¡®Transport¡¯, codicia y fraude en Finlandia

Si hay algo claro, adem¨¢s de lo que sabiamente se?alaba Rafael Azcona, ¡°si la cortina de la ducha est¨¢ bien puesta, no se moja el suelo¡±, es el que las sociedades, desde las m¨¢s avanzadas a las subdesarrolladas, no pueden evitar que entre sus ciudadanos surja la codicia y el fraude. Y de eso trata Transport, una serie finlandesa que exhibe ...

Si hay algo claro, adem¨¢s de lo que sabiamente se?alaba Rafael Azcona, ¡°si la cortina de la ducha est¨¢ bien puesta, no se moja el suelo¡±, es el que las sociedades, desde las m¨¢s avanzadas a las subdesarrolladas, no pueden evitar que entre sus ciudadanos surja la codicia y el fraude. Y de eso trata Transport, una serie finlandesa que exhibe SundanceTV [canal que est¨¢ disponible como servicio bajo demanda en plataformas como Orange TV, Movistar Plus+ y Jazztel TV].

Es uno de los 10 pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo por renta per capita, pero, al parecer, ese consolidado Estado del bienestar no es suficiente para evitar las mafias. En el primer cap¨ªtulo de la serie escrita y dirigida por la actriz y productora Auli Mantila se encuentra un microchip en la papilla que una de las cuidadoras le est¨¢ dando en una guarder¨ªa a uno de los peque?os. Una tenaz periodista investigar¨¢ el extra?o caso pese a las reticencias de la editora de su diario. Naturalmente el asunto se complica, pues al microchip hay que a?adir una ejecutiva bancaria f¨¢cilmente corrompible y un veterinario que ha desaparecido misteriosamente y del que una no menos tenaz investigadora de seguros tratar¨¢ de resolver la desaparici¨®n. Al fin y al cabo, hay un importante seguro de vida por medio.

Y as¨ª en la muy civilizada Finlandia se ir¨¢ desenredando una madeja en la que al fraude alimentario con el transporte ilegal de caballos entre los pa¨ªses comunitarios se unir¨¢ el blanqueo de capitales de un grupo mafioso. Es lo que los expertos llaman un nordic noir, un nuevo ejemplo de calidad de la muy consolidada industria audiovisual del norte de Europa, un fen¨®meno peculiar si pensamos que Finlandia, por ejemplo, no alcanza los seis millones de habitantes, algo menos que la Comunidad de Madrid.

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