Las actrices de ¡®Intimidad¡¯: ¡°Si una mujer no es complaciente en esta profesi¨®n, llegan las amenazas¡±
Itziar Itu?o y Patricia L¨®pez Arnaiz son las protagonistas de la serie del momento. Se re¨²nen para charlar sobre las nuevas formas de violencia que muestra esta ficci¨®n y el cada vez mayor sentimiento de sororidad en la industria
Las actrices Itziar Itu?o (Basauri, Bizkaia, 48 a?os) y Patricia L¨®pez Arnaiz (Vitoria, 41 a?os) se dirigen la una a la otra como Itxi y Patri. Son las protagonistas de la serie del momento, Intimidad (Netflix), en la que sus dos personajes establecen una relaci¨®n de sororidad propiciada por las circunstancias. Malen Zubiri (interpretada por Itu?o), es la vicealcaldesa de Bilbao, una pol¨ªtica de futuro prometedor hasta que un v¨ªdeo sexual filtrado al p¨²blico cambia su vida. En ese momento conoce a Bego (L¨®pez Arnaiz), una mujer que busca justicia para su hermana Ane (Ver¨®nica Echegui), que se suicid¨® despu¨¦s de que una grabaci¨®n similar se compartiera de forma masiva en la f¨¢brica en la que trabajaba.
En esta producci¨®n creada por Laura Sarmiento y Ver¨®nica Fern¨¢ndez, los casos de estas dos mujeres de ficci¨®n se asemejan a dos que son reales. Por un lado, el de Olvido Hormigos, concejala de Los Y¨¦benes (Toledo) en 2011, y por otro el de Ver¨®nica, la trabajadora de 32 a?os de Iveco en Madrid que se quit¨® la vida tras aparecer un v¨ªdeo suyo de contenido sexual.
Pregunta: ?C¨®mo afecto que las tramas principales de Intimidad tuvieran un reflejo en la realidad?
Respuesta. Itziar Ituno: Los casos reales de estas dos mujeres dan todav¨ªa m¨¢s empaque al asunto. No es algo que nos hayamos sacado de la manga. Esas cosas suceden. Un d¨ªa s¨ª y otro no. Y eso genera m¨¢s discusi¨®n y m¨¢s debate. Casualmente, acaba de ocurrir por desgracia el caso de Santi Mill¨¢n y est¨¢ el tema en boca de todos.
Patricia L¨®pez Arnaiz: Al final, estos casos son muy similares. Este tipo de violencia una cosa como de manual. Se ejerce de una forma muy concreta.
Itu?o: Hace unos a?os la cosa estaba m¨¢s cruenta. Yo tengo la sensaci¨®n de que ahora se est¨¢n poniendo algo m¨¢s de medios para salvaguardar un poco a la gente de las redes sociales. Antes era la jungla, ver c¨®mo crucificaban a una mujer con un v¨ªdeo as¨ª y c¨®mo le romp¨ªan la vida de arriba abajo. Y no se hac¨ªa nada al respecto. Ahora, al menos existe una conciencia social contra toda esa ponzo?a.
L¨®pez Arn¨¢iz: Yo creo que lo interesante de la serie es que muestra esto que acabas de decir, Itxi, de la conciencia social. No solo tiene que haber un ejercicio jur¨ªdico que intente prevenir o reparar todo esto. La sociedad cumple un papel muy importante, el del reproche a este tipo de actos. Es importante que la gente sepa reconocer que algo tan peque?o como pasar un v¨ªdeo es mucho m¨¢s grande.
Itu?o: Y que sea la gente la que rompa la cadena.
P: Precisamente, en el caso de Santi Mill¨¢n se termin¨® hablando de su esposa, que no era p¨²blica hasta entonces y que ni siquiera aparec¨ªa en el v¨ªdeo.
Itu?o: Eso es heteropatiarcado. No sabemos lo que pasa en su casa, pero el p¨²blico decidi¨® que era una pobre mujer traicionada. Y esa supuesta pobre mujer ha salido a la luz para poner las cosas en su sitio y ha dado un tortazo a la gente.
P: Itziar, usted trabaj¨® en una cadena de montaje como la que aparece en la serie.
Itu?o: S¨ª. Rodamos Intimidad cerca de mi casa, en Basauri. Yo he trabajado en una planta haciendo neveras. Estuve como un a?o, hace ya mucho tiempo. Y s¨ª que me resulta familiar todo ese ambiente de f¨¢brica que aparece en la serie. Entonces, ¨¦ramos pocas mujeres las que entramos. Alg¨²n roce con alg¨²n encargado hubo, intentando una defender su espacio. Hab¨ªa claras diferencias entre c¨®mo trataban los jefes a un hombre o a una mujer.
P: Intimidad muestra distintas formas de sororidad. ?Sienten alg¨²n tipo de ella entre las compa?eras de profesi¨®n?
Itu?o: S¨ª. Yo s¨ª. Absolutamente s¨ª. Y cada vez m¨¢s. Y es precioso. Siempre ha habido una red solidaria entre mujeres que era invisible. Pero ahora somos m¨¢s conscientes de ella. Muchas profesionales que estaban instaladas en el asunto de la competitividad y en toda esa zaborra (basura) que nos han metido en la cabeza, se est¨¢n apartando de todo eso y se est¨¢n quitando la venda de los ojos. Y las que est¨¢bamos m¨¢s conscientes, lo estamos disfrutando a tope.
L¨®pez Arn¨¢iz: Y ese disfrute del que habla Itxi tambi¨¦n pasa por ver que cada vez hay m¨¢s mujeres en puestos de responsabilidad: directoras de fotograf¨ªa, guionistas, productoras. Como sabes de la dificultad de ese viaje, te da mucha alegr¨ªa. Y ojal¨¢ alg¨²n d¨ªa no tengamos que alegrarnos.
Itu?o: Nos echamos un cable unas a otras cuando nos vemos. Estemos en la situaci¨®n o el puesto en el que estemos, hay una especie de gui?o de ojo y de un ¡°estoy aqu¨ª para lo que necesites¡±.
P: ?Se sienten identificadas con las declaraciones de Maribel Verd¨² a Jordi ?vole, en las que hablaba de presiones, vetos e hipersexualizaci¨®n que enfrentan las mujeres en la industria?
L¨®pez Arn¨¢iz: Conscientemente, no me han tocado vivir esas situaciones machistas. Quiz¨¢ son tan sutiles que estoy aprendiendo a verlas sobre la marcha. Porque, en el fondo, est¨¢s educada en ellos. Uno de los ejercicios que nos tocan hacer a las mujeres es el poner luz e ir descubriendo cu¨¢les de nuestras vivencias son violencia y cu¨¢les no. Quiz¨¢ s¨ª he vivido que te infantilicen en el trato¡
Itu?o: El mansplaining t¨ªpico, de hombres que te explican las cosas.
L¨®pez Arn¨¢iz: S¨ª, ese paternalismo es horrible. Ahora mismo no puedo pensar en casos concretos porque estamos tan acostumbradas¡
Itu?o: Pues yo s¨ª. He tenido un mont¨®n de casos. Desde guiones indecibles, por la machistada que est¨¢ planteando, hasta opinar y que no se te escuche igual que a un compa?ero. Y lo de no recibir el mismo sueldo que ellos haciendo el mismo trabajo. O que aparezca el que hace el making off justo cuando toca la escena de despelote. O que seleccionen el fotograma de una secuencia anecd¨®tica, pero que es de desnudo, y ponerlo de cartel promocional¡ Me ha pasado un poco de todo. Pero es mejor saltar y poner las cosas encima de la mesa.
Siempre ha habido una red solidaria entre mujeres que era invisible. Pero ahora somos m¨¢s conscientes de ellaItziar Itu?o
P: ?Y sigue ocurriendo?
Itu?o: Es verdad que a medida que te haces mayor te escuchan m¨¢s. Y que ahora estamos todos m¨¢s a flor de piel y somos m¨¢s conscientes. Ahora se cuidan muy mucho de decirte lo de: ¡°ya est¨¢s otra vez con eso. C¨®mo sois las feministas, que no descans¨¢is¡±, que tantas veces me han dicho compa?eros. Y eso duele mucho, porque te hacen sentir una pesada por tus luchas.
L¨®pez Arn¨¢iz: S¨ª que es verdad que la consideraci¨®n con respecto a un compa?ero con el que has hecho un trabajo a la par no es la misma. Y que a la mujer no se le deja ir a la contra [en esta profesi¨®n]. Tienes que ser sensible y complaciente, dentro de una esclavitud camuflada. Y, de lo contrario, se te castigar¨¢.
P: Entonces, ?se sienten amenazadas despu¨¦s de haber reclamado su lugar?
L¨®pez Arn¨¢iz: Bueno, es que hay amenazas. Las hay expl¨ªcitas.
Itu?o: Las hay expl¨ªcitas y soterradas. Las segundas son peores, porque no las ves venir.
L¨®pez Arn¨¢iz: Es que cuando tocas el orgullo masculino¡
Itu?o: Como ahora no es pol¨ªticamente correcto decir las cosas que se dec¨ªan antes, hay una especie de silencio. Como ahora estamos levantando las crestas, hay cierto descoloque. El siguiente paso para este tipo de hombres ser¨¢ que ellos tengan tambi¨¦n que deconstruirse porque, si no, no van a encajar. Porque el cambio a mejor est¨¢ ocurriendo.
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