¡®Casi feliz¡¯, el ¨¦xito argentino de bajo presupuesto

Sebasti¨¢n conduce un programa de radio y es (relativamente) famoso. Un fan acaba de decirle en la calle que lo escucha ¡°un poco apagado¡± al aire. Sebasti¨¢n no lo toma muy en serio, pero luego su cabeza asume la cr¨ªtica y llama a su productor con tono de reclamo. Del otro lado de la l¨ªnea le dicen que se relaje, que esa tarde entrevistar¨¢ en vivo al exBeatle Paul McCartney. Sebasti¨¢n se enciende y quiere tocar el cielo. Levanta los brazos en medio del gent¨ªo de la calle Florida de Buenos Aires, baila con los transe¨²ntes y grita un gol imaginario del Atlanta, la pasi¨®n de su vida. Est¨¢ feliz. O ...

Sebasti¨¢n conduce un programa de radio y es (relativamente) famoso. Un fan acaba de decirle en la calle que lo escucha ¡°un poco apagado¡± al aire. Sebasti¨¢n no lo toma muy en serio, pero luego su cabeza asume la cr¨ªtica y llama a su productor con tono de reclamo. Del otro lado de la l¨ªnea le dicen que se relaje, que esa tarde entrevistar¨¢ en vivo al exBeatle Paul McCartney. Sebasti¨¢n se enciende y quiere tocar el cielo. Levanta los brazos en medio del gent¨ªo de la calle Florida de Buenos Aires, baila con los transe¨²ntes y grita un gol imaginario del Atlanta, la pasi¨®n de su vida. Est¨¢ feliz. O Casi feliz.

As¨ª se llama la nueva apuesta de producci¨®n argentina de Netflix, una comedia amable de 10 cap¨ªtulos ideales para ver en marat¨®n durante la cuarentena por el coronavirus. No le ha ido mal. Casi feliz se estren¨® el 1 de mayo y en seguida se convirti¨® en lo m¨¢s visto en Argentina. El Sebasti¨¢n de Casi Feliz es Sebasti¨¢n Wainraich, un guionista, actor y conductor de radio de fama en Argentina que tiene mucho que ver con el personaje que ha creado para esta ficci¨®n. ¡°No soy yo¡±, aclara Wainraich, pero admite que hay un ¡°mundo en com¨²n, la radio¡±, que ha acelerado la empat¨ªa con el p¨²blico argentino.

Sebasti¨¢n est¨¢ divorciado de Pilar, interpretada por Natalie P¨¦rez, y tiene mellizos. La separaci¨®n ha sido en buenos t¨¦rminos, tanto que la tensi¨®n sexual entre la pareja atraviesa toda la ficci¨®n. El conflicto no resuelto hilvana los padecimientos del protagonista, un hombre ¡°en la mitad de la vida¡±, como en La divina comedia, que parece siempre inc¨®modo con la realidad. ¡°Cuando pensamos el personaje, pasamos por el lugar com¨²n de que sea una especie de Woody Allen, pero despu¨¦s le dimos un perfil m¨¢s nost¨¢lgico, m¨¢s porte?o¡±, explica el director de la serie, Hern¨¢n Guerschuny. Tal vez por eso la historia ha pegado con tanta fuerza entre el p¨²blico argentino.

¡°El mundo lo creamos con Hern¨¢n y quisimos que fuera puntual y localista, a pesar de que alguien podr¨ªa decir que es un peligro para una serie en Netflix. Pero yo creo en esa m¨¢xima que dice ¡®pinta tu aldea y pintar¨¢s el mundo¡¯. Tambi¨¦n ten¨ªa claro que fuese una comedia¡±, dice Wainraich. El localismo no fue, finalmente un problema para la plataforma, que encontr¨® en Casi feliz una nueva estrategia comercial. ¡°Al principio nos ped¨ªan que la historia viajara, que fuera universal. Pero cuando leyeron los guiones nos dijeron ¡®sigan haciendo eso¡¯. Ahora el objetivo es que funcione bien en Argentina, tener series muy locales y que eso llame la atenci¨®n de otros pa¨ªses¡±, explica Guerschuny.

En tiempo de cuarentena, Casi feliz puede ser un salvavidas efectivo. La comedia levanta el humor y recuerda que hace solo semanas com¨ªamos un asado con amigos o celebr¨¢bamos los cumplea?os. Su ¨¦xito servir¨¢ tambi¨¦n para dar visibilidad a la producci¨®n argentina, de buena calidad pero siempre lastrada por la falta de dinero. Sin apoyo oficial y crisis econ¨®micas recurrentes, filmar en Buenos Aires es un trabajo heroico.

Netflix apenas tiene hoy en cartel productos argentinos, los m¨¢s conocidos Puerta 7 o Apache, la serie que cuenta la vida del futbolista Carlos Tevez. ¡°Casi feliz es una apuesta m¨¢s chica y con menos presupuesto, a la que parad¨®jicamente le est¨¢ yendo muy bien. Ojal¨¢ esto abra la puerta a otros productos, porque este es un momento muy complicado para las producciones nacionales¡±, dice Guerschuny, el director. La apuesta ha funcionado.