¡®Hollywood¡¯, la serie sobre la f¨¢brica de sue?os
Son siete cap¨ªtulos con una potente producci¨®n en los que se narra el cuento de la lechera de un grupo de j¨®venes que aspiran a triunfar en una ciudad dominada por el racismo y la homofobia
¡°Babilonia de celuloide, gloriosa, fascinante, ciudad delirante, fr¨ªvola, seria, audaz y ambiciosa¡±. As¨ª comienza Kenneth Anger su libro Hollywood Babilonia, un texto que habr¨¢n tenido en cuenta Ryan Murphy e Ian Brennan, los creadores de la serie Hollywood (Netflix). Siete cap¨ªtulos con una potente producci¨®n en los que se narra el cuento de la lechera de un grupo de j¨®venes que aspiran a triunfar y que, naturalmente, tendr¨¢n que dedicarse a otros trabajos hasta que les llegue su oportunidad en una ciudad dominada por el racismo, la homofobia y los esc¨¢ndalos sexuales.
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¡°Babilonia de celuloide, gloriosa, fascinante, ciudad delirante, fr¨ªvola, seria, audaz y ambiciosa¡±. As¨ª comienza Kenneth Anger su libro Hollywood Babilonia, un texto que habr¨¢n tenido en cuenta Ryan Murphy e Ian Brennan, los creadores de la serie Hollywood (Netflix). Siete cap¨ªtulos con una potente producci¨®n en los que se narra el cuento de la lechera de un grupo de j¨®venes que aspiran a triunfar y que, naturalmente, tendr¨¢n que dedicarse a otros trabajos hasta que les llegue su oportunidad en una ciudad dominada por el racismo, la homofobia y los esc¨¢ndalos sexuales.
Y todo ello entremezclado con un talento que deslumbr¨® al mundo.Por all¨ª surgen agentes desp¨®ticos (el Sheldon Cooper de Big Bang Theory), Cukor, Tallulah Bankhead (Mira Sorvino), Rock Hudson o la Mammy y Vivien Leigh que se llev¨® el viento, entre otros. Grandes fiestas, grandes mansiones, grandes sue?os en torno al deseo de adaptar al cine la desgraciada vida de Peg Entwistle, la actriz que se suicid¨® a los 24 a?os de edad, lanz¨¢ndose desde la H del letrero de Hollywoodland.
Una serie entretenida e inmisericorde que gener¨® fobias y filias y que podr¨ªa resumirse en una frase de Billy Wilder: ¡°Del mismo modo que todo el mundo odia a Estados Unidos, todo Estados Unidos odia a Hollywood. Existe el profundo prejuicio de que todos nosotros somos tipos superficiales que ganamos diez mil d¨®lares a la semana y que no pagamos impuestos; que nos tiramos a todas las chicas; que tenemos profesores en casa que dan clases a nuestros hijos de c¨®mo subirse a los ¨¢rboles; que cada uno de nosotros tiene diecis¨¦is criados y que todos conducimos un Maserati. Pues s¨ª, todo esto es verdad. ?Aunque os mur¨¢is de envidia!¡±.