¡®HIT¡¯ sigue lanzando preguntas al debate del sistema educativo
La segunda temporada de la serie de TVE traslada al protagonista a un ambiente rural para ahondar en los problemas de la juventud
HIT (Hugo Ibarra Toledo) cambia la gran ciudad y el ambiente urbanita por una localidad peque?a y el entorno rural. Lo que ahora rodea a este profesor, con unos m¨¦todos educativos que se salen de lo ordinario, es diferente, y los problemas de sus nuevos alumnos tambi¨¦n lo son. Tras un primer curso como el profesor invitado que llega para intentar salvar un colegio concertado en horas bajas y con altos niveles de violencia en sus aulas, ahora vuelve a empezar de cero para enfrentarse, como tutor de un grupo de FP en un instituto p¨²blico de Puertollano (Ciudad Real), a una realidad diferente don...
HIT (Hugo Ibarra Toledo) cambia la gran ciudad y el ambiente urbanita por una localidad peque?a y el entorno rural. Lo que ahora rodea a este profesor, con unos m¨¦todos educativos que se salen de lo ordinario, es diferente, y los problemas de sus nuevos alumnos tambi¨¦n lo son. Tras un primer curso como el profesor invitado que llega para intentar salvar un colegio concertado en horas bajas y con altos niveles de violencia en sus aulas, ahora vuelve a empezar de cero para enfrentarse, como tutor de un grupo de FP en un instituto p¨²blico de Puertollano (Ciudad Real), a una realidad diferente donde sus armas anteriores no tendr¨¢n la misma efectividad. La segunda temporada de la serie de TVE se estrena este jueves (22.30) haciendo borr¨®n y cuenta nueva en todo salvo una cosa: HIT, el personaje que interpreta Daniel Grao y que sirve de hilo conductor a una serie que aborda los problemas de la juventud y la educaci¨®n espa?ola alej¨¢ndose de los dramas adolescentes m¨¢s centrados en las relaciones afectivas y las tramas de culebr¨®n. HIT baja al lodo para hablar abordar los problemas de frente.
¡°Aqu¨ª lo que impera es el desencanto¡±, cuenta por tel¨¦fono Grao sobre el ambiente en el que se desarrolla la segunda temporada de la serie. La acci¨®n de los nuevos 10 cap¨ªtulos se inicia un a?o despu¨¦s de que comenzara la pandemia, con un HIT reci¨¦n llegado a una localidad en pie de guerra por el cierre de una f¨¢brica que era el motor econ¨®mico del lugar. ¡°Si en la primera temporada el detonante era la agresividad, aqu¨ª el tema general es el desencanto de unos j¨®venes que ven que muchos padres se han quedado en el paro y no saben si sus estudios tienen una utilidad pr¨¢ctica porque la realidad es mucho m¨¢s cruda¡±, contin¨²a explicando el int¨¦rprete. Para ¨¦l, ¡°lo educativo es la rendija por la que nos colamos, pero HIT siempre intenta bucear m¨¢s all¨¢, averiguar qu¨¦ pasa en esas familias, el problema emocional que hay detr¨¢s¡±.
Con esta ficci¨®n, Joaqu¨ªn Oristrell, su creador y guionista, adem¨¢s de director de algunos de los cap¨ªtulos, pretend¨ªa cuestionar y lanzar preguntas sobre el sistema educativo espa?ol. ¡°Se le sigue dando mucha importancia a lo curricular, a las notas. Tenemos una educaci¨®n que no es que sea del siglo XX, es que es del XIX. Se prepara a la gente para ser empleados, trabajadores, y eso ya pertenece a la Revoluci¨®n Industrial. Hoy la gente tiene que estar preparada para todo, da igual si es un volc¨¢n, una pandemia, la crisis clim¨¢tica... No digo que no se tenga que saber de matem¨¢ticas, lengua..., pero la manera de dar la educaci¨®n no tiene que ser solo productividad, tiene que ser preparaci¨®n para la vida que van a heredar. HIT no es una serie con moralina. Lo que pretendemos es decir: ¡®Esto es lo que hay y con esto qu¨¦ hacemos¡¯. No hay una conclusi¨®n final¡±, explica.
Oristrell describe la atm¨®sfera de la nueva temporada como ¡°m¨¢s nebulosa¡±. Frente a la m¨²sica urbana de la primera temporada, con variedad de estilos que abarcaban desde el rap hasta el indie espa?ol, los ritmos ahora son ¡°m¨¢s ¨¦tnicos¡±, como describe el guionista. En su banda sonora suenan temas de Juancho Marqu¨¦s, Aiko, Alice Wonder, Ginebras, Rodrigo Puerta o Joe Crep¨²sculo. Incluso David Bustamante pone m¨²sica a esta historia en un cap¨ªtulo, el cuarto, en el que tambi¨¦n se interpreta a s¨ª mismo. Una luz m¨¢s clara y ambientes exteriores muy luminosos contrastan con la fotograf¨ªa m¨¢s oscura de la primera temporada. ¡°Seguir con los chicos que ya conoc¨ªamos y sus historias, me parec¨ªa que era insistir en los mismos problemas, y eso no iba a llevar a ning¨²n sitio. Lo que da unidad a la serie es el protagonista y su manera de hacer las cosas, sin filtro, de ir a buscar a los chavales en el enfrentamiento directo¡±, ampl¨ªa Oristrell sobre los nuevos episodios. Adem¨¢s, ahora los chicos estudian Formaci¨®n Profesional, que, seg¨²n Grao, ¡°en el mundo educativo es la gran olvidada¡±.
Abismo generacional
La adicci¨®n a las pantallas, los l¨ªmites del consentimiento sexual o el bullying ser¨¢n algunos de los problemas que se afrontar¨¢n en estos episodios, con alumnos que quieren ser influencers, que se ven atra¨ªdos por la ultraderecha y por lo antisistema, y un estudiante de g¨¦nero no binario. ¡°En realidad, cualquiera de los temas que tratamos podr¨ªa darse en una ciudad grande o peque?a. La ¨²nica diferencia es que aqu¨ª el entorno pesa m¨¢s sobre todos¡±, apunta Oristrell.
Tanto el creador de la serie como su protagonista destacan la buena acogida que la ficci¨®n tuvo tanto entre los espectadores j¨®venes como entre padres y profesores, algunos de los cuales la visionaron en clase para organizar debates en torno a los temas tratados. ¡°Tiene algo pedag¨®gico que es muy bonito, que va m¨¢s all¨¢ del entretenimiento y la ficci¨®n¡±, dice Grao, que asegura que algunos j¨®venes ingresados por diferentes adicciones se han puesto en contacto con ¨¦l para darle las gracias por la serie. ¡°Y luego hay padres de adolescentes ¡ªayer mismo me pas¨®¡ª que me dicen que ven juntos la serie y que se tratan temas que no se atreven a verbalizar pero que no hace ni falta, porque se miran de reojillo y es como que el padre entiende m¨¢s al hijo y viceversa. De alguna manera, acerca generaciones¡±, completa el actor.
Para Oristrell, el principal problema con la juventud y la educaci¨®n actual es el abismo que separa a la generaci¨®n m¨¢s joven de la generaci¨®n que gobierna. ¡°El encuentro entre esas dos generaciones o se hace posible o es imposible que el pa¨ªs funcione. Son la gente que va a tener que pagar desde las pensiones hasta un precio muy alto por todo lo que se ha descolocado, todo lo que se ha hecho mal. La sensaci¨®n de la gente joven es que nadie se ocupa de ellos, o que se les dice todo el rato que su vida va a ser peor que la de sus padres y que esto va a ser muy chungo. Eso no ocurri¨® tanto en generaciones anteriores. El conflicto entre estas dos generaciones, la que ya naci¨® con los m¨®viles y lo digital y a la que eso le vino dado despu¨¦s, es muy fuerte. Y eso es lo que pretende la serie, el encuentro entre las dos generaciones¡±, argumenta el guionista. Grao lamenta que ciertos debates sociales, como la homofobia, que ya se trataban en clase cuando ¨¦l estudiaba, todav¨ªa sigan vivos. ¡°Evolucionamos demasiado lentamente¡±.
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