Una serie para el finde: la educaci¨®n espa?ola est¨¢ enferma
El drama juvenil de TVE ¡®HIT¡¯ ha trasladado al horario de m¨¢xima audiencia el debate sobre el sistema educativo
Los alumnos del colegio Anne Frank est¨¢n enfermos. O al menos ese es el diagn¨®stico de Hugo Ibarra, HIT, un profesor con t¨¦cnicas pedag¨®gicas un tanto alternativas que ahora se dedica a acudir a debates y dar charlas TED. A ¨¦l recurre la directora del colegio cuando la situaci¨®n en el centro se ha ido definitivamente de las manos. Por desgracia, HIT tambi¨¦n tiene sus propios problemas (alcoholismo, traumas varios¡) y una personalidad complicada. Su propuesta es aislar a los elementos contaminados (los alumnos conflictivos) y tratarlos de forma separada al resto.
En un a?o que ha ...
Los alumnos del colegio Anne Frank est¨¢n enfermos. O al menos ese es el diagn¨®stico de Hugo Ibarra, HIT, un profesor con t¨¦cnicas pedag¨®gicas un tanto alternativas que ahora se dedica a acudir a debates y dar charlas TED. A ¨¦l recurre la directora del colegio cuando la situaci¨®n en el centro se ha ido definitivamente de las manos. Por desgracia, HIT tambi¨¦n tiene sus propios problemas (alcoholismo, traumas varios¡) y una personalidad complicada. Su propuesta es aislar a los elementos contaminados (los alumnos conflictivos) y tratarlos de forma separada al resto.
En un a?o que ha puesto a prueba la capacidad del sistema educativo para reinventarse, la serie de La 1 HIT ha invitado a recapacitar en prime time sobre la formaci¨®n que se imparte a los j¨®venes. Los protagonistas de esta historia sufren diversos problemas, desde adicciones hasta marginaci¨®n, bullying, desidia o egolatr¨ªa, y la formaci¨®n que se imparte en los colegios e institutos, sostiene la serie, no es la apropiada para ayudarles a crecer como personas. A trav¨¦s de este grupo de alumnos y la relaci¨®n que establecen con su nuevo profesor, la serie se atreve a mostrar de forma cruda y directa asuntos que afectan al d¨ªa a d¨ªa de los adolescentes. La combinaci¨®n de drama y reflexiones pedag¨®gicas funciona bien en los 10 episodios de la primera temporada (ya completa y disponible bajo demanda en RTVE.es), y hace que en pocos cap¨ªtulos el espectador se encari?e con los personajes mientras que la trama habla de sexualidad, relaciones t¨®xicas, violencia o pol¨ªtica.
Un Daniel Grao en estado de gracia (comenz¨® el a?o con la muy destacable Perdida en Antena 3 y lo ha terminado con HIT en La 1) protagoniza con su solvencia habitual esta historia en la que brilla tambi¨¦n la joven Carmen Arrufat, Lena en la ficci¨®n, uno de los personajes m¨¢s desagradables de la televisi¨®n actual y que la actriz ayuda a hacer cre¨ªble. Porque HIT no tiene miedo a resultar inc¨®moda, con personajes con claroscuros o que incluso tienen actitudes que provocan rechazo en el espectador.
Lejos de la luminosidad y el estilo m¨¢s ligero y eroticofestivo de otras ficciones juveniles recientes, la producci¨®n de Ganga creada por Joaqu¨ªn Oristrell apuesta por una est¨¦tica callejera, realista y cruda, con momentos tensos y otros m¨¢s reposados. Sus personajes no son de clase alta, todo lo contrario. Viven la calle y escuchan la m¨²sica que suena en la banda sonora de la serie. Desde Vetusta Morla hasta Juancho Marqu¨¦s pasando por Dorian o Cruz Cafun¨¦. Todo ayuda a crear una atm¨®sfera que invita a los j¨®venes a sentirse part¨ªcipes de esta historia y a que sus padres y los adultos se acerquen a su mundo con guiones que se mueven entre el entretenimiento y la reflexi¨®n social para plantear cuestiones que, aunque en ocasiones se resuelvan de forma demasiado r¨¢pida, al menos se muestran de forma directa.
Sin haber sido un enorme ¨¦xito de audiencia, la gran fidelidad de su p¨²blico (se estren¨® ante 1.546.000 espectadores y se despidi¨® con 1.539.000, sin perder seguidores por el camino), sus buenos resultados en diferido y el seguimiento entre el p¨²blico joven (que no abunda en TVE) la han hecho merecedora de una segunda temporada y la confirman como un ejemplo del tipo de ficci¨®n ¡ªcon su toque arriesgado y su aportaci¨®n social y de entretenimiento¡ª por el que debe apostar la televisi¨®n p¨²blica.