Francisco Barbosa, el camale¨®n
Luego de cuatro a?os, en medio de controversias y acusaciones, el fiscal general sale del cargo al que lleg¨® tras ser postulado por Iv¨¢n Duque, su mejor amigo de la universidad
Francisco Barbosa cierra su estad¨ªa en la Fiscal¨ªa General de la misma forma que lleg¨®, rodeado de controversia y en el centro de la discusi¨®n nacional. En 2020, reci¨¦n nombrado fiscal ¡ª¡±el segundo cargo m¨¢s importante¡± del pa¨ªs, seg¨²n advirti¨® ¨¦l mismo¡ª caus¨® ruido su extrema cercan¨ªa con el entonces presidente Iv¨¢n Duque, el mejor amigo de sus a?os universitarios, por las dudas sobre su capacidad para actuar de forma independiente. Y ahora, en su salida, le llueven se?alamientos por politizar la instituci¨®n, cuando ¨¦l mismo ha declarado que ha hecho ¡°la mejor fiscal¨ªa de la historia¡±. La mayor¨ªa de colombianos lo recordar¨¢n, para bien o mal, por su gesti¨®n en estos ¨²ltimos cuatro a?os. El encasillamiento no funciona con ¨¦l. Era uno antes de ser fiscal, otro en la primera parte de su mandato y uno m¨¢s en la etapa final. Es imposible predecir si esa mutabilidad va a persistir, especialmente cuando no ha desmentido los rumores de sus aspiraciones presidenciales.
La Corte Suprema de Justicia, en enero de 2020, lo eligi¨® tras varias rondas de votaci¨®n. No fue sorpresa. Desde d¨ªas atr¨¢s tomaba fuerza su nombre, pese a ser el menos reconocido de la terna que, dos meses antes, el entonces presidente hab¨ªa enviado a ese tribunal. Se impuso sobre abogados m¨¢s experimentados y que ocupaban mejores puestos en el Gobierno. Mar¨ªa Clara Gonz¨¢lez era la secretaria jur¨ªdica de Presidencia y Camilo G¨®mez dirig¨ªa la Agencia Nacional de Defensa Jur¨ªdica del Estado. No sumaron un solo voto. Barbosa, nombrado por Duque en 2018 como su alto consejero para los Derechos Humanos, obtuvo el apoyo de los 16 magistrados que conformaban la Corte en esa ¨¦poca. El d¨ªa de su posesi¨®n, dos semanas m¨¢s tarde, se encarg¨® de recordarlo. ¡°Asumo el cargo de fiscal general de la Naci¨®n como un desaf¨ªo, no solo por ser el fiscal general m¨¢s joven de la historia del pa¨ªs, sino por haber sido elegido por unanimidad por la Corte Suprema de Justicia¡±, afirm¨® minutos despu¨¦s de tomar juramento.
A lo largo de su mandato dejar¨ªa claro lo mucho que valoraba su imagen. Le augur¨® a Semana, a los pocos meses de ocupar el cargo, que ya estaba liderando ¡°la mejor fiscal¨ªa en la historia¡±; justific¨® su elecci¨®n ante Caracol Noticias diciendo que contaba con la ¡°mayor formaci¨®n¡± entre sus contempor¨¢neos; dej¨® placas conmemorativas a su nombre en sedes de la entidad por todo el pa¨ªs; y hace unas semanas mand¨® a imprimir 5.500 libros que detallan su paso por el organismo. Y no fue solo cuesti¨®n de proyectar su imagen omnipotente: us¨® su cuerpo de escoltas para pasear a sus mascotas y llev¨® a su hija a viajes institucionales cuando el pa¨ªs se encontraba confinado, en los primeros meses de pandemia.
Cuando se posesion¨®, su principal carta de presentaci¨®n era su trayectoria acad¨¦mica. Luego de coincidir con Duque en la Facultad de Derecho de la Universidad Sergio Arboleda, estudi¨® una especializaci¨®n, dos maestr¨ªas y un doctorado en la Universidad de Nantes, en Francia. Posteriormente compagin¨® su trabajo como asesor jur¨ªdico de organizaciones p¨²blicas y privadas con la docencia e investigaci¨®n, dictando c¨¢tedras en la Universidad Externado y la Universidad de Los Andes, dos de los centros educativos m¨¢s prestigiosos en Colombia. El abogado Ramiro Bejarano, profesor em¨¦rito del Externado, recuerda que Barbosa intent¨® ganarse el aprecio de Fernando Hinestrosa, el todopoderoso rector de la universidad hasta su fallecimiento en 2012, para que le designara una plaza como maestro. ¡°No era un profesor de aquellos que los estudiantes destacaran, pero s¨ª muy propenso a tratar de hacerse amigo de todo el mundo¡±, comenta a EL PA?S. Desde su columna dominical en El Espectador, Bejarano ha sido muy cr¨ªtico de la labor de Barbosa en la Fiscal¨ªa, incluyendo la m¨¢s reciente, en la que denuncia haber sido blanco de seguimientos por parte de subalternos del fiscal ¡°sin que se sepa por qu¨¦ y sin ser notificado¡±.
Barbosa fue profesor del Externado de 2010 a 2018, cuando Duque asumi¨® la jefatura de Estado y lo incorpor¨® a su Administraci¨®n. Aquel octenio, cuando empez¨® a hacerse visible como acad¨¦mico y opinador, es la fase m¨¢s parad¨®jica y ambivalente de su vida p¨²blica. Inicialmente fue un fiel defensor de la negociaci¨®n con las FARC, asunto pol¨¦mico del que Duque y su partido, el uribista Centro Democr¨¢tico, eran opositores. Sus columnas en El Tiempo son prueba de lo que pensaba el Francisco Barbosa de entonces. ¡°Los opositores de la paz deben entender que no es el sometimiento la f¨®rmula para lograrla. La ¨²nica alternativa para ponerle fin a esta escabrosa guerra es entender de una vez por todas que, m¨¢s all¨¢ de las pugnas pol¨ªticas, la paz y la justicia prospectiva deben ir de la mano permitiendo la reconciliaci¨®n. Es el ¨²nico camino¡±, escribi¨® en octubre de 2015, colocando las bases al contrasentido que protagonizar¨ªa tres a?os y medio m¨¢s tarde.
Y es que en 2018 acept¨® el puesto de consejero de Iv¨¢n Duque, un mandatario que fundament¨® su narrativa en reprobar lo pactado con la guerrilla. De hecho, en marzo de 2019, fue designado vocero de las objeciones que el mismo Duque present¨® al Congreso en contra de la ley que reglamentaba la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP), el tribunal de justicia transicional que naci¨® con el Acuerdo de Paz. Era el mayor ataque legal a la implementaci¨®n del Acuerdo. Las objeciones no prosperaron pero la discordancia de Barbosa sali¨® a flote. Adem¨¢s de sus publicaciones ¡ªincluyendo un libro titulado ?Justicia transicional o impunidad?, cuyo pr¨®logo fue escrito por Humberto De La Calle, el jefe del equipo negociador del Gobierno en el proceso de paz¡ª se record¨® su fallida postulaci¨®n para ser magistrado de la JEP. Se confirm¨® as¨ª que hab¨ªa nacido un nuevo Barbosa.
Sus posturas iban acomod¨¢ndose a la par con los aires de cambio que soplaban en las altas esferas del poder. Otro profesor del Externado, quien pidi¨® no revelar su identidad, le reconoce un talento para adaptarse y abrirse un lugar en espacios sociales cerrados, como los c¨ªrculos acad¨¦micos y pol¨ªticos. ¡°Lee bien el panorama nacional e identifica con claridad qu¨¦ es lo que le gente quiere o¨ªr, as¨ª sean cosas pol¨¦micas¡±, manifiesta.
Ya empapado por la tesis del uribismo, su amigo y jefe, el presidente, lo candidatiz¨® para ser fiscal general. Nadie pronosticaba entonces lo que se avecinaba con su elecci¨®n, cuando lleg¨® a ocupar una situaci¨®n privilegiada ante el caso judicial m¨¢s emblem¨¢tico de las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. En agosto de 2020, el expresidente ?lvaro Uribe, jefe pol¨ªtico de Duque, renunci¨® a su curul en el Senado, en medio de la investigaci¨®n que la Corte Suprema de Justicia adelantaba en su contra por soborno a testigos y fraude procesal. Tras la dimisi¨®n, el proceso pas¨® a manos de la Fiscal¨ªa. En su primer semestre en el cargo, los ojos del pa¨ªs se volcaron hacia Barbosa.
El expediente dur¨® poco en su escritorio. Lo asign¨® r¨¢pidamente a Gabriel Ram¨®n Jaimes, jefe de los fiscales delegados ante la Corte Suprema, quien procedi¨® a pedir la preclusi¨®n del caso, por considerar que no exist¨ªa m¨¦rito suficiente para atribuirle una conducta delictiva a Uribe. Una jueza de Bogot¨¢ neg¨® la solicitud. Jaimes se apart¨® del caso y, desde entonces, Barbosa ha encomendado la tarea a otros cuatro fiscales. La justicia, en tres ocasiones, se ha negado a acceder a la petici¨®n de preclusi¨®n. El manejo del proceso ha despertado cr¨ªticas con el fiscal general saliente, al que acusan de favorecer a sus amigos. ¡°Tuvo una Fiscal¨ªa con agenda para perseguir a la gente que no era de su agrado, gente que era inc¨®moda para el Gobierno. Adem¨¢s, tambi¨¦n se hizo el de la vista gorda con muchos asuntos que debi¨® haber tramitado¡±, afirma Ramiro Bejarano. Una de las determinaciones que m¨¢s se le cuestiona a Barbosa fue el archivo del esc¨¢ndalo conocido como la ?e?epol¨ªtica, sobre la supuesta compra de votos en favor de Iv¨¢n Duque durante la elecci¨®n presidencial de 2018.
Desde la derecha, en cambio, ven su gesti¨®n con otros ojos. Para Mar¨ªa del Rosario Guerra, exsenadora del Centro Democr¨¢tico, el trabajo de Barbosa se caracteriz¨® por ser ¡°decente¡±. ¡°Fue una Fiscal¨ªa que busc¨® darle celeridad a muchos procesos dif¨ªciles e importantes, como el que actualmente est¨¢ en curso en contra del hijo del presidente Gustavo Petro¡±, dice en referencia a la investigaci¨®n que se adelanta en contra de Nicol¨¢s Petro, primog¨¦nito del actual primer mandatario, por enriquecimiento il¨ªcito y lavado de activos. Las pesquisas tambi¨¦n giran alrededor de presuntos aportes de dinero por parte de narcotraficantes a la campa?a presidencial de 2022.
Dependiendo de la orilla a la que se le pregunte, cambiar¨¢ la valoraci¨®n de Barbosa. Seg¨²n cifras de la propia Fiscal¨ªa, en este cuatrienio se capturaron y judicializaron 6.689 miembros de estructuras criminales; se apres¨® a Dairo Antonio ?suga, alias Otoniel, jefe del Clan del Golfo; y se obtuvieron 3.579 condenas por hechos relacionados con corrupci¨®n. Otros recuerdan, sin embargo, que no se concretaron grandes avances en casos hito, como Odebrecht. Para el abogado penalista y exfiscal Camilo Burbano hay un asunto adicional que trasciende la capacidad de influencia de cualquier fiscal general y que debe ser tenido en cuenta al evaluar su rendimiento. ¡°Hay una problem¨¢tica estructural, de varios a?os, ligada a la congesti¨®n judicial y la ineficacia. Habr¨ªa que ver si, desde su posici¨®n, un fiscal puede mejorar eso. Es evidente que falta todav¨ªa mucho¡±, agrega.
Bejarano, Guerra y Burbano est¨¢n de acuerdo en una cosa: Barbosa dej¨® que su temperamento lo perjudicara. ¡°Fue prepotente en algunos momentos¡±, admite la excongresista. La ¨²ltima muestra de este rasgo tuvo lugar el pasado 5 de febrero. En una sede de la Fiscal¨ªa en Tunja, Boyac¨¢, se realiz¨® el mantenimiento y arreglo de los ba?os. Una placa met¨¢lica reconoci¨¦ndole la min¨²scula obra fue atornillada a la pared del lugar. ¡°Durante la administraci¨®n del fiscal general de la Naci¨®n, Francisco Barbosa Delgado, se gestion¨® y adecu¨® esta sede¡±, se?ala la l¨¢mina.
El resumen de la etapa de Barbosa en la Fiscal¨ªa estar¨ªa incompleto sin hacer menci¨®n a sus frecuentes choques con el presidente Gustavo Petro, de quien se convirti¨® en un claro cr¨ªtico, y no solo en un contrapeso institucional. Aunque ser¨ªa injusto achacar todos los enfrentamientos al saliente fiscal ¡ªel presidente lo ha responsabilizado de estar buscando un golpe de Estado¡ª, s¨ª ha sido abiertamente confrontacional. Si bien en algunas oportunidades emple¨® las v¨ªas institucionales para expresar su disentimiento con Petro, como cuando expuso sus reproches a la ley de Paz Total, tambi¨¦n rebaj¨® el debate a niveles sin precedentes. Compar¨® al primer mandatario con Pablo Escobar y lo calific¨® como ¡°dictador¡±, entre otras declaraciones. Sergio Guzm¨¢n, director de la consultora Colombia Risk Analysis, ve una maniobra calculada en esa actitud de disputa. ¡°Es un posicionamiento de su figura, su nombre, como parte de la oposici¨®n. Eso no est¨¢ bien en una democracia. El fiscal no desaprovech¨® ocasiones para salir en titulares, para hablar de lo que es y debe hacer un presidente, cuando muchos podr¨ªan decir que antes de Petro no tuvo esas mismas actitudes¡±.
Barbosa no niega, pero tampoco confirma que tenga aspiraciones electorales. ¡°Cada vez que yo hablo dicen que estoy en una campa?a pol¨ªtica cuando lo que me interesa es cumplir con mi funci¨®n de fiscal y lo har¨¦ hasta el 13 de febrero¡±, fue la respuesta que dio a Caracol Radio. Si decide ser candidato, sus acciones en la Fiscal¨ªa ser¨¢n un factor determinante cuando los colombianos lo eval¨²en. Su capacidad de adaptarse a las circunstancias saldr¨¢ a relucir, otra vez.
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