En la biblioteca de Lorenzo Silva: ¡°Mi madre me ense?¨® a mirar y a escuchar¡±
Buceamos en la biblioteca del escritor cuando est¨¢ a punto de publicar ¡®La llama de Focea¡¯, su decimotercera novela sobre los guardias civiles Bevilacqua y Chamorro
En la buhardilla de su casa de Illescas, en la comarca de La Sagra, Lorenzo Silva escribe sus novelas en completo silencio. Todos los d¨ªas conduce hasta all¨ª desde Getafe para alejarse del ruido de la ciudad. Es el lugar que le inspira. Donde tiene tranquilidad y concentraci¨®n. No necesita un gran ventanal con vistas al mar como el de Pablo Neruda en Valpara¨ªso. Le basta con estar rodeado de libros que, como en las c¨¢rceles, se convierten en aut¨¦nticas ventanas espirituales. ¡°He donado libros a bibliotecas, colegios, prisiones... Y no he conocido personas para quienes la lectura signifique m¨¢s que para las personas privadas de libertad¡±, dice sentado frente a su escritorio.
Lorenzo Silva guarda, muy bien conservada, una Erika fabricada en Alemania de color amarillo. Con esta m¨¢quina de escribir su madre le mecanografi¨® los primeros cuentos que escribi¨® de ni?o. Falleci¨® este verano y todav¨ªa le cuesta hablar de ella, pero Paquita Amador tuvo un papel crucial en el despertar de su vocaci¨®n literaria. Sin ella, posiblemente hoy no estar¨ªa donde est¨¢. Su madre tambi¨¦n le acompa?¨® al kiosko a por sus primeros tebeos, le compr¨® El Quijote para el colegio y le ense?¨® las dos herramientas m¨¢s b¨¢sicas e imprescindibles para un escritor. ¡°A mirar y a escuchar¡±, explica emocionado. ¡°Mis primeros mecanoscritos no son m¨ªos, sino tuyos. Mi escritura, mi forma de leer el mundo, en gran medida, tambi¨¦n¡±, escribi¨® en junio en una carta titulada Gracias, mam¨¢.
Una peque?a escultura de Don Quijote y Rocinante destaca sobre el brillo apagado de un tricornio. Las fotos familiares conviven con retratos en blanco y negro de sus escritores referentes, perfectamente enmarcados. Autores a los que siempre vuelve: Kafka, Stendhal, Jane Austen, Walter Benjamin, Virginia Woolf, Raymond Chandler¡ Sin la huella que le dej¨® el ¨²ltimo, reconoce, ¡°nunca hubiera escrito novela polic¨ªaca¡±. Y quiz¨¢s, tampoco se habr¨ªa atrevido a dejar su trabajo como abogado en una gran empresa para dedicarse enteramente a la literatura. Dentro de una semana, Lorenzo Silva publicar¨¢ La llama de Focea. Su decimotercera novela sobre los guardias civiles Bevilacqua y Chamorro, en la que a trav¨¦s de estos dos m¨ªticos y queridos personajes retrata c¨®mo hemos cambiado en Espa?a en los ¨²ltimos veinte a?os.
¡°Gracias a los libros, llevo toda la vida viajando por todo el planeta y por todas las ¨¦pocas por las que uno puede viajar¡±, resume Lorenzo Silva. ?Por qu¨¦ Raymond Chandler es uno de sus grandes maestros? ?Qu¨¦ cr¨®nica es mucho m¨¢s ¨²til para aprender a escribir historias que las series de Netflix? ?Qui¨¦n es el fil¨®sofo al que admira y que escribi¨® el mejor ensayo sobre Kafka? Conversamos sobre estas y otras cuestiones en esta entrevista de En la biblioteca de, secci¨®n en la que tambi¨¦n hemos descubierto la biblioteca personal de novelistas como Arturo P¨¦rez-Reverte o el Premio Nobel Mario Vargas Llosa.