Anne Igartiburu: ¡°A los 51 a?os, quiz¨¢, me faltar¨ªa hacer m¨¢s mermeladas y m¨¢s el amor¡± ¡°

Ocurre pocas veces, pero la sensaci¨®n es siempre la misma. Quedas con alguien megafamoso, y, al verlo cara a cara, es tan como te lo imaginas, que lo ins¨®lito es que ¨¦l, o ella, no te conozca con pelos y se?ales como t¨² a ella, o a ¨¦l. Igartiburu no es solo popular. Es, quiz¨¢, la mujer que m¨¢s familiar nos resulta en Espa?a. Lleva un cuarto de siglo col¨¢ndosenos hasta la cocina, sobre todo en la cocina y a la hora de comer, desde su programa Coraz¨®n, Coraz¨®n, y 16 a?os, uno detr¨¢s de otro, tomando con nosotros las uvas de Nochevieja en la tele. Y, s¨ª, es tan alta, tan rubia y con los oj...

Ocurre pocas veces, pero la sensaci¨®n es siempre la misma. Quedas con alguien megafamoso, y, al verlo cara a cara, es tan como te lo imaginas, que lo ins¨®lito es que ¨¦l, o ella, no te conozca con pelos y se?ales como t¨² a ella, o a ¨¦l. Igartiburu no es solo popular. Es, quiz¨¢, la mujer que m¨¢s familiar nos resulta en Espa?a. Lleva un cuarto de siglo col¨¢ndosenos hasta la cocina, sobre todo en la cocina y a la hora de comer, desde su programa Coraz¨®n, Coraz¨®n, y 16 a?os, uno detr¨¢s de otro, tomando con nosotros las uvas de Nochevieja en la tele. Y, s¨ª, es tan alta, tan rubia y con los ojos tan azul¨ªsimos, pero mucho m¨¢s normal y colega que su pluscuamperfecta imagen de maestra de todas las ceremonias. No se puede impostar amabilidad tan genuina.

Hola, coraz¨®n

Hola, coraz¨®n m¨ªo.

?Cu¨¢nto dice esa frase para estampar en camisetas?

Bueno, soy vasca, t¨² sabes. Podr¨ªa decir hola, guapos, espont¨¢neamente, pero jam¨¢s esa frase. Mi director, Miguel Cruz, me dijo en el 97: ¡°Nena, tienes que decir, ¡®hola, corazones¡±, le hice caso un poco a rega?adientes y 25 a?os despu¨¦s, y cinco despu¨¦s de haberla dejado de decir en antena, t¨² te acuerdas. Algo habremos hecho bien.

No me la imagino soltando un taco. ?Le molesta su fama de cursi?

En absoluto. Nos encanta etiquetar a la gente. He sido tan vers¨¢til que he podido tener mi parte cursi, ?o?a y recatada, si quieres, pero tambi¨¦n la que tiene su car¨¢cter, porque soy de donde soy, la de dar alg¨²n pu?etazo sobre la mesa y dejar las cosas claras sobre c¨®mo me gusta trabajar. Esa tambi¨¦n soy, y no me ha ido mal.

Igual es una etiqueta c¨®moda, as¨ª no tiene que dar explicaciones.

Es que tampoco nadie me las ha pedido. Nadie se ha preocupado por ver m¨¢s all¨¢. Se quedan en que soy Anne, la del coraz¨®n, la de Mira quien baila, pues guay. Pero tambi¨¦n soy la madre de familia numerosa, la inquieta cultural, la fr¨ªvola, la cascarrabias. Y en el trabajo soy profesional. Eso te lo aseguro.

?Por qu¨¦ nos gusta tanto la vida de los otros, coraz¨®n?

La cr¨®nica social ha estado denostada, pero al final es entretenimiento e informaci¨®n sobre famosos. Nos gusta verles crecer, emocionarnos, identificarnos con ellos, ver que tambi¨¦n r¨ªen y lloran, que no somos tan distintos. Con los a?os te das cuenta de que entretienes, informas y acompa?as, y la gente te considera casi de la familia. La vida, la muerte, el amor y el desamor mueven el mundo.

Su madre, voluntaria de ayuda en crisis, muri¨® en un accidente de helic¨®ptero siendo m¨¢s joven que usted ahora. ?Qu¨¦ le dir¨ªa hoy su hija de 51 a?os?

Pues que cada d¨ªa me veo m¨¢s reflejada en ella. Me pasa desde hace tiempo: caminando por Bilbao, o Madrid, verme en los escaparates y ver a mi madre. Que cada vez entiendo m¨¢s cosas que quedaron en el aire. Que la idolatraba. Que soy ella, orgullosamente ella: maestra de escuela, hija de libreros, feminista empedernida.

Dos hijas adoptadas sola, un hijo biol¨®gico a los 47... ?Su familia es su gran obra personal?

S¨ª, y es una declaraci¨®n de intenciones, la verdad. Una maternidad elegida, cada vez. Una adopci¨®n que tard¨® cuatro a?os. Con ni?as con patolog¨ªas distintas. No las he adoptado yo a ellas, sino ellas a m¨ª. Yo las he acogido, y ellas me han acogido en su coraz¨®n, sabiendo que han sido queridas, elegidas y buscadas. Y el peque?o vino cuando tuvo que venir, ha sido natural y precioso.

En las fotos se la ve arrobada con su pareja. ?Se enamora una igual a los 20 que a los 45?

No. A los 20, estaba m¨¢s insegura. No quiere decir que no haya elegido a los 20, pero a los 45, he tenido la inmensa suerte de poder elegir, y eso es m¨¢s dif¨ªcil.

Muchas se sienten m¨¢s inseguras f¨ªsicamente seg¨²n envejecen.

S¨ª, y eso es un t¨®pico. La sociedad se ha encargado de hacernos olvidar que somos m¨¢s sabias y bellas cuantos m¨¢s a?os tenemos.

?Se ve mejor que a los 20?

A ver, creo que he sido m¨¢s bonita f¨ªsicamente, hac¨ªa m¨¢s deporte, me ve¨ªa m¨¢s lustrosa. He ganado en sabidur¨ªa, consciencia, temple, sentido del humor, en priorizar las cosas. Pero nunca ser¨¦ m¨¢s joven que hoy, as¨ª que a disfrutarlo. Adem¨¢s, ?d¨®nde est¨¢ el c¨¢non del atractivo? ?Qu¨¦ te voy a contar, guapa? [pone acento andaluz ¡ª¡°grana¨ªno¡±, precisa¡ª imitando al de su pareja, el director de orquesta Pablo Heras-Casado].

Usted, vasca de Bilbao y ¨¦l, andaluz de Granada. Lo suyo parece un cap¨ªtulo de Arriba y abajo.

Exacto. Pero es tan bonito. Disfruto mucho en su tierra y con su gente. Es tan distinto y tan parecido a la vez. Las relaciones de jerarqu¨ªa en las familias, el trato familiar, la alimentaci¨®n...

Euskadi es un matriarcado, dicen. ?Qui¨¦n manda en su casa?

El mundo es un matriarcado, no se te olvide. Yo soy la jefa de mi tribu. Y llamo tribu a mi familia porque suena a uni¨®n. Somos una tribu porque, viniendo de lugares distintos, tenemos la misma identidad y nos queremos juntos.

?Hasta d¨®nde est¨¢ de que comparen su vestido de las uvas con el de otras presentadoras?

Forma parte del juego. Siempre me he vestido como me ha apetecido. Y si voy m¨¢s o menos tapada no es cuesti¨®n de pudor. He hecho una portada de Intervi¨², he llevado transparencias. Cada una tiene su estilo y hace lo que le da la gana, solo faltar¨ªa.

Lleva 30 a?os en la tele. ?Cu¨¢nto machista ha tenido que torear?

Que yo sepa, siempre he cobrado lo mismo que los hombres. Pero salir de un despacho, que te dieran un tel¨¦fono por si quer¨ªas llamar, y t¨² contestar que te estaba esperando el novio abajo, creo que nos ha pasado a muchas de nuestra edad. Eran otras ¨¦pocas.

Dar¨¢ las uvas con Ana Obreg¨®n. ?Qui¨¦n sujetar¨¢ a qui¨¦n?

Ella es fuerte, muy fuerte. Y emocionalmente muy inteligente. No quita para que, si flaquea, estemos todos para todos y al quite. Pero estoy segura de que nos sorprender¨¢ con su entereza.

?Usted a qui¨¦n a?orar¨¢?

A los vivos los puedes ver en otro momento, pero una nunca se acostumbra a la silla vac¨ªa. De hecho, sigo haciendo el men¨² que hac¨ªa mi madre en Nochevieja y me lo llevo a la Puerta del Sol. Soy vegana desde hace un a?o, pero har¨¦ la tortilla de patata que me hac¨ªa de ni?a, y mi jam¨®n, mi vino tinto, mi turr¨®n de Bilbao, de la calle Correos, donde estaba la librer¨ªa de mi familia. Sigo honr¨¢ndola, claro que s¨ª. Vive en m¨ª.

Nochevieja invita al balance. ?Cu¨¢l es el suyo a su medio siglo?

Con la pandemia yo creo que todos hemos hecho todos un poco balance. He pensado: qu¨¦ he hecho, qu¨¦ me falta, si ma?ana echan la persiana, c¨®mo voy en la vida, de 0 a 10. Y me doy un 7 alto. Me faltar¨ªa, quiz¨¢, hacer m¨¢s mermeladas y m¨¢s el amor. Pero he viajado, he conocido gente fascinante, he criado a unos hijos como quer¨ªa, he honrado a las personas y a las cosas que me gustan. He amado y me han amado mucho, y me lo han demostrado. S¨ª, sobre todo viendo lo de alrededor, me doy un notable. No me quejo.