?D¨®nde est¨¢ Andr¨¦s Camilo? El drama de una madre que busca a su hijo entre miles de desaparecidos
En Colombia este a?o se ha perdido el rastro de m¨¢s de 1.400 personas. Entre 2017 y 2021 fueron m¨¢s de 16.000, seg¨²n los registros del Instituto de Medicina Legal
Claudia Yepes ha perdido seis kilos de peso y aunque ha tomado medicamentos para conciliar el sue?o, dice que todav¨ªa no logra dormir una noche de un solo tir¨®n. Yepes, de 50 a?os, busca a su hijo Andr¨¦s Camilo, de 26, desde el pasado 3 de abril. Ese d¨ªa, ¡°un domingo¡± ¡ªrepite ella que no olvida esa ¨²ltima vez que hablaron¡ª se perdi¨® el rastro de este ingeniero forestal que hac¨ªa un trabajo de campo en San Andr¨¦s de Cuerquia, un diminuto municipio del norte de Antioquia. ¡°?D¨®nde est¨¢ Andr¨¦s Camilo?¡±, repite su madre por tel¨¦fono, en redes sociales, en plantones y en los recorridos que ha empren...
Claudia Yepes ha perdido seis kilos de peso y aunque ha tomado medicamentos para conciliar el sue?o, dice que todav¨ªa no logra dormir una noche de un solo tir¨®n. Yepes, de 50 a?os, busca a su hijo Andr¨¦s Camilo, de 26, desde el pasado 3 de abril. Ese d¨ªa, ¡°un domingo¡± ¡ªrepite ella que no olvida esa ¨²ltima vez que hablaron¡ª se perdi¨® el rastro de este ingeniero forestal que hac¨ªa un trabajo de campo en San Andr¨¦s de Cuerquia, un diminuto municipio del norte de Antioquia. ¡°?D¨®nde est¨¢ Andr¨¦s Camilo?¡±, repite su madre por tel¨¦fono, en redes sociales, en plantones y en los recorridos que ha emprendido en vano ante la llamada de cualquiera que le dice que lo ha visto. ¡°He subido monta?as, me he metido a los r¨ªos, pero nada, no aparece¡±.
Colombia, que vivi¨® medio siglo en guerra, ha visto desaparecer hasta 100.000 personas, seg¨²n el Centro de Memoria Hist¨®rica. Este a?o van cerca de 1.500. El caso de Andr¨¦s Camilo Pel¨¢ez es uno y la historia de su mam¨¢ es la de miles de madres con la vida partida en dos. ¡°Cuando oscurece, cuando todos regresan a sus casas y se empiezan a apagar las luces, vuelven las mismas preguntas. ?D¨®nde estar¨¢?, ?tendr¨¢ fr¨ªo? ?Habr¨¢ comido?¡±. Yepes, su esposo y su otro hijo han recibido el apoyo de las autoridades para buscarlo, pero es que como si la tierra se lo hubiera tragado, nadie lo encuentra. La Gobernaci¨®n de Antioquia empez¨® a ofrecer esta semana una recompensa de 10 millones de pesos (unos 2.500 d¨®lares) para intentar dar con alguna pista. La familia no ten¨ªa nada que dar a cambio. ¡°No tenemos dinero, nunca lo hemos tenido, aun en esto que estamos viviendo nos tenemos que parar todas las ma?anas a trabajar. Trabajamos o no comemos¡±, cuenta la mam¨¢ de Andr¨¦s Camilo, que repasa de memoria lo ¨²ltimo que se supo de su hijo.
¡°Esa noche [la del 3 de abril] me dijo que estaba cansado, que ten¨ªa hambre y que al d¨ªa siguiente ten¨ªa una reuni¨®n. Se sabe, seg¨²n la versi¨®n de la gente del pueblo, que en la noche estuvo reunido en una tienda con tres personas. Seg¨²n ellas, despu¨¦s de tomarse unas cervezas, se despidi¨® y se fue al hotel en el que se estaba quedando¡±. Pero al hotel nunca lleg¨®. El ingeniero forestal adelantaba un trabajo con las comunidades para la reforestaci¨®n ecol¨®gica del proyecto hidroel¨¦ctrico Hidroituango. Era la tercera vez que visitaba ese pueblo, pero no era la primera vez que trabajaba con comunidades. Nunca hab¨ªa sido amenazado y la empresa a la que estaba vinculado WSP, encargada de realizar interventor¨ªas a los proyectos ambientales de Hidroituango, lo transportaba en cada uno de sus viajes. ¡°La compa?¨ªa cuidaba su seguridad¡±, dice su mam¨¢, ahora no tan convencida de qu¨¦ tan efectivo era el acompa?amiento que recib¨ªa. El contrato laboral hab¨ªa empezado en enero y terminaba el 5 de mayo. Con ¨¦l desaparecido, su mam¨¢ recibi¨® el ¨²ltimo pago y la liquidaci¨®n. ¡°Han seguido pendientes del caso de mi hijo¡±, dice resignada.
Andr¨¦s Camilo mide un metro con 73 cent¨ªmetros, tiene el cabello negro, liso y corto. El ¨²ltimo d¨ªa que alguien lo vio ¡ª¡±el domingo 3 de abril¡±, repite su mam¨¢¡ª llevaba una gorra y una camiseta de color negro, un pantal¨®n gris y unos tenis verdes. La descripci¨®n, que ha sido compartida decenas de veces, ha hecho que quienes ven a alguien parecido alerten a la familia, que ante cualquier llamado ha salido en busca de una pista. ¡°Hemos dedicado d¨ªas enteros a seguir las indicaciones de alguien que nos llama y nos dice que lo vieron y que sabe en d¨®nde est¨¢, pero al final llegamos y no hay nadie, no hay nada¡±, cuenta la madre.
Aunque Colombia es el lugar m¨¢s peligroso del mundo para los ambientalistas, ni Andr¨¦s Camilo ni su familia tem¨ªan por su seguridad, a pesar de trabajar en ello. Seg¨²n las cifras m¨¢s recientes de la organizaci¨®n Global Witness en 2020, por segundo a?o consecutivo, este pa¨ªs fue el m¨¢s letal para los defensores del medio ambiente. ¡°Jam¨¢s pensamos que le pod¨ªa pasar algo por su profesi¨®n. ?C¨®mo le van a hacer da?o a alguien que trabaja por el bien de todos? ?l siempre hab¨ªa trabajado con comunidades, le gustaba ense?ar, le gustaba meterse al monte, al agua, estar con los animales. El ¨²ltimo proyecto, que era el de reforestaci¨®n, lo ten¨ªa muy contento¡±.
En un plant¨®n que hicieron a final del mes pasado para pedir por su regreso, asistieron campesinos y l¨ªderes con los que ¨¦l hab¨ªa trabajado los ¨²ltimos meses. Ellos tampoco saben qu¨¦ pas¨®. ¡°?Qui¨¦n se lo llev¨®?¡±, pregunta su mam¨¢ desde hace m¨¢s de cuarenta noches. ¡°Yo s¨¦ en qu¨¦ pa¨ªs vivimos, pero uno no cree que esto le puede llegar a pasar a su familia. Todav¨ªa no lo entiendo¡±. La desaparici¨®n de su hijo y su b¨²squeda ha coincidido con un momento electoral en Colombia, donde la atenci¨®n medi¨¢tica est¨¢ puesta en la pol¨ªtica. Todas las ma?anas, publica en Twitter una o varias fotos de su hijo y etiqueta a todos los candidatos. No le importa si es derecha o de izquierda. Necesita que su mensaje sea viral, pero en un pa¨ªs donde la contienda electoral est¨¢ marcada justamente por contenidos hechos a la medida de lo que da likes en redes sociales, el clamor de esta mujer se pierde entre el ruido de internet.
Hasta ahora, ning¨²n grupo armado ha reconocido tenerlo secuestrado, y los bomberos y la polic¨ªa que han inspeccionado hasta con drones el pueblo y los alrededores de donde fue desaparecido no han hallado ninguna pista. Claudia Yepes se levanta todos los d¨ªas para seguir busc¨¢ndolo. Es la historia de tantas madres en un pa¨ªs que se acostumbr¨® a vivir entre las ausencias que ha dejado el conflicto armado.
Un pa¨ªs de desaparecidos
De enero al 17 de mayo de 2022, 1.447 personas habían sido reportadas desaparecidas en Colombia. De estas, la mayoría (891) son hombres. El 20% de los reportes, según las cifras del Instituto de Medicina Legal, corresponde a desaparición forzada. El resto de casos están sin clasificar dentro de un espectro que incluye reclutamiento forzado por parte de grupos armados, secuestro y trata de personas.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n.