La diversidad s¨ª importa en las empresas

Que el 40% del desperdicio alimentario que cada a?o hay en el mundo se concentre justo despu¨¦s de la cosecha no es casualidad. Es precisamente durante esas semanas cuando las frutas y verduras de aspecto feo ¨Caquellas que no se ajustan a las exigencias est¨¦ticas ni a las normas fijadas para su venta por la administraci¨®n¨C acaban en los vertederos. Una pr¨¢ctica atroz, si tenemos en cuenta que cerca de 690 millones de personas pasan hambre en el mundo y que anualmente alrededor de 1.300 millones de toneladas de comida apta para el consumo humano termina en la basura. Para evitar este problema, la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO, por sus siglas en ingl¨¦s) ha propuesto varias ideas. Una de ellas pasa por ¡°dejar de lado los prejuicios, y comprar frutas y verduras feas¡± o de forma irregular, porque ¡°son igual de buenas, pero un poco diferentes¡±.

En la UE, el movimiento Ugly Food (comida fea) apoya el consumo de frutas y hortalizas de aspecto poco agraciado. La idea es cambiar la mentalidad del consumidor y ayudarle a llenar la cesta de la compra con alimentos a precio rebajado. Porque un producto que se rechaza por cuestiones est¨¦ticas es igual de nutritivo y de seguro. Ya existen cadenas de supermercados europeas, tambi¨¦n en Espa?a, que venden estos alimentos m¨¢s baratos. En otros pa¨ªses como EE UU, Canad¨¢ y Australia, multitud de comercios han adoptado medidas similares para evitar que las frutas y verduras menos atractivas acaben pudri¨¦ndose en los contenedores.

Precisamente ¡°hambre cero¡± es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas en su Agenda 2030. Su intenci¨®n es ¡°poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutricio?n, y promover la agricultura sostenible¡± a lo largo de esta d¨¦cada.

M¨¢s de 700 millones de personas en todo el mundo viven con 1,59 euros diarios, por debajo del umbral de pobreza internacional. Adem¨¢s, la pandemia amenaza con sumar otros 500 millones de pobres en los pr¨®ximos a?os

El segundo cap¨ªtulo del ciclo Radar Desarrollo Sostenible, una iniciativa de El Pa¨ªs Retina con la colaboraci¨®n de Banco Santander, pone el foco en las personas y aborda los cinco primeros ODS: fin de la pobreza, hambre cero, salud y bienestar, educaci¨®n de calidad e igualdad de g¨¦nero. Esta entrega se enmarca dentro de Visi¨®n Radar Pyme, un proyecto que hasta final de a?o mostrar¨¢ a los lectores de El PA?S una mirada a los futuros posibles y al impacto que las decisiones que tomemos hoy tendr¨¢n en el mundo del ma?ana.

Defender a los m¨¢s vulnerables

¡°Garantizar la protecci¨®n social de todos los ni?os y otros grupos vulnerables resulta crucial para reducir la pobreza¡±, defiende el ODS 1. M¨¢s de 700 millones de personas en todo el mundo (el 10% de los habitantes del planeta) viven con 1,90 d¨®lares diarios (1,59 euros), por debajo del umbral de pobreza internacional. Por eso es una prioridad asegurar que todos los hombres y mujeres, en particular los que pertenecen a los colectivos m¨¢s fr¨¢giles, tengan los mismos derechos a los recursos econ¨®micos que el resto de la poblaci¨®n. Reducir esta vulnerabilidad es fundamental, m¨¢s a¨²n en la era poscovid, ya que la pandemia amenaza con sumar otros 500 millones de pobres en los pr¨®ximos a?os.

Hace casi cuatro d¨¦cadas, el psic¨®logo Crist¨®bal Col¨®n puso en marcha, en la comarca de La Garrotxa (Girona), un proyecto pionero que hoy se estudia en las escuelas de negocios de medio mundo. La cooperativa La Fageda es una f¨¢brica de yogures y de productos l¨¢cteos en la que buena parte de su plantilla est¨¢ integrada por personas adultas con discapacidad ps¨ªquica o trastornos mentales severos, j¨®venes sin estudios que nunca antes hab¨ªan trabajado y parados de larga duraci¨®n, entre otros colectivos vulnerables.

Col¨®n hab¨ªa ejercido durante m¨¢s de 10 a?os en hospitales psiqui¨¢tricos y se dio cuenta de que el trabajo real en una empresa es una herramienta muy potente para rehabilitar a personas que, debido a su enfermedad, estaban estigmatizadas por la sociedad y carec¨ªan por completo de individualidad y autoestima. Hoy La Fageda factura algo m¨¢s de 26 millones de euros, produce 97 millones de unidades de yogures y postres, y cuenta con 2,8 millones de consumidores. Unas cifras que convierten a la marca en una referencia en Catalu?a, donde compite con los grandes actores del sector l¨¢cteo.

Adem¨¢s de ofrecerles un puesto de trabajo estable, el proyecto incluye la creaci¨®n de nuevos servicios para atender todas sus necesidades (a trav¨¦s de residencias, terapia ocupacional, actividades de ocio y voluntariado¡­). ¡°Contar con trabajadores de este perfil ayuda a que las organizaciones tomen conciencia de las diferentes capacidades que tenemos las personas, y que todas son v¨¢lidas¡±, apunta la directiva de La Fageda, S¨ªlvia Dom¨¨nech. ¡°Desarrolla un sentido muy profundo de la responsabilidad y de la mirada hacia el otro. Genera compromiso, sentido de pertenencia y un inmenso respeto a la diversidad. Y todo ello propicia una red de relaciones s¨®lidas y cohesionadas¡±, a?ade.

Precisamente la gesti¨®n de la diversidad es un elemento cada vez m¨¢s importante para el buen funcionamiento de las organizaciones empresariales, sea cual sea su tama?o. D¨ªa a d¨ªa, m¨¢s compa?¨ªas son conscientes de que contar con diferentes plantillas y equipos (de distintas culturas, edades, trayectorias, formas de pensar¡­) favorece sus procesos creativos y la toma de decisiones, fomenta la innovaci¨®n y repercute de manera positiva en su rentabilidad. ¡°Tambi¨¦n ayuda a retener el talento. Nadie quiere trabajar en una empresa en la que se puede discriminar a alguien debido a su g¨¦nero, edad, procedencia¡­ La gente busca aquellas que fomenten la meritocracia y permitan que los mejores crezcan¡±, sostiene la responsable de Gesti¨®n del Talento y Movilidad Internacional de Banco Santander, Bel¨¦n Cano.

Contar con trabajadores de este perfil ayuda a que las organizaciones tomen conciencia de las diferentes capacidades que tenemos las personas, y que todas son v¨¢lidas

S¨ªlvia Dom¨¨nech, directiva de La Fageda

Esta entidad financiera es consciente de que la diversidad es el reflejo de la sociedad. Por eso, si una corporaci¨®n cuenta con perfiles de empleados muy similares es que algo est¨¢ haciendo mal. ¡°Aparte, es leg¨ªtimo no discriminar a nadie y que la empresa sea ¨¦tica y justa¡±, a?ade Cano.

Mujeres en el punto de mira

¡°Poner fin a todas las formas de discriminaci¨®n contra las mujeres y ni?as no es solo un derecho humano b¨¢sico, sino que adem¨¢s es crucial para el desarrollo sostenible¡±, sostiene el ODS n¨²mero 5 a favor de la igualdad de g¨¦nero. Pese a los avances en pol¨ªticas de igualdad llevados a cabo en los ¨²ltimos a?os en muchos pa¨ªses, las cifras demuestran el abismo entre g¨¦neros: una de cada tres mujeres ha experimentado violencia f¨ªsica o sexual, casi 750 millones se casan antes de cumplir los 18 a?os, la brecha salarial es sangrante (en Espa?a asciende casi a 6.000 euros de media) y el paro golpea m¨¢s a ellas que a ellos (cerca del 60% del desempleo registrado en nuestro pa¨ªs es femenino).

Son solo algunos de los datos que demuestran todo el camino que queda por delante para poner fin a la discriminaci¨®n. Lo saben bien las dos fundadoras de Komvida, la primera marca de kombucha de Espa?a, que desde el principio han apostado por el talento y la mano de obra femenina para poner en marcha su proyecto en Fregenal de la Sierra, un pueblo de Badajoz. El 84% de sus 63 empleados son mujeres, y muchas han firmado aqu¨ª su primer contrato laboral.

¡°Es una prioridad ofrecer una oportunidad a las mujeres que quieren vivir y trabajar en el entorno rural. Queremos contribuir de alguna manera a acabar con ese drama de la Espa?a vaciada¡±, admite Beatriz Magro, alma mater de Komvida junto a su socia Nuria Morales.

Somos capaces de todo, al igual que los hombres. No hay nada que no podamos hacer

Beatriz Magro, fundadora de Komvida

Para ellas, impulsar la econom¨ªa local en una comarca rural en la que la tasa de desempleo femenino alcanza el 60% era prioritario. ¡°Contribuimos a generar riqueza en nuestra zona, que ya en s¨ª es un sue?o. Nos tomamos muy en serio el bienestar de nuestras trabajadoras y queremos que se ponga en valor lo capaces que somos para sacar las cosas adelante¡±, insiste Magro. La emprendedora lamenta el complejo de inferioridad que, durante tantos a?os, se ha inculcado a muchas mujeres, cuando la realidad es bien distinta. ¡°Somos capaces de todo, al igual que los hombres¡±, sostiene. De sus trabajadoras destaca la coherencia en el puesto de trabajo, el tes¨®n, su capacidad de aprender y trabajar, el compa?erismo, su valent¨ªa, el liderazgo¡­ ¡°No hay nada que no podamos hacer¡±, sentencia.