La paradoja de la desigualdad en Colombia: no dejan de concentrar riqueza pero s¨ª ingresos
El 1% m¨¢s rico del pa¨ªs concentra un tercio de la riqueza y un 17% de los ingresos. Pero mientras la segunda cifra (m¨¢s baja) se resiste a caer, la primera (m¨¢s alta) ha bajado sensiblemente en la ¨²ltima d¨¦cada.
¡°La desigualdad colombiana est¨¢ desbocada¡±, ¡°los ricos son cada vez m¨¢s ricos y los pobres, m¨¢s pobres¡± son afirmaciones categ¨®ricas que conviven en el debate p¨²blico colombiano con otras, aparentemente contradictorias: ¡°en Colombia ha prosperado una clase media que antes no exist¨ªa¡± o ¡°el pa¨ªs de hoy tiene poco que ver con el de hace veinte a?os¡±. En estos meses de conversaci¨®n en torno al nuevo Gobierno, su reforma tributaria, y la complicada salida de la econom¨ªa colombiana d...
¡°La desigualdad colombiana est¨¢ desbocada¡±, ¡°los ricos son cada vez m¨¢s ricos y los pobres, m¨¢s pobres¡± son afirmaciones categ¨®ricas que conviven en el debate p¨²blico colombiano con otras, aparentemente contradictorias: ¡°en Colombia ha prosperado una clase media que antes no exist¨ªa¡± o ¡°el pa¨ªs de hoy tiene poco que ver con el de hace veinte a?os¡±. En estos meses de conversaci¨®n en torno al nuevo Gobierno, su reforma tributaria, y la complicada salida de la econom¨ªa colombiana del golpe pand¨¦mico, a veces incluso se contraponen, como si las primeras anularan las segundas o viceversa. Pero en realidad no lo hacen: los datos demuestran que todas ellas son ciertas en alguna medida, y ninguna cuenta por s¨ª misma toda la historia de la desigualdad en Colombia.
La desigualdad es un fen¨®meno dif¨ªcil de reducir a una sola dimensi¨®n porque incluye al mismo tiempo lo que se tiene (la riqueza) y lo que se gana (los ingresos), y porque depende de los grupos que se comparen entre s¨ª. La manera tradicional de aproximarse a su estimaci¨®n ha sido contraponiendo a amplios grupos, como la diferencia entre el quinto de hogares m¨¢s rico y el quinto m¨¢s pobre. Pero, con la creciente preocupaci¨®n sobre la capacidad de una peque?a ¨¦lite de concentrar recursos, la m¨¦trica que se ha puesto de moda en los ¨²ltimos a?os es la posesi¨®n de riqueza del top 1% como aproximaci¨®n a la versi¨®n m¨¢s extrema de la desigualdad. Es decir: si dividimos a la sociedad colombiana en cien grupos con la misma cantidad de personas en cada uno, ?qu¨¦ parte de la tarta total de riqueza (viviendas, tierras, ahorros, acciones) tiene el grupo a la cabeza de esta distribuci¨®n? La respuesta: una tercera parte.
Esta concentraci¨®n de la riqueza en Colombia es comparable a la de EE UU o Costa Rica, y est¨¢ por encima de la mayor¨ªa de Am¨¦rica Latina. No llega, es cierto, a los exorbitantes niveles de Chile, Brasil o M¨¦xico, donde casi la mitad de todo est¨¢ en manos del top 1%. Pero est¨¢ notablemente por encima de Uruguay, Cuba, el vecino Ecuador, o Espa?a.
La imagen cambia sensiblemente cuando en lugar de mirar lo acumulado nos fijamos en el flujo de entrada: los ingresos. Si hacemos el mismo ejercicio, dividir a la poblaci¨®n en cien grupos iguales, al 1% que m¨¢s gana (que casi siempre coincide con el que m¨¢s tiene, pero no necesariamente) lleg¨® alrededor del 18% del total de ingresos en 2021. De nuevo EE UU anda cerca de Colombia en el ranking, pero ahora los pa¨ªses m¨¢s desiguales de la regi¨®n seg¨²n esta m¨¦trica (Rep¨²blica Dominicana, Per¨², M¨¦xico) casi duplican a Colombia.
Es decir: Colombia tiene a d¨ªa de hoy la riqueza muy concentrada en unos pocos, y la renta bastante concentrada, pero no tanto. Lo interesante es que si uno mira hacia atr¨¢s las tornas se cambian: en los ¨²ltimos 20 a?os, el 1% que m¨¢s tiene ha perdido poder relativo de acaparar riqueza. Colombia estaba en los niveles de Brasil all¨¢ por 2009.
Sin embargo, la capacidad del top 1% de ingresos de acaparar los ingresos se ha mantenido casi inamovible en lo que va de siglo XXI.
Ya solo con estos datos relativos hay suficiente informaci¨®n como para repartir razones parciales a varios de los difusos lugares comunes con los que inici¨¢bamos este texto. Unos pocos tienen mucho y ganan bastante, pero los que tienen mucho no tienen un pedazo tan grande de la rota como hace una d¨¦cada, aunque los que ganan bastante s¨ª mantienen su porci¨®n. Pero para terminar de pintar el cuadro necesitamos hablar tambi¨¦n en t¨¦rminos absolutos, en pesos.
Crecimientos relativos contra absolutos
Tanto la riqueza como la renta del pa¨ªs han crecido en ese mismo periodo. Colombia tiene m¨¢s capital acumulado y un Producto Interior Bruto mayor. Si los datos de arriba nos dec¨ªan qu¨¦ porcentaje de estas dos tartas tiene el top 1%, ahora nos interesa saber cu¨¢ntos pesos tiene cada grupo. Aqu¨ª, una vez m¨¢s, el debate p¨²blico tiene argumentos para todos los gustos: hay quien insiste en que el crecimiento agregado solo ha beneficiado a la c¨²spide de la pir¨¢mide; otros sugieren que las clases medias han sido las grandes ganadoras; e incluso algunos se felicitan de las mejoras experimentadas por los m¨¢s pobres.
Para contrastar c¨®mo de precisas son estas ideas, volvemos a empezar por esa divisi¨®n de la poblaci¨®n en cien partes iguales. Si las pintamos en un gr¨¢fico de izquierda a derecha, y en la vertical las ubicamos en funci¨®n del ingreso medio (en pesos colombianos) que obtuvo cada uno de esos grupos al inicio de siglo (2001) y el a?o pasado (2021), podremos comparar los cambios absolutos a lo largo y ancho de toda la distribuci¨®n.
Usamos una escala logar¨ªtmica, no lineal, porque as¨ª podemos ver qu¨¦ grupos han mejorado m¨¢s su situaci¨®n en estas dos d¨¦cadas en comparaci¨®n con su punto de partida, consigo mismos. En materia de ingresos, los que m¨¢s han mejorado est¨¢n en la parte media-baja de la distribuci¨®n: el 15-30% que menos gana. No son los que est¨¢n m¨¢s a la cola de la pobreza ni tampoco las clases medias. Esto es consistente con las mejoras en la tasa de pobreza que ha experimentado Colombia hasta hace relativamente poco, especialmente en ¨¢reas urbanas o bien conectadas, y tambi¨¦n con la resistencia de un ¡°suelo¡± de exclusi¨®n particularmente duro fuera de estas zonas.
Si indexamos a 100 el nivel de renta inicial (es decir, damos el valor de 100 a lo que recib¨ªan en 2002) ciertos percentiles, esto se ve de manera m¨¢s n¨ªtida: el percentil 15 ha disfrutado de la mayor mejora proporcional, seguido de la parte media de la distribuci¨®n.
Repitiendo el ejercicio con la riqueza, son las clases medias las que m¨¢s han mejorado en esos 20 a?os.
Esto encaja relativamente bien con la historia de nuevas clases medias propietarias, especialmente de vivienda, a lo largo y ancho del pa¨ªs. Pero tambi¨¦n con la dificultad para que hogares de menor ingreso logren consolidar capital propio al mismo ritmo, aunque s¨ª han visto aumentos bastante significativos.
Ahora bien: estas son mejoras proporcionales respecto al punto de partida. Es normal que si el punto de inicio es m¨¢s bajo, que si en 2002 ganaban muy pocos pesos, el crecimiento proporcional sea mayor. En renta, por ejemplo: el nivel medio del top 1% ha pasado de 33 a 43 millones de pesos mensuales. Este incremento de un tercio entre 2001 y 2021 es menor que la duplicaci¨®n de ingresos del percentil 25 (clase trabajadora), que pasaron de 271.000 a 452.000 pesos mensuales. Aunque todo ello sea descontando inflaci¨®n, y aunque efectivamente esos 281.000 pesos de m¨¢s para un hogar en el umbral de la pobreza relativa hayan supuesto una diferencia m¨¢s crucial en la calidad de vida que los 11 millones extra en el hogar del top 1%, siguen siendo 11 millones extra versus 270.000 pesos.
Con esto se termina de entender la importancia del gr¨¢fico de (no) evoluci¨®n del porcentaje de la renta total que acumula este top 1%: efectivamente, al no haber reducido su porcentaje de la torta en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, han seguido siendo los primeros de la fila para recibir los nuevos pesos que el pa¨ªs ha generado desde inicios de siglo, mes a mes, a?o a a?o. Eso no elimina, pero s¨ª limita, el poder igualador que tiene el crecimiento econ¨®mico. La desigualdad extrema en Colombia sigue, as¨ª, condicionando la vida material de toda su ciudadan¨ªa.
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