Los que se van y los que se quedan
El papel que juegan las remesas en Am¨¦rica Latina es fundamental y son prueba de la falta de oportunidades en los diferentes pa¨ªses
Obras son amores y no buenas razones, dice el refr¨¢n. Cuando un pariente se va del todo del pa¨ªs a vivir a Espa?a o a Estados Unidos y manda giros monetarios a su familia con alguna periodicidad, podr¨ªamos decir que al hacerlo refleja sus amores, pues cuida de los parientes que dej¨® atr¨¢s.
Tambi¨¦n puede haber buenas razones. Adem¨¢s de ayudar a sus familiares, pueden invertir en comprar activos, como una casa, un lote o un taxi. Conozco el caso ejemplar...
Obras son amores y no buenas razones, dice el refr¨¢n. Cuando un pariente se va del todo del pa¨ªs a vivir a Espa?a o a Estados Unidos y manda giros monetarios a su familia con alguna periodicidad, podr¨ªamos decir que al hacerlo refleja sus amores, pues cuida de los parientes que dej¨® atr¨¢s.
Tambi¨¦n puede haber buenas razones. Adem¨¢s de ayudar a sus familiares, pueden invertir en comprar activos, como una casa, un lote o un taxi. Conozco el caso ejemplar de Diana, una colombiana cuyo apellido prefiero omitir, que conjuga las tres cosas: ayuda a sus pap¨¢s y hermanos; construy¨® dos edificios de cuatro pisos en Bosa, la ciudad dormitorio de Bogot¨¢, que han tenido una valorizaci¨®n notable, pues construyeron un centro comercial a dos cuadras; y compr¨® un taxi que manejan su pap¨¢ y hermano en Bogot¨¢, y que les genera buenos ingresos.
Esa mezcla de cari?o e inversi¨®n de m¨¢s de 22 millones de emigrantes latinos se ha convertido en un elemento crucial de nuestras econom¨ªas, regiones y ciudades.
Si hacemos un ranking en Am¨¦rica Latina, sobre la generosidad y la inversi¨®n practicadas por las distintas nacionalidades de emigrantes, los guatemaltecos se llevan la medalla de oro. En 2020 el guatemalteco promedio enviaba a su pa¨ªs m¨¢s de 690 d¨®lares al mes, 8.300 d¨®lares al a?o. 1,4 millones de guatemaltecos viv¨ªan fuera, seg¨²n la ¨²ltima medici¨®n que encontramos, cerca del 8% de la poblaci¨®n.
Las remesas, t¨¦rmino t¨¦cnico para los giros, crecieron mucho durante el COVID, dado un aumento de emigrantes con la pandemia, fen¨®meno extendido tambi¨¦n a M¨¦xico y Colombia. Los guatemaltecos pasaron de enviar 12.000 millones de d¨®lares al a?o (MMDA) antes de la pandemia a 18,5 MMDA en la actualidad. Esto corresponde hoy a ?una quinta parte del PIB de Guatemala!
Sus vecinos no se quedan atr¨¢s. En Honduras las remesas llegan a 8,6 MMDA y El Salvador a 8.1 MMDA. De El Salvador ha emigrado una cuarta parte de la poblaci¨®n, y de Honduras uno de cada diez. En ambos pa¨ªses las remesas alcanzan una cuarta parte del PIB.
Las hordas de ciudadanos de esos tres pa¨ªses, que por d¨¦cadas han entrado a los EE. UU., y que a¨²n caminan hasta la frontera de Texas o Nuevo M¨¦xico para buscar un mejor futuro (border-hoppers, los llaman en EE. UU., salta-fronteras), no s¨®lo son el sustento de cuatro millones de familias, sino, literalmente, el mayor soporte de esas tres econom¨ªas.
Es interesante que Panam¨¢, que antes del COVID no era receptor de remesas, hoy recibe 4 MMDA. Ya es la mitad de Honduras y El Salvador. En contraste, Costa Rica, que recibe cerca de 600 millones de d¨®lares por a?o, es menos dependiente de las remesas.
En M¨¦xico y Suram¨¦rica las cosas tambi¨¦n se han movido mucho recientemente en el frente de remesas. Los mexicanos env¨ªan a su pa¨ªs en la actualidad la astron¨®mica suma de ?60 MMDA! Casi el doble que antes del COVID. Eso es m¨¢s que las exportaciones totales de Colombia.
Los colombianos env¨ªan en la actualidad 13.5 MMDA. Las remesas ya superan el 4% del PIB de M¨¦xico y Colombia, que es inmenso, si bien muy por debajo de lo que sucede en los tres pa¨ªses del tri¨¢ngulo norte de Centroamerica.
Otros suramericanos, como Brasil, Argentina, Per¨² y Chile reciben relativamente poco. Entre 2.9 MMDA y 5.5 MMDA, y menos de 1% del PIB de Argentina y Brasil; 1.3% para Per¨², y cerca del 2% para Chile.
Esto es un reflejo de sus respectivas di¨¢sporas. Los datos oficiales dicen que hay 11.2 millones de mexicanos por fuera; 3 millones de colombianos; 1.9 millones de brasile?os; mill¨®n y medio de peruanos; un mill¨®n de argentinos y 650 mil chilenos (fuente: Our World in Data, cifras redondeadas). Como porcentaje de la poblaci¨®n, en 2020 los mexicanos viviendo fuera eran 8.7%, los colombianos 5.9%, los chilenos 3.4% y los argentinos 2.4%.
En 2020 el emigrante mexicano promedio enviaba 3.600 d¨®lares por a?o a su tierra; el colombiano promedio 3.200 d¨®lares por a?o; el argentino 2.500 el argentino y el peruano 1.900 d¨®lares por a?o.
Entre los suramericanos, los chilenos son los m¨¢s generosos y los m¨¢s inversionistas (amores y buenas razones), al momento de enviar remesas a su pa¨ªs, con 7.800 d¨®lares cada uno, en promedio. Pero son pocos. Los argentinos y los peruanos son los menos generosos o inversionistas.
Por supuesto, el caso m¨¢s dram¨¢tico de la ¨²ltima d¨¦cada son los venezolanos. Los emigrantes pasaron de menos de un mill¨®n de personas en 2015, a 5.4 millones en 2020. Esto es ?del 2% de la poblaci¨®n al 19%, en tan solo cinco a?os! Es el gran pecado de Maduro. A¨²n no hay datos hasta 2023, pero se habla de casi 7 millones de personas. No tenemos datos confiables de remesas de los venezolanos, pero conjeturamos que pueden alcanzar cifras similares a las del tri¨¢ngulo norte centroamericano.
Muchas preguntas surgen de estos datos. En Centroam¨¦rica el principal bien de exportaci¨®n son sus nacionales. Ellos definitivamente mejoran su situaci¨®n y les alcanza para sostener a las familias que quedaron atr¨¢s. Huyen de la violencia y la falta de oportunidades. Pero con ellos tambi¨¦n se pierde buena parte del capital humano que ser¨ªa clave para desarrollar a sus pa¨ªses.
Las remesas no pagan impuestos, salvo a las transacciones financieras, imagino. Tampoco contribuyen a salud y pensiones, pero son tal vez el sost¨¦n de los padres que quedaron atr¨¢s en la vejez. Obviamente aumentan el consumo y la inversi¨®n, aunque las proporciones deben ser reveladas por investigaci¨®n cient¨ªfica al respecto.
Un punto cr¨ªtico es que esas cifras alimentan la esperanza de emigrar. Los j¨®venes o adultos que se quedan ven c¨®mo les va a los que se van y no pueden menos que so?ar cuando podr¨¢n seguir su ejemplo.
Las remesas se han convertido en un sustento clave de la moneda local frente al d¨®lar. Por supuesto habr¨ªa que compararlas con el comercio y la inversi¨®n extranjera, tema que sobrepasa el objeto de este art¨ªculo, y que seguiremos desarrollando en pr¨®ximas semanas.
Ha habido advertencias sobre que los carteles de la droga usan las remesas para lavar y transferir dinero. Seg¨²n un reporte especial de Reuters, la agencia de noticias, los carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generaci¨®n est¨¢n inundados de dinero en efectivo en Estados Unidos, de las ventas de fentanilo, coca¨ªna, hero¨ªna, metanfetaminas y marihuana. Calculan que en la actualidad, hasta el 10% de todas las remesas con destino a M¨¦xico pueden ser dinero de la droga movido por organizaciones criminales. Un informe de marzo del think tank mexicano Signos Vitales estim¨® que al menos 4.4 MMD, o el 7.5%, de las remesas enviadas a M¨¦xico el a?o pasado podr¨ªan provenir de actividades ilegales.
Los expertos de Signos Vitales analizaron el reciente aumento de las remesas y concluyeron que el aumento de la migraci¨®n durante el COVID por s¨ª solo no puede explicar la r¨¢pida expansi¨®n. ¡°El lavado de dinero, estrechamente relacionado con las actividades de narcotr¨¢fico¡±, parece dar cuenta de al menos parte del crecimiento, seg¨²n el informe.
El otro 90% de las remesas s¨ª ser¨ªa de emigrantes leg¨ªtimos que reflejan la falla del sistema econ¨®mico en Centro y Suram¨¦rica. Es gente emprendedora que no encuentra oportunidades y futuro en sus pa¨ªses. Hacen una contribuci¨®n clave al pa¨ªs de destino, dado que le aportan mano de obra a econom¨ªas que los necesitan con urgencia. S¨®lo en EE. UU. hay m¨¢s de diez millones de puestos de trabajo por llenar. Es posible que en su destino admitan trabajos menos calificados, pero mejor remunerados y en moneda fuerte.
Pol¨ªticamente votan con los pies, pero tambi¨¦n le abren espacio a los malos gobiernos, pues merman las filas del descontento y la desesperanza. Curiosamente, tambi¨¦n han cambiado la escena pol¨ªtica de los pa¨ªses que los reciben.
A los emigrantes no se les puede pedir nada distinto a buscar un mejor futuro para ellos y sus familias. Esas mujeres y hombres que emigran dicen algo muy profundo de los dilemas que seguimos sin resolver.
Los bi¨®logos dicen que el origen ¨²ltimo del cerebro en las criaturas estuvo ligado al movimiento. Por su parte, los arque¨®logos dicen que el primer sistema de organizaci¨®n de las estrellas en el cielo se remonta a 7.000 a?os atr¨¢s, en Nabta Playa en Egipto, y habr¨ªa sido ideado por pastores semin¨®madas para saber cu¨¢ndo deb¨ªan moverse. En nuestros genes y en las estrellas est¨¢ escrito que hay que moverse cuando hay que moverse.
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