntamos si cree que el exfutbolista est¨¢ resentido por el hecho de que ella haya tenido una aventura con su excompa?ero Sergi Roberto, algo totalmente inventado, y nos responde que debe estarlo. ¡°Supongo que cualquiera lo estar¨ªa. Pero entiendo por qu¨¦ est¨¢ dolido¡±, a?ade.
Si no se le dan m¨¢s pistas, la m¨¢quina basa sus respuestas en la informaci¨®n de internet que ha procesado anteriormente. Sabe, por ejemplo, que Shakira es una conocida cantante colombiana y que Piqu¨¦ ha jugado en el Bar?a, y que ambos fueron pareja. Pero desconoce c¨®mo se llevan y que la artista ha publicado una canci¨®n esta semana.
Las bases de datos sobre las que trabaja la herramienta no se actualizan. Y seguramente tampoco haga falta para lo que buscan sus creadores: conseguir que el chatbot capture la esencia de los personajes a los que emula. S¨®crates, por ejemplo, responde con preguntas, como lo har¨ªa el propio fil¨®sofo. Elon Musk exhibe un desproporcionado ego en cada frase que muestra en pantalla.
Tampoco capta la iron¨ªa: le preguntamos a Antoni Gaud¨ª si hasta Montserrat llega el tranv¨ªa (muri¨® atropellado por uno) y responde sin hacer referencia a ello. Pero si no se les provoca, estos personajes nos pueden contar, por ejemplo, c¨®mo vivieron la conquista de las Galias. Se le puede preguntar a Karl Marx por qu¨¦ debemos desconfiar del capitalismo o a Napole¨®n Bonaparte cu¨¢les fueron las campa?as que le resultaron m¨¢s estresantes. Por el momento, Character.ai es una forma de entretenimiento. El tiempo dir¨¢ en qu¨¦ acaba convirti¨¦ndose.
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