Las ambig¨¹edades del acuerdo con el ELN sobre participaci¨®n de la sociedad civil
El texto divulgado guarda silencio sobre qu¨¦ pasar¨¢ si un ¡°gran acuerdo nacional¡± requiere cambios en la Constituci¨®n o en las leyes
El acuerdo #28 entre el Gobierno y el ELN, divulgado este fin de semana, tiene cosas importantes y valiosas, especialmente en cuanto es un paso adelante en el tema de la participaci¨®n de la sociedad civil, pero deja flotando una gran ambig¨¹edad que no se aclara en el texto divulgado, a saber: los acuerdos que se hagan en la mesa de negociaciones en torno a las conclusiones de las conversaciones con la socied...
El acuerdo #28 entre el Gobierno y el ELN, divulgado este fin de semana, tiene cosas importantes y valiosas, especialmente en cuanto es un paso adelante en el tema de la participaci¨®n de la sociedad civil, pero deja flotando una gran ambig¨¹edad que no se aclara en el texto divulgado, a saber: los acuerdos que se hagan en la mesa de negociaciones en torno a las conclusiones de las conversaciones con la sociedad civil, y que exijan reformas constitucionales y legales, ?deber¨¢n ir al Congreso, o no?
El acuerdo guarda silencio sobre dos temas conflictivos que infortunadamente no quedaron aclarados, a saber: ?el ELN renuncia al secuestro o no? ?Se pueden hacer di¨¢logos regionales como el que se est¨¢ intentando hacer en Nari?o, o no? Sobre estos dos importantes temas, el texto pasa en puntillas. Los deja sin aclarar, con lo cual no es aventurado vaticinar que estos problemas volver¨¢n a aparecer en la mesa de negociaciones con el ELN.
El texto, en todo caso, recoge una vieja aspiraci¨®n del ELN. Se?ala una metodolog¨ªa de consultas con la sociedad civil que deber¨¢ conducir a un ¡°gran acuerdo nacional¡± cuyo objetivo es plasmar una agenda, de la que se ha se?alado una metodolog¨ªa que no establece puntos concretos sobre la manera como se tramitar¨¢n transformaciones sociales y econ¨®micas para el pa¨ªs. El ELN siempre ha sostenido que las conversaciones de paz son tripartitas: Estado, ELN y sociedad civil. La participaci¨®n de esta ¨²ltima ha sido un estribillo recurrente del grupo armado como requisito indispensable para avanzar en cualquier negociaci¨®n de paz.
Pese a ese avance, el documento es tremendamente ambiguo, pues puede d¨¢rsele una interpretaci¨®n el d¨ªa de ma?ana que termine en un proceso constituyente por la puerta de atr¨¢s, esquivando al Congreso. Ese puede ser el germen de profundos conflictos interpretativos, y a¨²n de claras violaciones a la Constituci¨®n y a la ley vigente. ?Por qu¨¦? Porque dice textualmente: ¡°Los acuerdos adoptados por la mesa son de obligatorio cumplimiento de las partes y deber¨¢n convertirse en pol¨ªticas de Estado, pol¨ªticas p¨²blicas, programas y proyectos que se articulen con el Plan Nacional de Desarrollo...¡±.
Ahora bien: el documento guarda silencio sobre algo fundamental, a saber, qu¨¦ ocurrir¨¢ si la implementaci¨®n de alguno de los puntos que incluir¨¢ el ¡°gran acuerdo nacional¡± del que se habla en los protocolos de Ciudad de M¨¦xico y en el acuerdo del fin de semana requiere cambios en la Constituci¨®n o en las leyes. Pues bien, los acuerdos alcanzados en la mesa bilateral inexorablemente deber¨¢n ir al Congreso para ser tramitados por las v¨ªas institucionales. El ¡°gran acuerdo nacional¡± al que se llegue con el ELN no puede pasarse por la faja la institucionalidad colombiana.
Al revisar el ¨ªndice tem¨¢tico de los asuntos que, seg¨²n el documento, puede incluir ese ¡°gran acuerdo nacional¡±, se hace evidente que estamos frente a un terreno ampl¨ªsimo, casi enciclop¨¦dico, que mucho se asemeja al que podr¨ªa tener una asamblea constituyente y, por lo tanto, se trata de asuntos que, si fueran hipot¨¦ticamente adoptados en la mesa de negociaciones, no bastar¨ªa con ello para que se entiendan convertidos en pol¨ªticas de Estado obligatorias: requieren que sean adoptadas por quien puede cambiar la Constituci¨®n en Colombia, o sea, por el Congreso de la Rep¨²blica. Esto se pasa en silencio en el acuerdo, y por ello estamos frente a un protocolo tremendamente ambiguo. No se sabe, sin embargo, si esa ambig¨¹edad fue inadvertida o deliberada.
Basta con citar algunos ejemplos de los temas que puede contener el ¡°gran acuerdo nacional¡± del que se habla en el texto, para entender que estamos frente a un temario propio de una asamblea constituyente. Algunos de los puntos a abordar son: el r¨¦gimen pol¨ªtico de Colombia ¡ªcualquier asunto de soberan¨ªa, derechos pol¨ªticos y reformas institucionales de los poderes p¨²blicos¡ª, la justicia, el modelo econ¨®mico del pa¨ªs, los tratados internacionales vigentes que traten con el medio ambiente, los modelos y sistemas educativos. Estos son apenas algunos ejemplos de la larga lista que va a la mesa bilateral y sobre la cuales no se dice, como debi¨® haberse advertido por la importancia del asunto, que, aun siendo acogidos por la mesa, si su implementaci¨®n exige cambios constitucionales o legales estos tienen que pasar al Congreso para que los adopte como enmiendas constitucionales o legales.
Alguna similitud guarda todo esto con lo dicho por ?lvaro Leyva estos d¨ªas en el sentido de que los acuerdos firmados con las extintas FARC en 2016 permitir¨ªan la convocatoria de una constituyente, sin necesidad de participaci¨®n del Congreso en dicha convocatoria. Idea de ?lvaro Leyva peregrina e infundada pero que, guardadas las circunstancias, resulta parecida a lo firmado con el ELN en Caracas. En caso de no aclararse el alcance del punto denominado ¡°vincularidad¡± de los acuerdos en un protocolo pr¨®ximo, puede dar lugar a graves disputas en el futuro sobre el alcance de estos acuerdos con el ELN.
Vale la pena se?alar por ¨²ltimo que, pese a todas las declaraciones que hab¨ªa hecho el Gobierno de que no se firmar¨ªan nuevos acuerdos con el ELN si ¨¦ste no dejaba en claro de una vez por todas que renunciaba al secuestro, en esta ocasi¨®n nada se dice sobre el particular. Las perentorias advertencias que hab¨ªa hecho Otty Pati?o sobre este tema no terminaron en nada: el acuerdo #28 guarda silencio sepulcral sobre este tema y el ELN sigue campante.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S sobre Colombia y aqu¨ª al canal en WhatsApp, y reciba todas las claves informativas de la actualidad del pa¨ªs.