Javier C¨¢mara vuelve a ser Juan Carrasco, ese pol¨ªtico mediocre capaz de morir matando

Juan Carrasco es un pol¨ªtico y un hombre zafio, deleznable, ego¨ªsta, ambicioso, machista y a ratos racista. Ha sido alcalde de Logro?o, ministro de Agricultura y vicepresidente del Gobierno. Acaba de entrar en una empresa de gas por la puerta giratoria. Y cuando cree que, por fin, su entrega a Espa?a le ha sido recompensada, el pasado vuelve en forma de corrupci¨®n. Juan Carrasco es ahora J. Carrasco en una lista de iniciales que recuerda a un pol¨ªtico que tambi¨¦n fue presidente del Gobierno y ministro. Pero los creadores ...

Juan Carrasco es un pol¨ªtico y un hombre zafio, deleznable, ego¨ªsta, ambicioso, machista y a ratos racista. Ha sido alcalde de Logro?o, ministro de Agricultura y vicepresidente del Gobierno. Acaba de entrar en una empresa de gas por la puerta giratoria. Y cuando cree que, por fin, su entrega a Espa?a le ha sido recompensada, el pasado vuelve en forma de corrupci¨®n. Juan Carrasco es ahora J. Carrasco en una lista de iniciales que recuerda a un pol¨ªtico que tambi¨¦n fue presidente del Gobierno y ministro. Pero los creadores de la serie, cuya tercera temporada, Venga Juan, se estrena el domingo 28 de noviembre en HBO Max (las dos anteriores se emitieron en TNT), aseguran que tratan de huir de la realidad.

Por eso Juan Carrasco podr¨ªa ser ese pol¨ªtico del que usted me habla y tantos otros. Porque Juan Carrasco es todos y ninguno a la vez. Como esas nuevas ideolog¨ªas que cuanto m¨¢s vac¨ªas mejor aglutinan. Lo que pasa es que, en esta tercera entrega, el personaje interpretado por Javier C¨¢mara en la ¨²nica comedia pol¨ªtica en emisi¨®n en Espa?a, no deja de hacer re¨ªr, pero de una manera m¨¢s oscura. ¡°Juan Carrasco desciende a los infiernos¡±, cuenta C¨¢mara en Madrid a principios de noviembre, ¡°una ca¨ªda que podr¨ªa ser su final¡±. El actor no confirma si esta tercera temporada de la serie producida por 100 Balas es el final de un personaje al que, asegura, ha cogido cari?o.

¡ª ?Tratar la corrupci¨®n con humor nos inmuniza ante este tipo de pol¨ªticos?

¡ª Es m¨¢s bien una liberaci¨®n. El m¨¢s corrupto no nos hace gracia, pero son tantos que te tienes que re¨ªr o salir a la calle a quemar contenedores. No quer¨ªamos provocar ese efecto, aunque s¨ª creo que deber¨ªamos manifestarnos m¨¢s por cosas como el precio de la luz.

Juan Carrasco le produce a C¨¢mara una suerte de ternura, pero no de pena. Sobre todo en esta temporada en la que el personaje se queda completamente solo cuando su pasado de corrupci¨®n en Logro?o, su ciudad, le viene a visitar. ¡°Este tipo de monstruos son muy mediocres. Detr¨¢s no tienen nada, ¨²nicamente una ambici¨®n muy medida: una cuenta en Suiza con un mill¨®n de euros. ?Eso es todo? Analizas lo que han hecho y el precio que pagan y te preguntas: ?de verdad merece la pena?¡±.

Diego San Jos¨¦ y Juan Cavestany, los creadores de la serie, han elaborado con la colaboraci¨®n de C¨¢mara un retrato sobre ¡°la soledad de un tipo¡± cuya vida est¨¢ vac¨ªa. ¡°No nos interesaba que la serie fuera sobre el pol¨ªtico bajo el foco¡±, aclara el actor. La actualidad pol¨ªtica les persegu¨ªa, les atrapaba y hasta les adelantaba seg¨²n escrib¨ªan el guion por lo que decidieron centrarse en esa sensaci¨®n de aislamiento que va atrapando al protagonista y as¨ª buscar la empat¨ªa de los espectadores. ¡°Es una persona emocionalmente muy mediocre, pero no ten¨ªamos intenci¨®n de insultarle, por eso el p¨²blico le tiene cierto aprecio porque ¨¦l muestra sin pudor esas carencias que todos podemos tener¡±, contin¨²a C¨¢mara. Juan Carrasco medra en su trabajo y en la vida para que alguien le quiera. ¡°Para poder volver a su pueblo y saludar sin resquemor¡±, dice el int¨¦rprete.

C¨¢mara recuerda que se puede empatizar desde nuestras miserias, pero que en este caso lo han hecho con una combinaci¨®n de ¡°dureza, tristeza, oscuridad y humor¡±. El actor define la temporada como ¡°un thriller, la cuenta atr¨¢s de una bomba¡±. Ese ritmo, asegura, lo han conseguido con la comedia, sin tener que recurrir a un gag cada 10 segundos como en una comedia de situaci¨®n cl¨¢sica.

El personaje es tambi¨¦n el retrato de un pa¨ªs o, por lo menos, de una parte de la idiosincrasia de Espa?a. En Juan Carrasco est¨¢ ese cu?ado que no sabe nada y, sin embargo, aparenta que lo sabe todo. Y lo peor, no consigue ni aparentarlo. Este personaje es tambi¨¦n el triunfo de la mediocridad y la demostraci¨®n de que la meritocracia no existe. Esa ignorancia a trav¨¦s de la que los creadores liberan gran parte de la comedia es, al mismo tiempo, peligrosa. ¡°Me da miedo lo que dec¨ªa Hannah Arendt, que detr¨¢s del nazismo estaba la estulticia m¨¢s absoluta. En este caso se cumple absolutamente¡±, opina C¨¢mara. ¡°Juan Carrasco puede morir matando. No puede aguantar estar solo. Necesita tener compa?¨ªa hasta cuando est¨¢ en el barro¡±. La duda queda abierta: ?morir¨¢ matando o lo matar¨¢n antes sus creadores?

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