La verdadera brecha digital
La vieja guardia period¨ªstica critic¨® que Stromae cantara en el informativo m¨¢s visto de Francia como si estuviera en una escena de ¡®La La Land¡¯
El domingo pasado, Anne-Claire Coudray termin¨® el telediario de las ocho de TF1 con una entrevista al cantante Stromae. La ¨²ltima pregunta fue: ¡°Su canci¨®n habla mucho de soledad: ?acaso la m¨²sica le ayuda a liberarse?¡±. Como respuesta, Stromae cant¨® en primicia L¡¯enfer, cuya letra habla sobre pulsiones suicidas. Actu¨® sin levantarse, manteniendo un plano de busto parlante, sin descomponer la pose de ...
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El domingo pasado, Anne-Claire Coudray termin¨® el telediario de las ocho de TF1 con una entrevista al cantante Stromae. La ¨²ltima pregunta fue: ¡°Su canci¨®n habla mucho de soledad: ?acaso la m¨²sica le ayuda a liberarse?¡±. Como respuesta, Stromae cant¨® en primicia L¡¯enfer, cuya letra habla sobre pulsiones suicidas. Actu¨® sin levantarse, manteniendo un plano de busto parlante, sin descomponer la pose de entrevistado formal.
La audacia se hizo viral y medio mundo la aplaudi¨® en internet, celebrando adem¨¢s el compromiso de Stromae con la salud mental y la prevenci¨®n del suicidio, pero la vieja guardia period¨ªstica no lo celebr¨®. Los analistas pata negra de Le Nouvel Observateur o Lib¨¦ration, entre otros, criticaron la frivolidad de convertir el informativo m¨¢s visto de Francia en una escena de La La Land, quebrantando en minuto y medio casi todos los c¨®digos deontol¨®gicos.
Tienen raz¨®n, pero no importa, porque sus razones ¡ªque son tambi¨¦n las m¨ªas¡ª suenan a gru?idos de viejo. Para quienes no hemos sido educados por youtubers, los telediarios son una liturgia laica: re¨²nen a la naci¨®n a la misma hora (la de las comidas, para bendecir los alimentos) y marcan los temas de la discusi¨®n p¨²blica. Por eso son serios, r¨ªgidos y previsibles, como las misas.
Hace tiempo que los j¨®venes descreen de esa fe, y la ¨²nica forma de que le echen un vistazo de cuando en cuando es adaptarla a su lenguaje, que no entiende de remilgos sobre entradillas, las cinco W o la separaci¨®n entre informaci¨®n y entretenimiento. La deontolog¨ªa period¨ªstica les suena m¨¢s oscura y ajena que una discusi¨®n teol¨®gica sobre el Talmud, y los reproches de los columnistas de la prensa seria parecen gritos de cura demenciado contra la relajaci¨®n de las costumbres. Ah¨ª est¨¢ la verdadera brecha digital, tan definitiva e insalvable como la reforma protestante o la ca¨ªda del Imperio Romano.
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