La JEP acusa a exguerrilleros de las FARC que usaron la violencia sexual como arma de guerra
El tribunal especial imputa a miembros desmovilizados de la antigua guerrilla por violar y esclavizar sexualmente a 254 mujeres, ni?as, y miembros de la comunidad LGBQTQ+
Ella, la v¨ªctima n¨²mero 33, era una mujer ind¨ªgena Aw¨¢ de 21 a?os que viv¨ªa en el suroccidente de Colombia dentro de un peque?o municipio llamado Tumaco. All¨ª vend¨ªa verduras en una vereda que controlaba la antigua guerrilla de las FARC, el grupo armado que se desmoviliz¨® en 2016 y que fue el m¨¢s poderoso en esa zona del pa¨ªs durante d¨¦cadas. Recientemente ella, la v¨ªctima 33, cont¨® a un tribunal de la justicia colombiana q...
Ella, la v¨ªctima n¨²mero 33, era una mujer ind¨ªgena Aw¨¢ de 21 a?os que viv¨ªa en el suroccidente de Colombia dentro de un peque?o municipio llamado Tumaco. All¨ª vend¨ªa verduras en una vereda que controlaba la antigua guerrilla de las FARC, el grupo armado que se desmoviliz¨® en 2016 y que fue el m¨¢s poderoso en esa zona del pa¨ªs durante d¨¦cadas. Recientemente ella, la v¨ªctima 33, cont¨® a un tribunal de la justicia colombiana que en 2010, de septiembre a noviembre, algunos de los guerrilleros en la zona la obligaban a ir a playas o montes solitarios en las noches, y all¨ª la violaban ¡ªun crimen que ellos comet¨ªan hasta dos veces por semana contra ella. En uno de esos actos violentos, ella qued¨® embarazada¨D. ¡°Yo creo que la gente pod¨ªa ver lo que pasaba, pero se hac¨ªan los que no ve¨ªan¡±, cont¨® a?os despu¨¦s sobre el silencio de la comunidad ante estos delitos sexuales. En diciembre de ese a?o esta mujer ind¨ªgena sali¨® huyendo de la vereda donde viv¨ªa y solo as¨ª salv¨® su vida. Hoy mantiene su identidad en secreto y cont¨® lo ocurrido para esperar, como muchas mujeres de la zona que vivieron lo mismo, algo de justicia.
Esta semana la JEP, como se conoce al tribunal Jurisdicci¨®n Especial para la Paz que naci¨® de los acuerdos del 2016 entre el gobierno y las antiguas FARC, revel¨® un auto de imputaci¨®n contra 15 exguerrilleros por varios cr¨ªmenes de guerra y de lesa humanidad. All¨ª se encuentra la historia de la v¨ªctima 33. Los 15 l¨ªderes de columnas o bloques de la guerrilla son considerados los m¨¢ximos responsables de cometer en esa zona, al suroccidente del pa¨ªs, m¨²ltiples asesinatos, desapariciones, desplazamientos forzados, uso de minas antipersonales, destrucci¨®n del medio ambiente, y violaci¨®n y esclavitud sexual contra mujeres, ni?as, y poblaci¨®n LGBTQ+. La mayor¨ªa de las v¨ªctimas en la zona eran miembros del pueblo afrocolombiano y del pueblo ind¨ªgena Aw¨¢, y entre los 15 acusados hay uno muy conocido para la opini¨®n p¨²blica: el excomandante Pablo Catatumbo, exintegrante del secretariado de las FARC y ahora senador por el partido Comunes como parte del acuerdo de paz. Los acusados tienen 30 d¨ªas para reconocer, o no, los delitos.
¡°El nexo con el conflicto armado de estas violaciones era evidente, pues ocurrieron como parte del control social y territorial que ejerc¨ªan las extintas FARC-EP en los municipios de Tumaco, Ricaurte y Barbacoas¡±, dice el auto que hace parte del Caso 02 de la JEP que investiga todos los cr¨ªmenes cometidos en esta zona del pa¨ªs, tres municipios donde el conflicto fue desproporcionado. ¡°Muchas mujeres y ni?as fueron violadas como ajuste de cuentas de las FARC-EP con hombres de sus familias, otras fueron violadas tratando de evitar que sus hijos fueran reclutados, todas las personas con OSIEGD fueron violadas con discursos de odio que revelaban los prejuicios sobre lo no heteronormativo¡±, a?ade. OSIEGD se refiere a Orientaci¨®n Sexual, Identidad y Expresi¨®n de G¨¦nero Diversa.
¡°Es la primera vez que un tribunal de paz reconoce a las v¨ªctimas LGBTIQ+ en un conflicto armado¡±, celebr¨® la organizaci¨®n Colombia Diversa que defiende las distintas identidades sexuales y de g¨¦nero. ¡°Celebramos esta hist¨®rica decisi¨®n, en la que la JEP reconoce por primera vez la violencia sexual, esclavitud sexual y otros cr¨ªmenes relacionados con las orientaciones sexuales, identidad y expresiones de g¨¦nero diversas de las v¨ªctimas¡±, a?adi¨® la organizaci¨®n Caribe Afirmativo.
La fiesta es corta porque leer los casos del auto es doloroso. Est¨¢ all¨ª, por ejemplo, un hombre muy joven y trans afrocolombiano que era l¨ªder en su comunidad hasta que fue violado en 2006 por guerrilleros dici¨¦ndole que hac¨ªan esto para que ¡°le empezaran a gustar los hombres¡±. Est¨¢n tambi¨¦n ocho personas trans y gay que, en una noche del 2007, fueron obligados por guerrilleros a hacer un supuesto desfile hasta la madrugada para luego violarles. Est¨¢ la desaparici¨®n en 2008 de 10 mujeres cisg¨¦nero, una mujer trans, y un hombre gay transformista despu¨¦s de que guerrilleros les se?alaran de ser supuestamente portadores de VIH. ¡°En el caso de la mujer trans, nadie denunci¨® su desaparici¨®n¡±, dice el auto.
El tribunal cuenta que 254 mujeres, ni?as, y miembros de la comunidad LGBQTQ+ fueron v¨ªctimas de violencia sexual y de g¨¦nero en esta zona del pa¨ªs entre 1990 y 2016, cr¨ªmenes cometidos por diversos miembros de las FARC¡ªel tribunal debe a¨²n imputar a miembros del Ej¨¦rcito que tambi¨¦n cometieron delitos en la zona. La violencia sexual estaba oficialmente prohibida en las filas de la guerrilla, pero en la pr¨¢ctica esa regla no se cumpli¨®. Aunque la violencia sexual y de g¨¦nero ya hab¨ªa sido considerada en otros autos de imputaci¨®n, como en el reciente en el caso de secuestros, era entendida m¨¢s como una forma m¨¢s de tortura que como un crimen aislado. No ocurre as¨ª en este auto. Hace un a?o la JEP se comprometi¨® a abrir un nuevo macrocaso (de 11 que ya tiene) para investigar solo la violencia sexual en el marco del conflicto armado. Antes de que este arranque, este Caso 02 ya avanz¨® en investigar estos delitos.
Hay otro aspecto en el que este este auto de imputaci¨®n es innovador. ¡°Este es el primer macrocaso de la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz que imputa cr¨ªmenes de guerra por destrucci¨®n de bienes civiles a la naturaleza, a los r¨ªos¡±, dijo la magistrada Belkis Izquierdo, mujer ind¨ªgena Arhuaca que estuvo a cargo del caso y quer¨ªa resaltar el esfuerzo en este auto para hablar de cr¨ªmenes ambientales. Intent¨® que este documento de imputaci¨®n incluyera no solo el punto de vista cient¨ªfico de c¨®mo fue afectado el medio ambiente por la guerrilla, sino el punto de vista de los pueblos ¨¦tnicos en la zona. Mencion¨®, por ejemplo, ¡°el vertimiento de m¨¢s de 70.000 barriles de crudo derivado de los ataques contra la infraestructura del Oleoducto Trasandino¡±, un evento que deriv¨®, dice el auto, en la degradaci¨®n del aire, los suelos, los subsuelos, las selvas y manglares, entre otros ecosistemas. Pero tambi¨¦n en sitios de importancia cultural para pueblos ind¨ªgenas y afrocolombianos.
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