¡®The Capture¡¯, dos temporadas de alarde audiovisual
La serie brit¨¢nica exige a los espectadores una especial atenci¨®n para entender buena parte de los di¨¢logos sobre la manipulaci¨®n de v¨ªdeos y su correspondiente jerga. Y pese a ello, resulta muy entretenida, incluso adictiva
Hay una regla no escrita que se?ala que los que hemos sido educados en lo que McLuhan llam¨® la Galaxia Gutenberg tenemos que delegar en los hijos o nietos para el uso correcto de los aparatos de la cultura audiovisual. Algo de eso hay para la cabal comprensi¨®n de las dos temporadas de ...
Hay una regla no escrita que se?ala que los que hemos sido educados en lo que McLuhan llam¨® la Galaxia Gutenberg tenemos que delegar en los hijos o nietos para el uso correcto de los aparatos de la cultura audiovisual. Algo de eso hay para la cabal comprensi¨®n de las dos temporadas de The Capture, que se exhiben en Movistar Plus+, y que exigen a los espectadores una especial atenci¨®n para entender buena parte de los di¨¢logos sobre la manipulaci¨®n de v¨ªdeos y su correspondiente jerga. Y pese a ello, las dos temporadas de la serie brit¨¢nica resultan muy entretenidas, incluso adictivas. Todo depende del horario en que se vean, desaconsejando, eso s¨ª, la primera horas de la tarde por la modorra que suelen provocar las digestiones. Si ya se le exige al espectador una especial atenci¨®n por lo complicado de la trama, una cabezada a destiempo puede ser un serio riesgo para la comprensi¨®n de cualquiera de los 12 cap¨ªtulos de las dos temporadas.
Dicho lo cual, las indagaciones de la agente Rachel Carey para tratar de descubrir a los responsables de varios asesinatos de polic¨ªas, pese a que ha sido transferida al departamento de Antiterrorismo de la primera a la segunda temporada y, por lo tanto, esos cr¨ªmenes no son exactamente de su competencia ya que son de ¨ªndole dom¨¦stica ¡ªal menos aparentemente¡ª, desembocar¨¢n en un alarde de manipulaci¨®n de v¨ªdeos en el que los servicios especiales de la polic¨ªa brit¨¢nica, un selecto grupo de miembros de la CIA y la muy poderosa BBC enmarcan los actos de un destacado pol¨ªtico, Isaac Turner, epicentro de una malvada organizaci¨®n, con una finalidad: destruirlo pol¨ªticamente.
Naturalmente, toda serie polic¨ªaca que se precie no puede, o no debe, tener un desarrollo lineal. Se necesitan varias vueltas de tuerca para que quien la contemple no descubra f¨¢cilmente al malvado. La sorpresa es la clave, algo que en las dos temporadas de The Capture se cumple sobradamente al pasar de un sospechoso a otro, de una presunta mafia a otra, en un Londres contempor¨¢neo en el que todo reluce m¨¢s que el sol. Son las ventajas de quien cre¨® la serie, Ben Chanan, que si por una parte muestra una ciudad impecable, de otra se?ala que esta ficci¨®n resulta ser muy relevante ya que advierte sobre los peligros de las inteligencias artificiales. Lo dicho: no la vean despu¨¦s de comer.
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