Las opiniones divididas de los militares sobre el servicio social para la paz
La alternativa al servicio militar obligatorio que aprob¨® el Congreso suscita cr¨ªticas y aplausos entre quienes han integrado las fuerzas armadas
El art¨ªculo 22 de la Constituci¨®n Pol¨ªtica de Colombia indica que la paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento. A este derecho apelan el Gobierno y su bancada para incluir en el proyecto de ley de la Paz Total una opci¨®n de servicio obligatorio al Estado que no sea militar. Con la aprobaci¨®n del texto final de ese proyecto en la madrugada del jueves por el Senado y en la noche del mismo d¨ªa por la C¨¢mara, para que el servicio social para la paz sea una realidad solo falta que e...
El art¨ªculo 22 de la Constituci¨®n Pol¨ªtica de Colombia indica que la paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento. A este derecho apelan el Gobierno y su bancada para incluir en el proyecto de ley de la Paz Total una opci¨®n de servicio obligatorio al Estado que no sea militar. Con la aprobaci¨®n del texto final de ese proyecto en la madrugada del jueves por el Senado y en la noche del mismo d¨ªa por la C¨¢mara, para que el servicio social para la paz sea una realidad solo falta que el Gobierno lo reglamente. Su funcionamiento se har¨ªa de forma paralela al desmonte gradual del servicio militar obligatorio.
El nuevo servicio social ser¨ªa obligatorio para los hombres j¨®venes que podr¨¢n elegir entre 11 actividades: alfabetizaci¨®n digital; trabajo con v¨ªctimas del conflicto armado; promoci¨®n de las pol¨ªticas de paz; protecci¨®n de la naturaleza y la biodiversidad; trabajo con personas damnificadas por desastres naturales; trabajo en la reforma rural integral; vig¨ªa de patrimonio cultural; promoci¨®n en educaci¨®n sobre cambio clim¨¢tico; cuidado de personas en condici¨®n de discapacidad; promoci¨®n de la cultura campesina y derechos ¨¦tnicos; y servicio social para la refrendaci¨®n de los acuerdos de paz. Al igual que el SMO tendr¨ªa una duraci¨®n de 12 meses y al final se emitir¨¢ un certificado equivalente a la libreta militar, que se reconocer¨ªa como experiencia laboral.
La propuesta ha causado diversas opiniones, con sectores que consideran que la disminuci¨®n del pie de fuerza militar tendr¨ªa un costo muy elevado, pues se deber¨ªa suplir la ausencia de reclutas con soldados profesionales, que le cuestan el doble al Estado. El Ministro de Defensa, Iv¨¢n Velasquez, ha respondido que precisamente la intenci¨®n del Gobierno es profesionalizar las fuerzas militares. M¨¢s all¨¢ del debate p¨²blico, en las Fuerzas Armadas las opiniones parecen ser menos heterog¨¦neas aunque con una clara diferencia generacional. El tema ha sido tan pol¨¦mico que en los militares activos hay una suerte de silencio prudencial al respecto. M¨¢s de cinco militares de diferentes fuerzas fueron consultados por este medio y todos le respondieron a EL PA?S que es un tema del que no pueden opinar. Entre los retirados y los j¨®venes bachilleres las visiones son opuestas: las nuevas generaciones de militares y quienes prestaron el servicio militar recientemente y no siguieron la carrera ven con buenos ojos la propuesta.
As¨ª lo expresa Daniel Hern¨¢ndez, un joven que hasta hace apenas unos meses estaba en el Ej¨¦rcito, ¡°Me parece una alternativa bastante ¨²til para la sociedad ya que no se promueve violencia, ni el entrenamiento f¨ªsico para el manejo de armas letales con la excusa de ¡®defender¡¯ el pa¨ªs. Si hubiese tenido esa opci¨®n no dudar¨ªa en tomarla¡±. En ello coincide Andr¨¦s, quien realiza su servicio en un batall¨®n al sur del pa¨ªs: ¡°me parece algo bueno que haya m¨¢s alternativas para este tipo de cosas y que sean beneficiosas para comunidades que verdaderamente lo necesitan y no solamente para una instituci¨®n que tiene principios y actitudes bastante cuestionables¡±. Para Ra¨²l Musse, miembro de ACOSIPAR, la Asociaci¨®n Colombiana de Soldados e Infantes de Marina en retiro, el escenario no es positivo : ¡°Veo bien trabajar en lo social por las personas en vulnerabilidad o cuidar la naturaleza. Lo dem¨¢s todos sabemos que no es incluyente, solo es a favor de los que conviene, es decir, las v¨ªctimas de un lado son favorecidas y las del otro no son tenidas en cuenta¡±, comenta. Alexander, un mayor retirado, opina que el impacto de este servicio ser¨ªa mucho peor: ¡°Es una forma disimulada de minar el servicio militar obligatorio. Si los j¨®venes ya no van a prestar el servicio qui¨¦n va a cuidar nuestras fronteras, qui¨¦nes va a integrar las unidades o batallones que tienen las fuerzas armadas. La gran mayor¨ªa del pie de fuerza del ej¨¦rcito son soldados bachilleres. Lo que busca esto es acabar con la fuerza p¨²blica¡±.
En contraste, en la corporaci¨®n Veteranos por Colombia, una de las agrupaciones de militares retirados m¨¢s grande del pa¨ªs, la iniciativa fue bien recibida, distante a la opini¨®n generalizada de las reservas. ¡°Para nosotros el Servicio Social para la Paz es una oportunidad para que los j¨®venes presten un servicio a la sociedad de otras formas. Retribuirle a sus comunidades, o por ejemplo, el tema de alfabetizaci¨®n es muy importante¡±, afirma la suboficial retirada y directora de la corporaci¨®n, Yuli Cepeda. ¡°Para hacer una fuerzas militares m¨¢s autosuficientes, m¨¢s respetuosas de los DDHH, estas tienen que disminuir¡±, concluye.
Por otro lado, si bien las 46 organizaciones que conforman el movimiento antimilitarista en Colombia consideran que el Servicio Social para la Paz es avance pues impulsa una opci¨®n diferente a servicio militar e incluso, podr¨ªa ser una iniciativa que impulse a otros pa¨ªses a tomar rumbos similares, tambi¨¦n expresaron su preocupaci¨®n en un comunicado donde detallan aspectos en los hay incertidumbre.
Por ejemplo, en el articulado no se aclara si la remuneraci¨®n de este servicio social ser¨¢ igual, mayor o menor que la establecida para el militar; o c¨®mo se garantizar¨¢ el derecho a la objeci¨®n de conciencia para los j¨®venes que no deseen prestar ninguno de los dos servicios. Al proyecto solo le falta la sanci¨®n presidencial para transformarse oficialmente en ley y su aprobaci¨®n convertir¨ªa a Colombia en uno de los pocos pa¨ªses de la regi¨®n en avanzar en la eliminaci¨®n del servicio militar o en tener una opci¨®n diferente. En Latinoam¨¦rica el servicio militar es voluntario solamente en Argentina, Panam¨¢, Per¨², Ecuador, Nicaragua, Honduras y Uruguay.
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