La poderosa arma de Israel

Antes del amanecer mientras, desesperados, trataban de recoger alimentos de un convoy de camiones en la Ciudad de Gaza, el pasado 29 de febrero 112 palestinos fueron asesinados y 706 heridos cuando el Ej¨¦rcito de Israel dispar¨® sobre la multitud hambrienta. Cad¨¢veres apilados en la calle entre cajas de ayuda humanitaria ensangrentadas, rodeados por parientes que agitaban sus cuerpos desfigurados por el horror como tra...

Antes del amanecer mientras, desesperados, trataban de recoger alimentos de un convoy de camiones en la Ciudad de Gaza, el pasado 29 de febrero 112 palestinos fueron asesinados y 706 heridos cuando el Ej¨¦rcito de Israel dispar¨® sobre la multitud hambrienta. Cad¨¢veres apilados en la calle entre cajas de ayuda humanitaria ensangrentadas, rodeados por parientes que agitaban sus cuerpos desfigurados por el horror como tratando de revivirlos, atestiguan la eficiencia de la nueva arma que Israel usa en su genocidio contra los palestinos: el hambre.

Desde el envenenamiento de los acu¨ªferos de los pueblos palestinos con bacteria tifoidea en su campa?a militar de 1948, Israel no ha dejado arma sin probar en los palestinos. Ahora se propone provocar una hambruna, especialmente en el norte de Gaza, a d¨®nde est¨¢ impidiendo que los cientos de miles de personas que viven entre los escombros reciban las ayudas de las agencias de la ONU. El descenso en el estado nutricional de la poblaci¨®n en los ¨²ltimos tres meses ¡°no tiene precedentes a escala mundial¡±, ha manifestado el organismo que ha visto boicoteados sus esfuerzos por repartir los tan necesitados alimentos, como el pasado 5 de febrero, cuando un convoy de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) fue atacado por el Estado sionista. No le vali¨® a Israel que la ruta estuviera previamente acordada con la UNRWA para detener el convoy de 10 camiones con rumbo norte y, una hora despu¨¦s, bombardearlo desde el mar, en lo que constituye un crimen de guerra; el mismo modus operandi de sus bombardeos a escuelas y centros asistenciales de esta organizaci¨®n.

Ni?os palestinos convertidos en hu¨¦rfanos por la ¡°¨²nica democracia¡± de Oriente Medio deambulan por las calles cargando en sus manos calderetas retorcidas que han recuperado de entre los escombros reclamando a gritos algo de comida. ¡°Los ni?os est¨¢n muriendo de hambre al ritmo m¨¢s r¨¢pido que el mundo jam¨¢s haya visto¡±, public¨® en su cuenta de X Raquel Mart¨ª, directora ejecutiva de UNRWA Espa?a.

La Uni¨®n Europea, Francia y Alemania pidieron una investigaci¨®n independiente de la masacre de la harina. Voces indignadas de pol¨ªticos europeos lamentaron los hechos ¨Dcomo el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, quien expres¨® su ¡°m¨¢s en¨¦rgica condena¡±, o la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, quien se manifest¨® ¡°profundamente perturbada¡± por las im¨¢genes del ataque contra civiles¨D ante las incontrovertibles im¨¢genes que el mismo ej¨¦rcito israel¨ª divulg¨® en sus redes sociales junto con excusas que pretenden poner la carga de la culpa en las victimas. Pero esta ret¨®rica tard¨ªa de quienes han dado carta blanca a Israel, quiz¨¢s arrinconados en un a?o de elecciones por la indignaci¨®n ciudadana ante su silencio y complicidad frente al genocidio, reson¨® hueca por no estar emparejada de acciones concretas que obliguen a detenerlo.

La comisi¨®n de esta nueva masacre y la publicaci¨®n del video justo en el momento en que el presidente Biden, en un a?o de elecciones, contaba con lograr un alto al fuego para frenar el descontento de las bases progresistas de su partido por su apoyo irrestricto a Israel ¨Despecialmente despu¨¦s del voto protesta en las primarias de Michigan¨D, debe llevar a preguntarnos si no se tratar¨¢ de un intento de Netanyahu por boicotear los planes de sus aliados de alcanzar un acuerdo de paz y reconocer un Estado palestino y, de paso, favorecer al candidato republicano. Despu¨¦s de todo, en d¨ªas recientes hab¨ªa dejado claro: ¡°No transigir¨¦ con el pleno control de la seguridad israel¨ª sobre todo el territorio al oeste de Jordania, y esto es contrario a un Estado palestino¡±. Luego impuls¨® una resoluci¨®n en el Parlamento, aprobada en mayor¨ªa, contra los esfuerzos internacionales por sacar adelante un acuerdo de paz y reconocer un Estado palestino.

Desde que se inici¨® este genocidio el comp¨¢s de la moral apunta su norte a algunos de los Gobiernos del sur global, los ¨²nicos en sintonizar sus discursos y acciones con la gravedad de los hechos. Tal es el caso de Sud¨¢frica y su demanda ante la Corte Internacional de Justicia y, el m¨¢s reciente, como reacci¨®n a los hechos del 29 de febrero, el de Colombia, cuyo presidente, Gustavo Petro, anunci¨® que suspender¨¢ la compra de armas a Israel. En contraste, ese mismo d¨ªa el Congreso espa?ol vot¨® una proposici¨®n en el mismo sentido, de suspender el comercio de armas con ese pa¨ªs, pero no prosper¨® a pesar de contar con el apoyo del PSOE.

Al igual que el presidente Petro, el brasile?o Luiz In¨¢cio Lula da Silva ha sido cr¨ªtico de las atrocidades que el Ej¨¦rcito de Israel est¨¢ cometiendo contra la poblaci¨®n civil palestina que ya han cobrado la vida de m¨¢s de 30.000 personas. Durante la Cumbre de la Uni¨®n Africana en Etiop¨ªa, el presidente Lula declar¨®: ¡°Lo que est¨¢ ocurriendo en la Franja de Gaza con el pueblo palestino no ha ocurrido en ning¨²n otro momento de la historia. En realidad, ha ocurrido: cuando Hitler decidi¨® matar a los jud¨ªos¡±. Prosigui¨® en su denuncia remarcando que es ¡°una guerra entre un ej¨¦rcito muy preparado y mujeres y ni?os¡±. Tambi¨¦n critic¨® la decisi¨®n de varias naciones de desfinanciar a la UNRWA bas¨¢ndose en supuestas pruebas que Israel a¨²n no entrega y que, seg¨²n inform¨® The Guardian, los ¨®rganos de inteligencia de Estados Unidos han puesto en duda. Como reacci¨®n a las declaraciones de Lula, Netanyahu lo acus¨® de antisemitismo y trivializar el Holocausto ¨Dporque, l¨®gicamente, para ¨¦l la vida de los palestinos y su sufrimiento es algo trivial¨D y lo declar¨® persona non grata.

Lula, sin embargo, no es el primero en encontrar parecido entre el horror sufrido por los jud¨ªos en la Alemania nazi y lo que han padecido los palestinos a manos del sionismo. En 2002, en una visita a Ramallah (Cisjordania), el escritor portugu¨¦s Jos¨¦ Saramago dijo que la situaci¨®n generada por los israel¨ªes en los territorios palestinos le recordaba a Auschwitz. En una entrevista posterior puntualiz¨®: ¡°Cercadas por el Ej¨¦rcito israel¨ª, rodeadas por m¨¢s de 200 asentamientos de colonos, las ciudades y las aldeas palestinas, incomunicadas por carretera, est¨¢n transformadas en aut¨¦nticos guetos, donde no se puede entrar y de donde no se puede salir sin la autorizaci¨®n de las fuerzas militares israel¨ªes. El comportamiento de esas fuerzas y, sobre todo, el esp¨ªritu que las impulsa, se parece perturbadoramente a la acci¨®n y al esp¨ªritu nazi¡±.

Israel se indigna con las comparaciones entre los cr¨ªmenes que su Ej¨¦rcito comete a diario contra los palestinos y los cometidos por los nazis; sin embargo, es inevitable que nuestra memoria colectiva encuentre en los horrores del Holocausto un referente a los que hoy el estado sionista inflige a los palestinos de Gaza.

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