Jos¨¦ Daniel Ferrer, opositor cubano excarcelado: ¡°La lucha contin¨²a¡±
¡°La orden es que estemos en la calle antes de que Trump asuma la presidencia¡±, cuenta a EL PA?S el activista, que sali¨® de prisi¨®n tras la decisi¨®n de Biden de retirar a Cuba de la lista de patrocinadores del terrorismo
En su casa de Altamira, en el oriente cubano, se ha ido la luz el¨¦ctrica, se siente un calor sofocante y Jos¨¦ Daniel Ferrer (Palma Soriano, 54 a?os), el reconocido opositor reci¨¦n excarcelado, se acomoda el cuello de la camisa y bebe un vaso de jugo, el primer alimento en todo el d¨ªa. Cuando sali¨® de la prisi¨®n de Mar Verde ten¨ªa hambre, estaba cansado, pero bast¨® llegar a su casa para sentir una energ¨ªa que, seg¨²n dice, solo ha experimentado con 18 a?os. Se han acercado a saludar decenas de amigos, activistas y vecinos, que entran y salen impresionados ante el hecho de estarlo viendo hoy y no ¡ªcomo pensaban¡ªen siete meses, el tiempo que le restaba a su condena de cuatro a?os y 14 d¨ªas, el castigo que le impuso el Gobierno por participar de las protestas masivas del 11 de julio de 2021.
Tiene un dolor permanente en el brazo derecho de la ¨²ltima paliza que le propinaron los oficiales de la prisi¨®n, y una gastritis cr¨®nica de las tantas huelgas de hambre que protagoniz¨®, pero a Ferrer se le ve fuerte, con la misma voz de siempre, de un tono agudo y marcial. Cuando hace tres a?os y medio el Gobierno de La Habana lo puso tras las rejas, acababa de ver el filme biogr¨¢fico Hotel Ruanda, que cuenta la historia del defensor de los derechos humanos Paul Rusesabagina. Ferrer quiere enterarse ahora qu¨¦ fue del activista, si est¨¢ libre, si est¨¢ preso, si sigue vivo. ¡°No s¨¦ qu¨¦ pas¨® con ¨¦l¡±, dice. ¡°En cuanto me pueda conectar a internet quiero saber¡±. Entiende que en todo este tiempo el mundo se ha convertido en un lugar distinto, del que estuvo casi ausente, pero le interesa ponerse al d¨ªa, leer sobre la muerte del opositor ruso Alex¨¦i Navalni, enterarse de qu¨¦ est¨¢ sucediendo en Oriente Medio o Venezuela, de agarrar una pel¨ªcula de culto o un libro.
El ¨²ltimo que ley¨® en prisi¨®n fue El M¨¦todo Rico, un bestseller que su familia logr¨® llevarle y en el que ha aprendido del arte de administrar finanzas. En eso estaba cuando en la tarde del martes se detuvo y sali¨® a una sala del penal para ver la televisi¨®n. Esper¨® a que a las 3:45 pm se acabara la telenovela El Cuervo que miraban el resto de los reclusos y pidi¨® cambiar al canal Telesur. El noticiario anunciaba que el presidente Joe Biden hab¨ªa eliminado a Cuba de la lista de pa¨ªses que patrocinan el terrorismo. De inmediato, sospech¨® que iba a estar libre.
-Ah¨ª le dije a un amigo preso: ¡°Van a ocurrir cosas, an¨®talo, porque el Gobierno de Biden no le va a hacer esas concesiones al r¨¦gimen si no es a cambio de algo¡±.
Ferrer conoce de cerca ese tipo de negociaciones. En 2010, cuando cumpl¨ªa una sentencia de 25 a?os tras la cacer¨ªa a disidentes en Cuba conocida como la Primavera Negra, ¨¦l fue uno de los 75 presos que Ra¨²l Castro excarcel¨® a ra¨ªz de las negociaciones con la Iglesia Cat¨®lica y el Gobierno espa?ol de Jos¨¦ Luis Zapatero.
Ahora, en la televisi¨®n del penal de Mar Verde, otra noticia aseguraba que Miguel D¨ªaz-Canel liberar¨ªa a 553 tras la intermediaci¨®n de El Vaticano. Su amigo recluso se vir¨® de repente y le dijo: ¡°Oye, ?pero t¨² est¨¢s loco? ?C¨®mo sab¨ªas que eso ven¨ªa?¡±
Ferrer fue puesto en libertad condicional, algo que no quer¨ªa admitir. ¡°A m¨ª me liberan completamente o me dejan preso hasta que se caiga la dictadura¡±, le dijo a los altos oficiales de la prisi¨®n en la ma?ana de este jueves, cuando le dijeron que deb¨ªa irse a su casa, que su esposa y su hijo de cinco a?os lo esperaban a las afueras del penal. Casi lo sacaron a la fuerza de la c¨¢rcel, donde por la fuerza lo pusieron hace m¨¢s de tres a?os.
Pregunta. ?C¨®mo le dieron la noticia de que estar¨ªa entre los 553 presos liberados tras las negociaciones con la administraci¨®n de Joe Biden?
Respuesta. Como a las 10:30 de la ma?ana, el mayor de la polic¨ªa pol¨ªtica Julio Fonseca me dijo que me vistiera, que un equipo legal quer¨ªa hablar conmigo, que me iban a dar la libertad, pero que quer¨ªan notificarme sobre las condiciones. Les dije que no aceptaba condiciones de ning¨²n tipo. Que a m¨ª me liberaban completamente o me dejaban preso hasta que se caiga la dictadura. Luego llegaron un teniente coronel y otro oficial, dijeron que me ten¨ªan que llevar. Me condujeron a una oficina de la jefatura del penal. Ah¨ª les dije: ¡®?Y qu¨¦ es esto? ?Otra farsa judicial?¡¯ Dijeron que ven¨ªan a notificarme mi libertad condicional, debido a un proceso que el Gobierno revolucionario ha decidido desarrollar como gesto de buena voluntad con el papa Francisco. Les dije que no aceptaba la libertad condicional, que ellos secuestraron a mi familia, robaron todo en mi casa, no dejaron ni siquiera sillas, se llevaron la televisi¨®n, me fabricaron delitos, me golpearon en prisi¨®n, me han tratado de matar de hambre, he tenido que protestar, hacer huelgas de hambre por que me permitan entrar alimentos y las medicinas que ellos no tienen.
Me dijeron: ¡®Bueno, igual tienes que escuchar. T¨² vas a ser puesto en libertad condicional y si no cumples con los requisitos y violas la legalidad socialista, vas a ser nuevamente llevado a prisi¨®n¡¯. Les dije: ¡®bueno, ahorr¨¦monos todos estos tr¨¢mites y fabriquen ahora otro delito para cuando en julio se extinga mi sanci¨®n me impongan otra¡¯. Cuando les dije que no aceptaba la libertad condicional ni el acta de advertencia, me dijeron que entonces lo iban a firmar los testigos, o sea, los oficiales de ellos. Les dije que me iba para el penal, pero me respondieron que no pod¨ªa entrar m¨¢s all¨¢ adentro.
P. Es decir, que a pesar de que los enfrent¨®, y de su negativa a salir en libertad condicional, esta es una orden que ellos deb¨ªan cumplir de cualquier modo.
R. Si yo llego a sentarme a modo de protesta, ellos me cargan y me traen para la casa. Porque la orden es que estemos en la calle antes de que Donald Trump asuma la presidencia para que no revierta las medidas. Eso es lo que vi de la conversaci¨®n y se los dije.
P. ?Qu¨¦ condiciones le dijeron que implicaba esta libertad condicional?
R. Dijeron que yo deb¨ªa ir a un tribunal a firmar mensualmente y deb¨ªa ponerme a trabajar donde ese tribunal me ubicara.
P. ?Es algo que piensa hacer?
R. Yo en eso siempre he sido muy claro. Nunca he simpatizado en lo m¨¢s m¨ªnimo con Lenin, ni Marx, ni Engels, ni nadie de ese equipo. Pero Lenin dec¨ªa que para hacer la revoluci¨®n se necesitaban cuadros completamente comprometidos. Yo no tengo tiempo para vender tomates ni sembrar lechuga, mi tiempo es para luchar por la libertad y la democracia. Yo lo ¨²nico que necesito es una muda de ropa y el m¨ªnimo de alimentos. Yo no fumo, no tomo, no voy a fiestas, no tengo otros gastos, por tanto, no necesito trabajarle al r¨¦gimen
P. ?Qu¨¦ piensa de que, por segunda vez, el Gobierno le ponga en la calle por una negociaci¨®n externa, ambas mediando la Iglesia cat¨®lica?
R. Hay una mezcla de emociones. Sabes que la Iglesia y el Gobierno de los Estados Unidos tienen la mejor intenci¨®n y eso lo agradecemos de todo coraz¨®n. Pero hay una cuesti¨®n que me preocup¨® en aquella ocasi¨®n y que me preocupa ahora. Cuando en 2010 el cardenal Jaime Ortega me llam¨® a la prisi¨®n, pregunt¨® si yo aceptaba salir a Espa?a. Le dije que yo no aceptaba el exilio bajo ninguna condici¨®n. Termin¨¦ remiti¨¦ndolo a un pasaje b¨ªblico, a Lucas 13, vers¨ªculo 32. Es el momento en que unos fariseos le dicen a Jes¨²s que se vaya, que Herodes quiere matarlo. Jes¨²s le dice algo como: ¡®Vayan y d¨ªganle a ese zorro que hoy y ma?ana continuar¨¦ sanando y al tercer d¨ªa voy para Jerusal¨¦n porque un profeta no debe morir fuera de Jerusal¨¦n¡¯. O sea, le estaba diciendo al cardenal: ¡®D¨ªgale a ese zorro que se llama Ra¨²l Castro que yo no me voy a ning¨²n lado, que si quieren, me maten, pero yo no me voy a ir del pa¨ªs¡¯. Lo que me preocupa de esto, y resulta incluso penoso, es c¨®mo en la situaci¨®n actual le permiten al r¨¦gimen cubano publicar una nota irrespetuosa, porque se presentan triunfales, como el Gobierno magn¨¢nimo, que en gesto de buena voluntad hacia su Santidad libera a 553 presos. No debe ser as¨ª cuando se trata de situaciones que implican tanto sufrimiento humano, tantas violaciones a tantos derechos humanos y, encima de eso, cuando el r¨¦gimen no hace ning¨²n compromiso por respetar derechos b¨¢sicos fundamentales o se compromete a que no van a tomar represalias y poner nuevamente en la c¨¢rcel a las v¨ªctimas que acaban de excarcelar.
P. ?Entonces cree que le pueden volver a llevar a prisi¨®n en alg¨²n momento?
S¨ª, por supuesto. Y ah¨ª empezaremos el nuevo cap¨ªtulo de ese c¨ªrculo vicioso en el que te encarcelan, te torturan, te presionan par que te vayas del pa¨ªs, te enferman, te causan todo tipo de problemas, golpean a tu familia, los amenazan con desalojarlos de su hogar. Luego la iglesia vuelve a intermediar, una administraci¨®n dem¨®crata les pide algo a cambio de quitar una medida o castigo, y liberan a quienes nunca debieron estar presos. Eso es una burla a la inteligencia y la dignidad del ser humano.
P. ?El exilio sigue sin ser una opci¨®n para usted ahora?
R. Eso nunca lo he contemplado ni lo voy a contemplar. Y te confieso, yo amo a mi familia, amo demasiado la vida, a mis hijos, a mis nietos, a mi mam¨¢, a mi esposa, y nunca hab¨ªa pensado en suicidarme, pero en prisi¨®n atraves¨¦ una situaci¨®n por la que cre¨ª que mi salud f¨ªsica y mental se estaban deteriorando de una manera demasiado rapida. Ten¨ªa dolores intensos de cabeza, sent¨ªa unos zumbidos ensordecedores que no me dejaban dormir y llegu¨¦ a tener alucinaciones por primera vez en mi vida. Creo que me drogaron en ese tiempo con alg¨²n tipo de sustancia, porque no tiene otra explicaci¨®n. Entonces consider¨¦ el suicidio antes que la rendici¨®n. Ellos me repet¨ªan que si aceptaba irme del pa¨ªs, se resolv¨ªa la situaci¨®n y me pon¨ªan en libertad. Pero se los dije a ellos, a mi mujer y a mi familia, antes de rendirme recurro a lo que nunca he pensado hacer, prefiero quitarme la vida antes de renunciar a mi lucha.
P. Ahora la vida se reanuda afuera, ?qu¨¦ piensa hacer?
R. Son demasiadas cosas que tengo ante m¨ª. Mi familia, la lucha, que contin¨²a y es de mis grandes prioridades. Tambi¨¦n ayudar¨¦, dentro de mis posibilidades, a los activistas, a los presos pol¨ªticos que sigan en prisi¨®n. Voy a seguir asistiendo con alimentos y medicinas a otras personas como hac¨ªa antes de que me encarcelaran.