¡®El imperio de la ostentaci¨®n¡¯: la vida del 1% en Hollywood
El ¡®reality show¡¯ de Netflix sigue la vida por Los ?ngeles de varios personajes millonarios de origen asi¨¢tico
En una de las fiestas de El imperio de la ostentaci¨®n (Bling Empire), los protagonistas encuentran entre las amenidades de la noche una barra de botox para que los invitados se inyecten los labios o los contornos de los ojos. Era una reuni¨®n tem¨¢tica en la que, bajo el nombre de ¡®Mantenlo apretado¡¯, los asistentes recib¨ªan consejos de cirujanos pl¨¢sticos sobre c¨®mo conservar en forma el culo y los abdominales. En otra fiesta, esta de d¨ªa, los personajes de este reality show de Netflix probaban una de las ¨²l...
En una de las fiestas de El imperio de la ostentaci¨®n (Bling Empire), los protagonistas encuentran entre las amenidades de la noche una barra de botox para que los invitados se inyecten los labios o los contornos de los ojos. Era una reuni¨®n tem¨¢tica en la que, bajo el nombre de ¡®Mantenlo apretado¡¯, los asistentes recib¨ªan consejos de cirujanos pl¨¢sticos sobre c¨®mo conservar en forma el culo y los abdominales. En otra fiesta, esta de d¨ªa, los personajes de este reality show de Netflix probaban una de las ¨²ltimas tendencias, supuestamente practicada por Meghan Markle: un masaje bucal.
Netflix estren¨® en febrero la segunda temporada de esta serie, que sigue a un grupo de extravagantes asi¨¢ticos multimillonarios que viven en Los ?ngeles. Es una mirada voyerista al 1% que habita una de las ciudades m¨¢s lujosas y caras de Estados Unidos. El imperio de la ostentaci¨®n tambi¨¦n persigue la estela de ¨¦xito que dej¨® la taquillera Crazy Rich Asians, que en 2020 rompi¨® los estereotipos en Hollywood de este grupo de la poblaci¨®n. Las dos temporadas tienen como escenario las boutiques m¨¢s exclusivas de Rodeo Drive, enormes mansiones de Malib¨² y Beverly Hills de los protagonistas y algunos de sus autom¨®viles, Rolls Royce y Lamborghinis.
Las fiestas son un elemento recurrente a lo largo de los 16 episodios de la serie. Son una buena excusa narrativa para reunir a los ocho protagonistas, con ra¨ªces en distintos pa¨ªses de Asia, pero una abultada cuenta de banco en com¨²n. En una de estas fiestas, organizada por Kane Lim, un actor que proviene de una misteriosa familia de Singapur decide gastar 4.000 d¨®lares en una mesa de postres de otra noche tem¨¢tica: diamantes y trufas. Anna Shay, una de sus invitadas, no sabe muy bien c¨®mo resolver el c¨®digo de vestimenta a pesar de ser una cliente frecuente de Valentino y Boucheron. As¨ª que pidi¨® ayuda. " No ten¨ªa idea esta ocasi¨®n, as¨ª que me dije: ¡®est¨¢ bien, me inventar¨¦ un atuendo¡¯. As¨ª que llam¨¦ a [la boutique] Alexander McQueen y nos fuimos de compras¡±, dice Shay a la c¨¢mara. En su rostro no hay gesto de presunci¨®n. El influyente dise?ador brit¨¢nico, quien se suicid¨® en 2010, era una de sus amistades.
Shay se ha convertido en la improbable estrella de la serie, cuya primera temporada se estren¨® a inicios de 2021. Desde entonces ha sumado casi medio mill¨®n de seguidores en Instagram, donde despliega una vida entre alfombras rojas, cenas privadas y viajes en helic¨®ptero por el mundo. La mayor del elenco, es una generosa matriarca que agasaja a sus amigos con regalos o en exclusivas reuniones. Pero tiene tambi¨¦n un lado de villana, siempre dispuesto a enfrentarse de forma directa al cotilleo de otras mujeres, m¨¢s j¨®venes. El resultado es un melodrama de f¨¢cil consumo que cae en la categor¨ªa de gusto culposo.
Entre tanta ostentaci¨®n, es imposible que tarde o temprano los espectadores se pregunten c¨®mo tiene tanto dinero esta gente. Google es un gran aliado para los que siguen las aventuras de estos ultrarricos y puede proveer algunas pistas sobre los or¨ªgenes de las fortunas. Estos suelen ser comentados superficialmente por los miembros de la serie. Lim, por ejemplo, dice que los millones de Shay, en realidad miles de millones, vienen ¡°de las armas, bombas y la tecnolog¨ªa de defensa¡±.
Shay es hija del empresario estadounidense Edward Shay y de su esposa Ai-San Shay, de ra¨ªces japonesas. La empresa familiar era Pacific Architects and Engineers, una firma de defensa que desarrollaba proyectos de alto secreto para el Pent¨¢gono, la NASA y la Organizaci¨®n de Naciones Unidas. En 2006, la familia vendi¨® la compa?¨ªa al gigante armament¨ªstico Lockheed Martin por 1.200 millones de d¨®lares. Parte de ese dinero puede verse desplegado en la serie. Shay compr¨® en 2020 una ex¨®tica mansi¨®n que hab¨ªa puesto a la venta Dr. Phil, el popular conductor del talk show de autoayuda. Pag¨® 5,7 millones de d¨®lares. Un comedor con una pared llena de metralletas era uno de los atractivos que hicieron que los interioristas pusieran un grito en el cielo.
Otras riquezas son menos transparentes. Es el caso de la familia de Lim, quien se ha convertido en una socialit¨¦ habitual gracias al ¨¦xito de la serie. En mayo se convirti¨® en uno de los embajadores de Fenty, la marca de cosm¨¦ticos de la cantante Rihanna. De acuerdo con Bloomberg, su familia est¨¢ envuelta, a trav¨¦s de la petrolera Hin Leong Trading (propiedad de un t¨ªo paterno), en un esc¨¢ndalo de defraudaci¨®n a bancos en Singapur. Lim, no obstante, no ha revelado en la serie detalles de su familia y ha dicho de manera gen¨¦rica que su dinero proviene del sector energ¨¦tico y los bienes ra¨ªces, entre estos varios centros comerciales en el pa¨ªs asi¨¢tico. Sus publicistas han prohibido a los periodistas preguntar sobre su familia.
La realidad que muestra la serie puede ser chirriante en un mundo muy desigual. Sin embargo, tambi¨¦n sirve para dar visibilidad a un grupo racial que ha sido duramente castigado durante la pandemia del coronavirus en Estados Unidos. En 2021, organizaciones civiles decretaron una ¡°epidemia de odio¡± contra esta comunidad. Los delitos de odio contra los asi¨¢ticos subieron un 177% en California el a?o pasado, el mismo en que El imperio de la ostentaci¨®n lleg¨® a la plataforma de streaming. La cifra representa un incremento de 33% respecto a 2020.
La serie destruye los arquetipos que hab¨ªan sido utilizados en la televisi¨®n para retratar a los inmigrantes de Asia. Sin caer en estudios antropol¨®gicos, algunos episodios muestran la lucha de los personajes con una cultura ancestral de ritos conservadores. Una de las historias paralelas que cruzan las dos temporadas es la de Cherie Chan y Jessey Lee, una pareja que tiene dos hijos sin estar casados (su primog¨¦nito se llama Jadore, como la fragancia de Dior). Cherie es continuamente sometida a la presi¨®n social de lo que significa ser madre fuera del matrimonio en la cultura china (aunque sus or¨ªgenes son del Hong Kong brit¨¢nico). En el elenco hay pocas personas comunes y corrientes. Kim Lee es DJ de profesi¨®n mientras que Kevin Kreider es un modelo. Ambos dan perspectiva entre sus amigos multimillonarios. Este reality no lleva a enga?os con su t¨ªtulo.
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