La necesidad de hablar cuando la cabeza es la que est¨¢ enferma
Tiempo atr¨¢s padecer una enfermedad mental era considerado un estigma a esconder. Hab¨ªa que mantenerlo en silencio. La pandemia ha hecho aflorar la verdadera magnitud del problema. Y no es balad¨ª
Casi todo el mundo, en mayor o menor medida, padece a lo largo de su vida alg¨²n tipo de alteraci¨®n en su salud mental. Casos recientes como los de las deportistas Simone Biles, Naomi Osaka o Olivia Podmore entre otros, han puesto el foco medi¨¢tico en este problema. Hasta ahora, cuando se padec¨ªa un problema de este tipo el silencio era la norma predominante. Era algo vergonzante y as¨ª si se silenciaba o se pasaba de puntillas, el problema no exist¨ªa. La Covid-19 ha hecho saltar todo esto por los aires.
Y es que ese silencio anterior a la pandemia era la mayor limitaci¨®n a la hora de afrontar este problema. Decir que ibas al psic¨®logo o al psiquiatra ya te marcaba para siempre con etiquetas poco edificantes, sin que comprendi¨¦ramos que pedir ayuda es el primer paso para poder poner pie en pared y empezar a remontar.
Poco o muy poco han colaborado las campa?as publicitarias de instituciones gubernamentales o empresas (principalmente farmac¨¦uticas) por desmontar su pol¨ªtica de comunicaci¨®n en cuanto a las enfermedades mentales, aunque ¨²ltimamente han entendido que hab¨ªa que dar un paso adelante y normalizar este tipo de des¨®rdenes, ya que los primeros acercamientos al problema por parte de los creativos fueron en su momento un tanto desagradables. Claro ejemplo es este agresivo anuncio, en lo visual, de un conocido medicamento contra estas dolencias demonizando a las personas que lo sufr¨ªan.
Otra corriente de pensamiento muy recurrente -y muy utilizada ¨²ltimamente- cuando se aborda el tema y que creo que no resulta beneficiosa para los pacientes es la que podr¨ªamos denominar ¡°buenista¡±. En ella se intenta hacer ver que la soluci¨®n a este tipo de problemas depende de uno mismo, que basta con un cambio de actitud y que sepamos apreciar y poner en valor las cosas que nos rodean. Desgraciadamente, el inconveniente no es que no lo quieran ver, si no que no pueden verlo.
Un factor muy a tener en cuenta es el estr¨¦s. El ritmo de vida que llevamos d¨ªa tras d¨ªa hace que nuestra cabeza se vaya saturando. Sin darnos cuenta, nuestro disco duro se va llenando con consecuencias que pueden aflorar tiempo m¨¢s tarde. P&G junto a varias empresas ha desarrollado desarroll¨® un sencillo experimento, pero muy sintom¨¢tico.
La soledad es otro factor que puede incidir muy negativamente en el inicio de estos patolog¨ªas. No relacionarse con otras personas, pasando el todo el d¨ªa en soledad, absorto en tus pensamientos es un potente acelerador para que aparezcan los peores fantasmas en nuestra cabeza. Tomar conciencia de esta realidad e intentar poner remedio, a¨²n m¨¢s si cabe con las personas mayores, puede ser un factor determinante. La fundaci¨®n BBK nos invita a concienciarnos con su ¡°invisible soledad¡±.
La empat¨ªa de los dem¨¢s con el que lo sufre es fundamental a la hora de enfrentarse a la situaci¨®n. Pon¨¦rselo m¨¢s f¨¢cil al enfermo hace que la situaci¨®n sea m¨¢s llevadera. Aunque hay que reconocer que en el caso de la Asociaci¨®n de Salud Mental Canadiense creo que deber¨ªan haber encontrado alguna manera m¨¢s inteligente de crear conciencia.
Dentro de esa empat¨ªa podr¨ªamos encuadrar lo que la Fundaci¨®n Relaciones Sanas califica como ¡°escucha activa¡±. Aprender a percibir los signos de una persona con un problema mental puede suponerle una gran ayuda para su salud.
Es lo mismo que viene a decir esta campa?a auspiciada por el Departamento de Salud del gobierno brit¨¢nico, pero en un tono un poco m¨¢s jocoso.
Al fin y al cabo, como he dicho antes, todos nosotros en mayor o menor medida, arrastramos alguna tara y hay que intentar normalizarla y tratar de afrontarla como cualquier otra dolencia de nuestro organismo, sin estigmatizarla ni esconderla, solamente trat¨¢ndola. Este anuncio de la ONG brit¨¢nica Childline intenta hacer ver a la gente joven de una manera muy original que no est¨¢ solo y que no es un bicho raro.
Bueno, todos somos un poco bichos raros...
Si necesita ayuda
Teléfono de la Esperanza: 717 003 717
Programa de prevención, divulgación y formación de la Fundación Española para la Prevención del Suicidio: www.prevensuic.org
Web para problemas de salud mental en jóvenes. Mind-u.cat
Asociación para la prevención del suicidio La niña amarilla.
Fundación Anar, Ayuda a niños y adolescentes en riesgo. www.anar.org. Teléfono gratuito de ayuda a menores: 900 20 20 10
Puedes seguir EL PA?S TELEVISI?N en Twitter o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.