Candidatos contra periodistas

Empieza a ser normal que un pol¨ªtico abronque al periodista que le entrevista, acusando a su medio de esto y de lo otro. En menos de 24 horas, dos candidatos, uno del PP y otro de Unidas Podemos, arremetieron contra la misma presentadora, M¨®nica L¨®pez, de TVE. A Toni Cant¨® y a Pablo Iglesias les sale m¨¢s a cuenta competir contra la prensa que entre s¨ª. Hace tiempo que revent¨® el tab¨² de que los l¨ªderes pol¨ªticos se callan en p¨²blico la opini¨®n que les merecen los periodistas ...

Empieza a ser normal que un pol¨ªtico abronque al periodista que le entrevista, acusando a su medio de esto y de lo otro. En menos de 24 horas, dos candidatos, uno del PP y otro de Unidas Podemos, arremetieron contra la misma presentadora, M¨®nica L¨®pez, de TVE. A Toni Cant¨® y a Pablo Iglesias les sale m¨¢s a cuenta competir contra la prensa que entre s¨ª. Hace tiempo que revent¨® el tab¨² de que los l¨ªderes pol¨ªticos se callan en p¨²blico la opini¨®n que les merecen los periodistas que no les bailan el agua. Ahora se lo dicen en su misma cara y en riguroso directo. Cuando alguien les afea este tono autoritario, tan impropio de una democracia liberal, se encogen de hombros como ni?os buenos y alegan que la libertad de expresi¨®n no es un patrimonio de los periodistas.

Incluso una ministra tan institucional y escrupulosa con los rituales democr¨¢ticos como Arancha Gonz¨¢lez Laya tuvo que recurrir a ese argumento hace unos d¨ªas en una entrevista en Onda Cero, para salvar la cara de la parte morada del gobierno y no parecer desleal.

Por supuesto que cualquiera tiene derecho a criticar a los medios, pero un pol¨ªtico no puede alegar que solo es un ciudadano que opina. Cuando alguien con poder se?ala y critica a periodistas, se comporta como el mat¨®n del colegio. Hay quien sostiene que lo ¨²nico que ha ca¨ªdo es la hipocres¨ªa y que ahora los pol¨ªticos dicen en antena lo que antes dec¨ªan en los despachos. Yo no veo nada bueno en esta desinhibici¨®n populista. Es muy siniestro que alguien con poder sobre la direcci¨®n de una tele p¨²blica lea la cartilla a una trabajadora de esa tele, y la forma en que la sociedad espa?ola ha naturalizado estos ataques, que ya son comunes en todos los partidos, deber¨ªa preocupar mucho a cualquier dem¨®crata.

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