Petro logra un acuerdo hist¨®rico con los ganaderos para repartir la tierra en Colombia
El Gobierno comprar¨¢ a los terratenientes tres millones de hect¨¢reas con el objetivo de cumplir el primer punto del acuerdo de paz con las FARC
El temor guerracivilista que despierta el reparto de la tierra en Colombia ha sido desactivado. Los ganaderos han acordado con el Gobierno de Gustavo Petro la venta de tres millones de hect¨¢reas repartidas por todo el pa¨ªs para cumplir una doble promesa del presidente: sacar adelante una reforma agraria y certificar el primer punto del acuerdo de paz con las FARC, que vienen a ser lo mismo. Las partes, que sab¨ªan que discut¨ªan un asunto muy sensible, han llevado la negociaci¨®n con sigilo. El pacto se firmar¨¢ este viernes a primera hora en la Casa de Nari?o, la residencia presidencial.
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El temor guerracivilista que despierta el reparto de la tierra en Colombia ha sido desactivado. Los ganaderos han acordado con el Gobierno de Gustavo Petro la venta de tres millones de hect¨¢reas repartidas por todo el pa¨ªs para cumplir una doble promesa del presidente: sacar adelante una reforma agraria y certificar el primer punto del acuerdo de paz con las FARC, que vienen a ser lo mismo. Las partes, que sab¨ªan que discut¨ªan un asunto muy sensible, han llevado la negociaci¨®n con sigilo. El pacto se firmar¨¢ este viernes a primera hora en la Casa de Nari?o, la residencia presidencial.
El reparto del campo ha sido hist¨®ricamente un generador de conflicto en Colombia. El nacimiento de las guerrillas en los a?os sesenta est¨¢ ligado a la reivindicaci¨®n campesina de poseer m¨¢s hect¨¢reas, que permanec¨ªan en manos de grandes terratenientes. Ante la ausencia del Estado, los propietarios se defendieron con la creaci¨®n de milicias que m¨¢s tarde se convirtieron en grupos paramilitares. Algunos de estos grupos han acabado dedicados al narcotr¨¢fico. Este conflicto ha regado de sangre la Colombia rural, que tiene una alta concentraci¨®n de la propiedad de la tierra. Petro, desde la campa?a presidencial, aseguraba que una vez en el poder buscar¨ªa comprarles tierras que no se explotan ni generan riqueza al pa¨ªs para repartir entre despojados y campesinos que hoy en d¨ªa cultivan hoja de coca. El primer paso ya se ha dado.
¡°Ma?ana firmo ese acuerdo con el presidente¡±, cuenta por tel¨¦fono Jos¨¦ F¨¦lix Lafaurie, el presidente de la asociaci¨®n de ganaderos (Fedegan) y quien ha hecho pol¨ªtica en las ant¨ªpodas de Petro. Lafaurie ha negociado durante un mes con uno de los hombres de confianza del presidente, el senador Iv¨¢n Cepeda, y con la ministra de Agricultura, Cecilia L¨®pez. Con m¨¢ximo hermetismo. En Colombia hay 55 millones de hect¨¢reas en manos privadas. De ellas, tres pasar¨¢n a manos del Gobierno. El precio no est¨¢ acordado, seg¨²n Lafaurie, ya que el valor var¨ªa mucho dependiendo de la regi¨®n. ¡°Petro gan¨® con una bandera, que era cumplir el acuerdo de paz y eso es hacer la democracia¡±, contin¨²a el presidente de los ganaderos, en unas palabras que sorprenden a todo el mundo: por el car¨¢cter conservador de los terratenientes ganaderos, se les ten¨ªa por los principales opositores al proyecto del presidente.
La ministra Cecilia L¨®pez calific¨® de hist¨®rico el acuerdo. ¡°Este es un paso para la paz total y el cumplimiento del punto uno del acuerdo de La Habana¡±, explic¨®. Petro quiere pacificar una naci¨®n con un pasado y un presente muy violento. La primera semana de noviembre arrancar¨¢ la negociaci¨®n de paz con el ELN, la ¨²ltima guerrilla activa, y en breve espera acordar un alto al fuego con grupos armados de todo tipo. Para conseguir que esa pacificaci¨®n sea de fondo, cree que debe desarrollar las regiones y para eso se necesita un reparto m¨¢s justo de la tierra. En el acuerdo entre las FARC y el presidente Juan Manuel Santos se especificaba que deb¨ªa llevarse a cabo una reforma agraria que con quien fue su sucesor, Iv¨¢n Duque, no avanz¨® sino a cuentagotas y sin mayor voluntad pol¨ªtica.
Petro, exguerrillero, ha hecho suya esa bandera. El trabajo de Santos se hab¨ªa quedado a medias y ¨¦l ha decidido recoger el testigo en el punto en el que se hab¨ªa quedado. Los cuatro a?os de Duque son un inmenso par¨¦ntesis en el camino a la paz. Al lograr un acuerdo con un sector que parec¨ªa dispuesto a torpedear su mandato, el presidente se anota un tanto que pocos imaginaban.
Hace unos d¨ªas, durante la visita del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, Petro ya verbaliz¨® su intenci¨®n de comprar estas tres millones de hect¨¢reas de tierras productivas para entregarlas a campesinos que hoy en d¨ªa cultivan coca. ¡°Ser¨ªa una barrera contra la producci¨®n de drogas en este pa¨ªs¡±, dijo Petro, que quisiera el apoyo de Estados Unidos para dicha compra de tierras y para la reforma agraria. Estados Unidos no se comprometi¨® a financiarle, por lo que el presidente deber¨¢ buscar ahora la forma de pagar esas tierras en un momento en el que las arcas del Estado est¨¢n vac¨ªas. La clave puede encontrarse en la reforma fiscal que trata de aprobar de forma paralela. Petro, despu¨¦s de un sinf¨ªn de propuestas que parec¨ªa no terminar de concretar, ha puesto el acelerador en su segundo mes de mandato.
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