Los informativos
La primera sensaci¨®n es que el morbo es el due?o de la casa. El otro rasgo com¨²n es la reiteraci¨®n: tertulias, telediarios y programas especiales dicen todos lo mismo
Superadas las dos primeras semanas del estado de alarma por el coronavirus, es tiempo, pues, de intentar hacer uno de los posibles balances del inicial tratamiento de la pandemia en los informativos de las televisiones generalistas.
Y la primera sensaci¨®n es que el morbo es el due?o de la casa. Todos los informativos desgranan d¨ªa tras d¨ªa el n¨²mero de muertos, de hospitalizados y de altas hospitalarias, y lo repiten seis o siete veces. A?aden lo fatal que van las Bolsas y el apocalipsis laboral para conseguir que el espectador se tranquilice. Naturalmente, si en una residencia de ancia...
Superadas las dos primeras semanas del estado de alarma por el coronavirus, es tiempo, pues, de intentar hacer uno de los posibles balances del inicial tratamiento de la pandemia en los informativos de las televisiones generalistas.
Y la primera sensaci¨®n es que el morbo es el due?o de la casa. Todos los informativos desgranan d¨ªa tras d¨ªa el n¨²mero de muertos, de hospitalizados y de altas hospitalarias, y lo repiten seis o siete veces. A?aden lo fatal que van las Bolsas y el apocalipsis laboral para conseguir que el espectador se tranquilice. Naturalmente, si en una residencia de ancianos, p¨²blica o privada, el n¨²mero de v¨ªctimas es desproporcionado, los informativos har¨¢n un esfuerzo para cubrir ampliamente el hecho con los familiares. Y si, adem¨¢s, un grupo de miserables apedrean un autob¨²s que traslada a ancianos desde una residencia a otra localidad para desinfectarla, pues mejor que mejor. As¨ª se pueden hacer comentarios simplones sobre las ventajas de la solidaridad y condenar a unos insolidarios que alcanzan un protagonismo inmerecido gracias precisamente a los informativos. M¨¦dicos ha habido que han recomendado a sus pacientes dejar de ver la televisi¨®n.
El otro rasgo com¨²n es la reiteraci¨®n. Tertulias, telediarios y programas especiales dicen todos lo mismo una y otra vez. Es probable que no sea f¨¢cil descubrir alg¨²n enfoque novedoso del problema pero repetir lo ya dicho s¨®lo se justifica para cubrir la parrilla y saturar a la ciudadan¨ªa. Se presta atenci¨®n a las banales declaraciones de los pol¨ªticos y, naturalmente, los tertulianos aportan desde sus domicilios su grano de arena con recomendaciones para superar la posible angustia dom¨¦stica o mejorar nuestra higiene cotidiana, cuando no reproducen, sin citar, informaciones ajenas. ?Qu¨¦ ser¨ªa de Espa?a sin ellos?