Antonio Alc¨¢ntara y los zombis de ¡®Friends¡¯

Cuando muri¨® Chanquete, toda Espa?a corri¨® a abrazarse con Pancho en esa carrera por la playa de Nerja. Esta semana se ha muerto Antonio Alc¨¢ntara y aqu¨ª seguimos todos, tan ricamente. Y qu¨¦ muerte tan mala, con un parlamento entre Paulo Coelho y la invocaci¨®n a la familia en El padrino. Ha sido tan irrelevante, que algunos lectores se estar¨¢n enterando ahora de lo del patriarc...

Cuando muri¨® Chanquete, toda Espa?a corri¨® a abrazarse con Pancho en esa carrera por la playa de Nerja. Esta semana se ha muerto Antonio Alc¨¢ntara y aqu¨ª seguimos todos, tan ricamente. Y qu¨¦ muerte tan mala, con un parlamento entre Paulo Coelho y la invocaci¨®n a la familia en El padrino. Ha sido tan irrelevante, que algunos lectores se estar¨¢n enterando ahora de lo del patriarca de Cu¨¦ntame, muy disgustados, porque les habr¨ªa gustado pasar al menos por el velatorio a dar el p¨¦same a Merche. No sufran: es una muerte de mentira. Esta temporada, Cu¨¦ntame se ha cambiado al g¨¦nero de ciencia ficci¨®n y los viajes en el tiempo. El Antonio que ha muerto no es el que nos interesa. Ese seguir¨¢ dando voces la temporada que viene.

Unos que llevaban mucho tiempo sin piar vuelven tambi¨¦n para cambiarle el g¨¦nero a su serie: Friends se zombifica en su regreso. Aquellos chicos guapos que nos alegraron las sobremesas protagonizan ahora un episodio especial que, a juzgar por el tr¨¢iler, va a provocar m¨¢s sustos que risas. Ay, las rosas del huerto de Ronsard. Ay, las cl¨ªnicas de cirug¨ªa est¨¦tica. Ay, la artrosis. A diferencia de Antonio Alc¨¢ntara, ellos se murieron cuando hab¨ªa que morirse, en cuantito asomaron las primeras canas. Deber¨ªan haber firmado una cl¨¢usula de no resurrecci¨®n.

Qu¨¦ dif¨ªcil es morir bien, como el padre del labrador de Amanece, que no es poco, cuya agon¨ªa era alabada por el m¨¦dico (?¡±qu¨¦ irse, qu¨¦ apagarse¡±!). Supongo que esa incapacidad para narrar buenas muertes y respetar a los personajes que hicieron mutis con elegancia expresa una incapacidad mayor para aceptar la muerte real y la importancia de sus ritos. La peste no ha mejorado ni un poco esta torpeza social. Seguimos so?ando con adolescencias eternas y vidas inmortales, fi¨¢ndolo todo al futuro, al 2050 como poco.

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