El ELN le hace jaque a la paz total de Petro
El ataque de la guerrilla que deja nueve militares muertos pone en peligro toda la arquitectura de la estrategia de paz que tiene el presidente
Gustavo Petro lleva media vida promoviendo un discurso de paz despu¨¦s de haber sido un joven y miope guerrillero que cre¨ªa en la lucha armada para llegar al poder, m¨¢s como una enso?aci¨®n que como un prop¨®sito realizable. Hace unos meses, estaba convencido de que podr¨ªa trasladar ese transformaci¨®n que ¨¦l mismo vivi¨® en persona a ...
Gustavo Petro lleva media vida promoviendo un discurso de paz despu¨¦s de haber sido un joven y miope guerrillero que cre¨ªa en la lucha armada para llegar al poder, m¨¢s como una enso?aci¨®n que como un prop¨®sito realizable. Hace unos meses, estaba convencido de que podr¨ªa trasladar ese transformaci¨®n que ¨¦l mismo vivi¨® en persona a los dirigentes del ELN, unos hombres con modales de seminaristas que han sobrevivido d¨¦cadas escondidos en las profundidades de la selva. Sin embargo, la negociaci¨®n con ellos resulta tan ardua que ahora mismo pone en peligro lo que Petro ha llamado la paz total, la ausencia absoluta de violencia en Colombia. Un acuerdo para no matarse m¨¢s que est¨¢ en el aire.
El presidente quiso que el di¨¢logo avanzara r¨¢pido y por eso anunci¨® en v¨ªsperas de a?o nuevo un alto el fuego que en realidad no exist¨ªa. No fue ni una confusi¨®n ni un malentendido. Cre¨ªa, y as¨ª lo ha contado a este peri¨®dico gente que trabaja de cerca con ¨¦l, que una vez anunciado el armisticio la guerrilla no tendr¨ªa m¨¢s opci¨®n que acatarlo. Era un movimiento audaz, una jugada que empata con su personalidad, pero que no dejaba de ser arriesgada. Le sali¨® mal. El ELN tard¨® tres d¨ªas en desmentirle y dejarle claro que nadie les iba imponer acuerdos que estuvieran fuera de la mesa negociaci¨®n. Desde entonces, Petro espera con ansias el alto el fuego mientras el ELN se muestra impasible, convencido de que ser¨ªa un suicidio bajar la guardia en medio de la guerra que libra en sus territorios.
Pero despu¨¦s del ataque en la madrugada del mi¨¦rcoles que dej¨® nueve militares muertos y ocho heridos, resulta inaplazable una discusi¨®n sobre el tema. As¨ª lo ha hecho saber el jefe de los negociadores del Gobierno, Otty Pati?o, que le da prioridad absoluta a exigir un alto el fuego y de hostilidades en la reuni¨®n de urgencia que ha convocado Petro para el lunes despu¨¦s del atentado. El ELN, de todos modos, no opina igual, las urgencias no son lo suyo. El comandante Pablo Beltr¨¢n ha dicho que ese acuerdo supone quedarse como una estatua y eso los pone en riesgo. Beltr¨¢n est¨¢ convencido de que las fuerzas armadas colombianas est¨¢n compinchadas con los otros grupos armados con los que se disputa el territorio, el Clan del Golfo y otros ej¨¦rcitos derivados del paramilitarismo.
El asunto resulta clave porque sin acuerdo con el ELN no hay paz total que valga, todo se desmorona. Un acuerdo con esa guerrilla, que se ha sentado a hablar sin ning¨²n ¨¦xito con otros seis presidentes, son los cimientos sobre lo que debe construirse el resto, la primera piedra de la iglesia. Las condiciones son inmejorables para el ELN, que enfrente tiene a un Gobierno de izquierdas con el que comparte muchos postulados. Hasta ahora nunca hab¨ªa tenido una oportunidad semejante, en esa mesa de negociaci¨®n hay gente como Pati?o, exguerrillero del M-19, o Mar¨ªa Jos¨¦ Pizarro, hija del l¨ªder de esa guerrilla asesinado en plena campa?a presidencial de los a?os noventa. Gente que ha llegado a la izquierda por senderos parecidos.
Esta no ha sido la primera crisis que ocurre en la negociaci¨®n. La primera surgi¨® a ra¨ªz del alto el fuego que Petro se fabric¨® de la nada y la segunda a cuenta de unos tuits del presidente en los que comparaba a la guerrilla con el narcotraficante Pablo Escobar. Hubo una tercera de menor calado, una minicrisis, que se zanj¨® con una reuni¨®n entre las partes por una entrevista que dio a este peri¨®dico Pablo Beltr¨¢n. Se refiri¨® en t¨¦rminos muy duros a los negociadores del Gobierno, aunque empezaba con una declaraci¨®n entusiasta a la pregunta de que por qu¨¦ esta vez iba a ser la negociaci¨®n definitiva despu¨¦s de seis fracasadas: ¡°La novedad es que tenemos un Gobierno progresista que tiene en su programa lograr la paz. Coincide con nosotros en que la paz es una urgencia del pa¨ªs y lo ¨²nico que nos hace viables como naci¨®n. Somos socios en este asunto¡±.
Ese factor todav¨ªa no ha sido determinante, no ha logrado dar un impulso. Hay mucho en juego. Petro ans¨ªa el alto el fuego y el ELN lo retrasa. Hasta que eso ocurra se pueden dar matanzas como la de los militares, a la que a buen seguro responder¨¢ el Ej¨¦rcito con una ofensiva. En resumen, m¨¢s muertos.
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