Windpeshi, el negocio de la energ¨ªa e¨®lica y las lecciones para la transici¨®n energ¨¦tica
Enel decidi¨® suspender la construcci¨®n de este parque en La Guajira colombiana. Para evitar que otros proyectos sigan este futuro, ser¨¢ necesario establecer un est¨¢ndar m¨ªnimo de los beneficios que debe ofrecer cada empresa
ENEL Green Power ha decidido suspender indefinidamente la construcci¨®n del proyecto e¨®lico Windpeshi (205 megavatios) y eval¨²a opciones de venta ante las ¡°constantes v¨ªas de hecho y altas expectativas que superan el marco de actuaci¨®n de la organizaci¨®n¡±, seg¨²n el comunicado oficial de la multinacional de origen italiano. Esto ocurre d¨ªas despu¨¦s de que el Gobierno aprobara aumentar del 1% al 4% el porcentaje de dinero que las empresas...
ENEL Green Power ha decidido suspender indefinidamente la construcci¨®n del proyecto e¨®lico Windpeshi (205 megavatios) y eval¨²a opciones de venta ante las ¡°constantes v¨ªas de hecho y altas expectativas que superan el marco de actuaci¨®n de la organizaci¨®n¡±, seg¨²n el comunicado oficial de la multinacional de origen italiano. Esto ocurre d¨ªas despu¨¦s de que el Gobierno aprobara aumentar del 1% al 4% el porcentaje de dinero que las empresas deben ceder a los municipios y a las comunidades a partir de las ganancias que generan por producir energ¨ªa.
A inicios de mayo la empresa ya hab¨ªa se?alado que el avance del proyecto se encontraba en estado cr¨ªtico ante lo cual el Ministerio de Minas y Energ¨ªa anunci¨® que se hab¨ªa llegado a acuerdos con las comunidades y que eso conducir¨ªa a la sostenibilidad del proyecto. Pues bien, la evidencia actual sugiere que el acuerdo result¨® insuficiente y que hoy la realidad del proyecto es otra.
Es claro que el potencial de energ¨ªa renovable de La Guajira puede ser el motor para la transformaci¨®n social, econ¨®mica y ambiental del departamento. Sin embargo, como en muchas partes del mundo, la implementaci¨®n de los proyectos e¨®licos se enfrenta a problemas de aceptaci¨®n social asociados a preocupaciones de justicia, equidad, normas culturales y distribuci¨®n de beneficios que han llevado a diversos bloqueos y protestas generando retrasos en los proyectos, como el caso de Windpeshi.
En ese contexto, es preciso reconocer que no habr¨¢ transformaci¨®n territorial sin gobernanza territorial. El fracaso de ENEL debe entenderse desde una perspectiva de corresponsabilidad o, en otras palabras, de responsabilidades compartidas entre los diferentes actores del territorio y no una situaci¨®n atribuible ¨²nicamente a la empresa o las comunidades locales y sus liderazgos. En particular, esta situaci¨®n evidencia la necesidad un gobierno regional que se involucre m¨¢s en la discusi¨®n y act¨²e como mediador, que fortalezca su capacidad de construir confianza, garantizar imparcialidad y provocar di¨¢logos vinculantes mientras se preocupa por entender c¨®mo funcionan estos nuevos negocios, qu¨¦ potenciales encadenamientos productivos generan y cu¨¢les salvaguardas ambientales y sociales se deben garantizar.
Por ejemplo, sortear las dificultades de los proyectos e¨®licos en La Guajira depende en gran medida de una distribuci¨®n justa, transparente y equitativa de los beneficios. Durante los procesos de consulta en La Guajira las empresas y comunidades han llegado a diferentes tipos de acuerdos que var¨ªan seg¨²n cada proyecto e, incluso, usualmente var¨ªan entre las comunidades afectadas. Estos acuerdos constituyen diferentes esquemas de beneficios que pueden llegar a incluir la destinaci¨®n de un porcentaje de las ventas anuales, montos espec¨ªficos por megavatio instalado, montos espec¨ªficos por aerogenerador instalado, porcentajes de los bonos de carbono generados, entre otros. Esta heterogeneidad de acuerdos genera conflictos, sobre todo en un contexto donde el acceso a informaci¨®n de los proyectos es m¨¢s bien limitado.
Se hace necesario establecer un est¨¢ndar m¨ªnimo de los beneficios que debe ofrecer cada proyecto que permita gestionar las expectativas partiendo del reconocimiento del territorio. Debe construirse colectivamente con la participaci¨®n de diferentes actores incluyendo los desarrolladores de proyectos, entidades territoriales, academia y comunidades locales, con el sector p¨²blico como l¨ªder y dinamizador de la discusi¨®n a trav¨¦s de espacios como la Asamblea Departamental. Adem¨¢s, esto podr¨ªa ayudar a delimitar el rol y alcance de los asesores comunitarios incluyendo la identificaci¨®n de buenas pr¨¢cticas de asesor¨ªa y mecanismos efectivos de seguimiento y monitoreo de los acuerdos.
Es imposible que una transici¨®n energ¨¦tica justa avance si los proyectos de energ¨ªa renovable no se concretan. Sin embargo, estos proyectos no son inherentemente justos o injustos por s¨ª solos y deben estar acompa?ados de estrategias que permitan reconocer y abordar preocupaciones mientras se aterrizan expectativas. Despu¨¦s de todo la capacidad de obtener y mantener la aceptaci¨®n social de los proyectos de energ¨ªa renovable marcar¨¢ el ¨¦xito y la rapidez de cualquier estrategia de transici¨®n.
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