¡®Sniffers¡¯: as¨ª son los drones ¡®olfateadores¡¯ para medir la contaminaci¨®n mar¨ªtima en Europa
Estos aparatos han realizado m¨¢s 200 mediciones de gases en tres despliegues en lo que va de a?o
La Agencia Europea de Seguridad Mar¨ªtima (AESM) tiene en marcha con un programa de drones a los que llaman sniffers, olfateadores, que miden in situ las emisiones de los barcos que cruzan las aguas europeas y tambi¨¦n en puerto. Los drones vuelan hasta la pluma, la estela oscura y t¨®xica de gases de la quema del combustible, la atraviesan y toman muestras que analizan unos sensores de gases, ¨®xidos de azufre y nitr¨®geno fundamentalmente, que llevan a bordo. Los drones pueden despegar desde buques o tierra firme en todo tipo de condiciones: mala mar ¡ªhay un mont¨®n de videos en YouTube con despegues o aterrizajes impresionantes¡ª, fr¨ªo, calor, alta humedad y, ante la ausencia de un piloto humano y vulnerable, en medios extremos como la estela t¨®xica.
¡°Normalmente, los buques se inspeccionan cuando llegan a puerto y se puede comprobar qu¨¦ tipo de combustible ha estado utilizando. La cuesti¨®n es que tienen m¨²ltiples tanques con m¨²ltiples combustibles, por lo que en puerto sigue siendo dif¨ªcil averiguar cu¨¢l ha sido su comportamiento en alta mar. Con un dron se les puede pillar en el momento¡±, cuenta Leendert Bal, jefe del departamento de Seguridad, Protecci¨®n y Vigilancia de la AESM en este v¨ªdeo.
Para medir las emisiones en rutas mar¨ªtimas, la AESM utiliza helic¨®pteros de tama?o medio, de unos 200 kilos, y cuadric¨®pteros ligeros, de unos 15 kilos, para los puertos. Tambi¨¦n cuenta con once cuadric¨®pteros ligeros que est¨¢n standby a bordo de los buques de su flota de respuesta a vertidos de petr¨®leo. Los helic¨®pteros pueden estar en el aire unas seis horas¡ªun piloto humano se cansar¨ªa mucho antes¡ª, pero su alcance se limita a unos 40 km desde las estaciones de control por la necesidad de volar bajo para estar cerca de la pluma de los buques y por la sombra sobre la se?al debido a la curvatura de la Tierra. Los cuadric¨®pteros se mantienen unos 50 minutos en el aire. 30 minutos despu¨¦s de las mediciones de estos sniffers, el sistema de intercambio de informaci¨®n Thetis de la Uni¨®n Europea recibe un informe de emisiones que ayuda a los inspectores portuarios a seleccionar los buques que deben inspeccionar.
En lo que va de a?o, estos drones han realizado m¨¢s 200 mediciones de gases en tres despliegues: el canal de la Mancha, en una operaci¨®n conjunta entre Francia y B¨¦lgica, en el Mar B¨¢ltico, a bordo de la patrullera Potsdam de la polic¨ªa federal alemana, y en el Puerto de Barcelona, bajo el control de la Direcci¨®n General de la Marina Mercante. Tambi¨¦n pueden estar equipados con otros instrumentos y servir para m¨¢s tareas, por ejemplo, c¨¢maras electro¨®pticas para obtener pruebas fotogr¨¢ficas de la actividad de un buque o detectar vertidos; y c¨¢maras infrarrojas t¨¦rmicas para analizar la forma de la pluma, seguir la evoluci¨®n de incendios, localizar personas en peligro durante el d¨ªa o la noche¡ Los drones a bordo de la patrullera Postdam, por ejemplo, combinaron el control de emisiones con tareas de vigilancia. El programa cuenta con un presupuesto total de unos cuatro millones de euros anuales.
La cuesti¨®n de la contaminaci¨®n mar¨ªtima es un problema en ascenso. El 80% del transporte de mercanc¨ªas del mundo tiene lugar por mar lo que genera el 13% de las emisiones anuales de ¨®xidos de nitr¨®geno (NOx), el 12% de las de ¨®xidos de azufre (SOx) y el 3% de los gases de efecto invernadero, adem¨¢s de part¨ªculas en suspensi¨®n. Seg¨²n un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), habr¨ªa sido responsable de unas 265.000 muertes prematuras en todo el mundo en 2020. Este n¨²mero representa el 0,5% de la mortalidad mundial, lo que puede parecer poco, pero la previsi¨®n es que la demanda mundial de comercio mar¨ªtimo crezca un 40% para 2050.
Natalie Mueller, epidemi¨®loga ambiental del ISGlobal y autora del estudio, explica que las zonas costeras europeas parecen ser las m¨¢s afectadas del mundo, ¡°aunque tambi¨¦n las m¨¢s estudiadas, por su cercan¨ªa a rutas mar¨ªtimas tan transitadas como el Estrecho de Gibraltar, el mar B¨¢ltico o el mar del Norte¡±. Adem¨¢s, alrededor del 40% de los europeos viven a menos de 50 kil¨®metros de alguno de los mares que nos rodean.
La normativa de las emisiones es m¨¢s estricta en el caso del azufre dada su alta toxicidad. La Uni¨®n Europea y la Organizaci¨®n Mar¨ªtima Internacional limitan su contenido en combustibles marinos al 0,5 %, y al 0,1 % en las llamadas zonas ECAs, zonas de control de emisiones. ¡°Aunque nuestro programa de drones no confirma directamente el incumplimiento de la directiva de azufre, ayuda a las autoridades portuarias a seleccionar los buques que deben inspeccionarse y a proceder a las pruebas de laboratorio necesarias para posibles sanciones¡±, explica la AESM.
La principal limitaci¨®n del uso de drones es, precisamente, volar. Todav¨ªa no hay ning¨²n dron certificado en Europa y para poder alzar el vuelo necesitan permisos espec¨ªficos que la Agencia Europea de Seguridad A¨¦rea concede para cada operaci¨®n. En la mayor¨ªa de los casos, los permisos se conceden con importantes limitaciones como tener que segregar el espacio a¨¦reo, es decir, los drones no pueden volar junto a otras aeronaves y hay que bloquear una parte, algo as¨ª como poner una jaula imaginaria al cielo.
Para la AESM, ¡°la normativa de la AESA se ha aplicado con ¨¦xito y eficacia en nuestras operaciones durante los dos ¨²ltimos a?os, salvo en lo que respecta a la necesidad de segregar el espacio a¨¦reo. Esto podr¨ªa evitarse con sistemas de detecci¨®n y evitaci¨®n, pero, por desgracia, actualmente no est¨¢n disponibles para drones¡±. Adem¨¢s, la normativa abarca solo las aguas europeas. A partir de las doce millas n¨¢uticas desde las costas se entra en aguas internacionales donde se aplica el Convenio sobre Aviaci¨®n Civil Internacional que data de 1944 y, l¨®gicamente, no est¨¢ dise?ado para una tecnolog¨ªa que entonces no exist¨ªa. ¡°Para drones civiles no certificados, esto plantea problemas adicionales¡±, concluyen.
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