Diario de un sue?o cumplido: salir en el ¡®Cachitos¡¯ de Nochevieja
Mikel L¨®pez Iturriaga, director de ¡®El Comidista¡¯, describe su participaci¨®n en el programa de La 2
Mi momento favorito de 2020 ocurri¨® a las 12 horas y 33 minutos del 11 de noviembre. A esa hora, en este a?o de miserias, recib¨ª un whatsapp con el siguiente texto: ¡°Hola Mikel, soy Josep Par¨¦s, productor ejecutivo del programa Cachitos de hierro y cromo (La 2). Te quer¨ªa proponer participar en el especial de fin de a?o¡±.
?C¨®mo describir lo que se siente cuando te llaman para salir un programa de televisi¨®n que admiras cual ...
Mi momento favorito de 2020 ocurri¨® a las 12 horas y 33 minutos del 11 de noviembre. A esa hora, en este a?o de miserias, recib¨ª un whatsapp con el siguiente texto: ¡°Hola Mikel, soy Josep Par¨¦s, productor ejecutivo del programa Cachitos de hierro y cromo (La 2). Te quer¨ªa proponer participar en el especial de fin de a?o¡±.
?C¨®mo describir lo que se siente cuando te llaman para salir un programa de televisi¨®n que admiras cual fan de Take That en Barajas? Un programa con el que es dif¨ªcil no pas¨¢rselo bien. Que recupera actuaciones antiguas del archivo de TVE y las convierte en actualidad a base de r¨®tulos con comentarios mordaces. Que te lleva con iron¨ªa a esos d¨ªas medio felices medio cutres de Aplauso, M¨²sica S¨ª, 300 Millones y otros programas musicales de hace 300 millones de a?os, en los que decorados luc¨ªan escandalosamente ingenuos, los cantantes vest¨ªan maravillosamente mal y los cuerpos de baile exaltaban veladamente la homosexualidad.
Lo que sent¨ª en ese momento se puede resumir en una palabra: euforia. Pero la experiencia posterior necesita algunas m¨¢s, as¨ª que ah¨ª va un peque?o diario de mi paso por Cachitos.
11 de noviembre. Tras proponerme participar en el programa, Josep Par¨¦s me anuncia que la directora me llamar¨¢ para explicarme en qu¨¦ consistir¨ªa mi aparici¨®n. Me hago el interesante y le respondo que muy bien, que ya ver¨¦ si acepto o no, pero es mentira: me propongan lo que me propongan, dir¨¦ que s¨ª. ?C¨®mo no voy a ir a un programa que irrita a algunos cr¨ªticos musicales serios por su presunta frivolidad? Menuda ocurrencia. Tambi¨¦n me comunica que me van a pagar algo, y me r¨ªo para mis adentros: el pobre no sabe que estar¨ªa dispuesto a abonar esa misma cantidad por salir.
17 de noviembre. La directora, Arantxa Soroa, me cuenta que el Cachitos de la noche del 31 tendr¨¢ dos partes diferenciadas: una ¡°cl¨¢sica¡± con im¨¢genes de archivo llamada Nochevieja a Cachitos, que se emitir¨¢ despu¨¦s de las campanadas, y otra que ir¨¢ antes denominada Cachitos Fest. Esta ¨²ltima, que es en la que yo intervengo, juntar¨¢ actuaciones en directo con peque?as escenas cortas intercaladas en las que la presentadora, Virginia D¨ªaz, trata de montar un supuesto festival. Yo tendr¨ªa que aparecer en dos de ellas, en las que har¨ªa de m¨ª mismo.
¡°Queremos homenajear a la m¨²sica en directo, porque este a?o apenas se ha podido disfrutar de ella¡±, me explica Arantxa Soroa. ¡°Tambi¨¦n es una manera de apoyar y reivindicar al sector cultural desde la tele p¨²blica¡±. Me gusta, como me gustan algunos artistas que actuar¨¢n: Amaia y Alizz, Rigoberta Bandini o Ginebras. Tambi¨¦n me cae bien la gente que saldr¨¢ en los sketches: Estopa, Sidonie, Eduardo Sa¨¦nz de Cabez¨®n (?rbita Laika), Juanjo Cardenal (la voz en off de Saber y Ganar) y Jordi Hurtado (su rostro inmortal). Decido seguir adelante.
26 de noviembre. Recibo el guion, y como preve¨ªa, es bueno. Aunque nadie lo dir¨ªa por las tontadas que hago en Banana Split o en los v¨ªdeos de El Comidista, soy remiso a interpretar papeles en escenas de ficci¨®n porque me considero un actor nefasto. Pero el texto que han escrito los guionistas de Cachitos es tan divertido como las l¨ªneas que acompa?an los v¨ªdeos viejunos del programa, y adem¨¢s contiene la imprescindible dosis de autoparodia que suele compensar mi pobre desempe?o interpretativo. Quieren que salga friendo txistorra en un gag y preparando kalimotxo en el otro: como vasco estoy obligado a decir que s¨ª.
4 de diciembre. Llega el gran d¨ªa de la grabaci¨®n. Voy a los estudios de TVE en Sant Cugat (Barcelona), que son una mezcla de construcci¨®n sovi¨¦tica y frigor¨ªfico gigante. Imagino que esta temperatura ha servido para conservar a Jordi Hurtado durante d¨¦cadas, pero sufro viendo a Virginia D¨ªaz m¨¢s pelada de fr¨ªo que si anduviera en bikini por Siberia. El calor lo pone la gente del equipo, que desde la directora a la presentadora pasando por el realizador, la estilista o la encargada de controlar la txistorra, no pueden ser m¨¢s amables. Es un topicazo, y como todos los topicazos, bastante cierto: los programas son como las personas que los hacen, y por eso Cachitos desprende tan buena onda.
Nervioso, vestido m¨¢s juvenil de lo que corresponder¨ªa por mi avanzada edad y fuertemente maquillado para ocultar el natural tono Nosferatu de mi cutis, llego por fin al plat¨® para mi primera escena. Espero un buen rato ¨Dsalvo que seas t¨¦cnico, esperar es la actividad m¨¢s importante de cualquier grabaci¨®n televisiva, la que m¨¢s tiempo ocupa y la m¨¢s exigente f¨ªsica y psicol¨®gicamente¨D y grabo la escena. C¨®mo no, hay que repetirla varias veces porque la ley de la tele dicta que en toda toma en la que logras decir bien tu texto y sonar m¨ªnimamente espont¨¢neo siempre falla algo: el plano, el foco de alguna c¨¢mara, la luz, el sonido, una mosca que ha pasado o un pelo que se te ha movido en la cabeza.
Terminamos, y como han llegado Sidonie para grabar su escena, mi segunda intervenci¨®n se retrasa hasta despu¨¦s de la comida. Normal: ellos son estrellas del rock y yo, no. Charlo con Marc, Jes¨²s y Axel, pienso qu¨¦ simp¨¢ticos son y qu¨¦ monos van siempre estos chicos, y me quedo fisgando en su grabaci¨®n. Siento que lo hacen unas diez mil veces mejor que yo, percepci¨®n probablemente distorsionada por mi autoexigencia en el Everest y mi autoestima en la Fosa de las Marianas.
La comida en el comedor de TVE cumple todas mis expectativas. A medio camino entre el Celler de Can Roca y Arzak, no solo los platos son extraordinarios, sino que la atm¨®sfera acompa?a: las mesas est¨¢n separadas a dos metros y divididas por un muro de metacrilato que no nos deja olernos ni manosearnos, lo que convierte la experiencia en lo m¨¢s parecido a comer en un vis a vis carcelario. El ambiente incita al lloriqueo, y hablo con Arantxa Soroa de las presiones que reciben los programas musicales para sacar a artistas ¡°conocidos¡± (algo que rara vez ocurre en los de cine, libros u otros campos de la cultura, secularmente considerados m¨¢s ¡°serios¡±) o de las dificultades de producci¨®n que nos ha tra¨ªdo la pandemia. ¡°Ha sido complicado contar con grupos e invitados para tocar en directo, pero ha habido unos cuantos valientes y estamos muy muy agradecidos¡±, resume la siempre-m¨¢s-optimista-que-yo Arantxa.
Grabamos la segunda escena, la del kalimotxo. Mis tropiezos y la presencia en el decorado de hielo seco (ese que echa humo, pero que se agota enseguida) obligan a repetirla unas cuantas veces, pero me noto algo m¨¢s suelto. Admiro la capacidad de Virginia para llevar en la cabeza todos los gags sin fallar ni una sola vez: supongo que la diferencia entre ella y yo la marcan su profesionalidad y mi cerebro deteriorado por la vejez y los excesos. Terminamos, me desmaquillo ¨Dvuelve la saga de Crep¨²sculo¨D y me voy agradecida y emocionada como Lina Morgan y con el coraz¨®n m¨¢s contento que Marisol.
Noche del 31 de diciembre: ?Noche del 31 de diciembre? Este diario es prodigioso y se adelanta al futuro. Cachitos Fest y Nochevieja a Cachitos vuelven a preferir el sarcasmo a la nostalgia y se emiten con el habitual ¨¦xito de cr¨ªtica y p¨²blico. Variedad de opiniones respecto a mi intervenci¨®n, que van de la siempre entusiasta de mi familia a la siempre implacable de m¨ª mismo. Concluyo que, lo haya hecho bien o mal, 2020 acaba para m¨ª de la mejor manera posible, cumpliendo el sue?o de aparecer en uno de mis programas favoritos. ?Prop¨®sito para 2021? Seguir haciendo tele. Y quiz¨¢, visitar a alg¨²n psic¨®logo.