Vicky Larraz: ¡°Cuando una consigue un triunfo, no puede dar nada por hecho: hay que insistir¡±
La artista y presentadora se sienta en la silla de ¡®Un ¨ªntimo consejo¡¯ para dialogar con su juventud y aconsejarse, a toro pasado, en los momentos m¨¢s decisivos de su vida
Para el gran p¨²blico ochentero, No controles (1983) fue un bombazo, un ¨¦xito de esos que penetran en discotecas, radios y hogares para permanecer y no desvanecerse nunca. Para Vicky Larraz (Madrid, 1962), ¡°fue una sorpresa, incluso un enigma¡±. Agradece mucho a Nacho Cano la cesi¨®n de la canci¨®n y reconoce que le sigue entusiasmando cantarla en los escenarios de toda Espa?a con su grupo Ole¡¯star. ?Pero c¨®mo recuerda aquellos d¨ªas, con apenas 21 a?os, en que se instal¨® en los n¨²meros uno de las listas? ?Qu¨¦ consejo se dar¨ªa a ella misma? Si pudiera dar marcha atr¨¢s, ?hay algo que cambiar¨ªa?
¡°No cambiar¨ªa nada¡±, desliza: ¡°Pero s¨ª que me dar¨ªa algunos consejos¡±. Con la mirada fija en una foto que le tomaron ¡ªa ella y al resto de componentes de Ol¨¦ ol¨¦¡ª junto a Bonnie Tyler, reflexiona acerca del ¨¦xito. ¡°Aquella gira por Italia fue un ba?o de realidad¡±, explica. Tanto ella como el resto de la banda comprobaron que verdaderamente hab¨ªan traspasado las fronteras y empezaron a intuir que su camino no ten¨ªa fin. Pero lo tuvo. ¡°Cuando logras un triunfo¡±, apostilla, ¡°tienes que insistir¡±. A esa Vicky de poco m¨¢s de 20 a?os le aconsejar¨ªa que continuara luchando por sacar su m¨²sica internacionalmente porque luego, zanja, eso no pas¨® y las oportunidades extramuros se fueron esfumando.
Sin embargo, la reflexi¨®n habla de la autoexigencia de la artista espa?ola. Si algo no se le puede reprochar, precisamente, es falta de esfuerzo. Devota de su profesi¨®n, desde 1983 ha luchado por divulgar su m¨²sica y por mantenerse en pie. Lo ha logrado. A veces, en escenarios internacionales; otras, en peque?as salas, pero Larraz siempre ha cantado. Y es esa pasi¨®n la que emana de su relaci¨®n con su ¡®yo¡¯ del pasado, una mezcla de orgullo por haber protagonizado la escena musical en un momento tan emblem¨¢tico como la Movida Madrile?a y de resentimiento por no haber recorrido algunas sendas.
La que s¨ª recorri¨®, por ejemplo, fue la de dar la batalla a la OTI cuando, en 1987, tuvo que decidir si acud¨ªa o no al festival representando a Espa?a. ¡°Ah¨ª tuve una batalla interna y otra con la discogr¨¢fica porque en ese certamen¡±, cuenta la artista, ¡°solo se cantaban baladas y yo era puro fuego; quer¨ªa movimiento¡±. Tambi¨¦n de ese momento habla Larraz en ¡®Un ¨ªntimo consejo¡¯, el formato de EL PA?S en el que grandes figuras dialogan con su ni?ez y su juventud.