Tu inmigrante se ha comido a mi perro, dice la derecha ¡®gore¡¯
Como en ¡®Braindead¡¯, la grotesca pel¨ªcula de zombis que firm¨® un joven Peter Jackson, Donald Trump imagina a extranjeros devorando mascotas de los vecinos. Pero ¨¦l es m¨¢s de Hannibal Lecter
Antes de realizar sus monumentales trilog¨ªas de El se?or de los anillos y de El hobbit, mucho antes de firmar King Kong o Get Back, Peter Jackson se hab¨ªa iniciado como director de cine en un g¨¦nero con menos prestigio: ...
Antes de realizar sus monumentales trilog¨ªas de El se?or de los anillos y de El hobbit, mucho antes de firmar King Kong o Get Back, Peter Jackson se hab¨ªa iniciado como director de cine en un g¨¦nero con menos prestigio: el gore. El t¨¦rmino define las pel¨ªculas de violencia extrema en las que abundan la sangre, las v¨ªsceras y las amputaciones, pero que recurren a ese horror para el humor. El debut de Jackson fue Mal gusto, y su primer gran ¨¦xito, convertido en fen¨®meno de culto, fue Braindead: tu madre se ha comido a mi perro. No ten¨ªa ese subt¨ªtulo en la versi¨®n original (sino un nombre alternativo: Dead Alive), pero alude a una de sus escenas m¨¢s populares. La dirigi¨® con 30 a?os.
Braindead, tan desagradable como divertida, se estren¨® en 1992 y se convirti¨® en viral, cuando nadie ten¨ªa internet, mediante un trasiego de cintas de VHS de mano en mano (y hoy puede verse en YouTube). Tenemos en Nueva Zelanda a un hombre t¨ªmido atrapado entre su tir¨¢nica madre y su inocente novia (espa?ola). La madre es mordida por un extra?o bicho, un mono-rata de Sumatra, y se va convirtiendo en una zombi. El hijo es paciente con ella, incluso cuando se come su propia oreja. En la escena m¨¢s famosa, llega la novia a la casa y su perro sube al cuarto de la se?ora. La pareja solo logra recuperar de su boca los huesos y pellejos del animal. ¡°?Tu madre se ha comido a mi perro!¡±, dice ella. ¡°No todo¡±, responde ¨¦l. Seguir¨¢ una extensi¨®n del virus zombi y una org¨ªa sangrienta.
Peter Jackson no cree en los zombis, sino que se r¨ªe de ellos. No pretende que temamos que alguien se coma a nuestro perro. Pero en esta ¨¦poca en que se vuelven virales los relatos paranoicos, Donald Trump ha jugado una extravagante carta xen¨®foba en su debate con Kamala Harris del martes. Ha dado lugar a muchos memes pero aspiraba a ser cre¨ªble. Dijo Trump que en Springfield, Ohio, los inmigrantes irregulares, se supone que haitianos, hacen esto: ¡°Se est¨¢n comiendo a los perros, la gente que llega se est¨¢n comiendo a los gatos. Se est¨¢n comiendo a las mascotas de la gente que vive all¨ª, y esto es lo que est¨¢ sucediendo en nuestro pa¨ªs, y es una verg¨¹enza¡±. Harris puso cara de perplejidad y solo dijo: ¡°Eso es muy extremo¡±. Los moderadores aclararon enseguida que las autoridades de Springfield no dan ninguna credibilidad a ese bulo.
Tienen cierta fijaci¨®n con las mascotas en la candidatura republicana, porque el aspirante a vicepresidente J. D. Vance ya se meti¨® con las mujeres que tienen gatos en vez de hijos, esas son unas ¡°desgraciadas¡± y ¡°quieren que el resto del pa¨ªs tambi¨¦n se sienta desgraciado¡±. Esta vez Trump llega a lo grotesco dando vueltas al gran eje de su discurso: la deshumanizaci¨®n del inmigrante. En el debate dijo tambi¨¦n que ha bajado la delincuencia en todo el mundo, hasta en Venezuela, porque han vaciado sus c¨¢rceles y centros psiqui¨¢tricos enviando a EE UU a todos los asesinos, violadores y psic¨®patas. Otro bulo.
A Trump le gusta m¨¢s otra pel¨ªcula de miedo: El silencio de los corderos. Cita a menudo a Hannibal Lecter, el can¨ªbal que tan bien interpret¨® Anthony Hopkins. Lo us¨® de referencia para alertar de que est¨¢n llegando a la frontera peligrosos enfermos mentales: ¡°El gran Hannibal Lecter, ya fallecido, es un hombre encantador, le encantar¨ªa invitarte a cenar¡±. Por cierto, no muri¨® Lecter, que es un personaje de ficci¨®n; tampoco Robert Maudsley, el preso brit¨¢nico en el que se inspir¨®.
All¨ª como aqu¨ª, va imponiendo sus mensajes una derecha gore, patol¨®gicamente mentirosa, que alienta la divisi¨®n social y el odio al extra?o. Como hac¨ªa la propaganda m¨¢s siniestra de la historia reciente.