Juan Camilo Restrepo: ¡°Muchos pensaron que Petro iba a ser el apocalipsis; no ha sido as¨ª¡±
El exministro y exnegociador de paz califica el actual momento pol¨ªtico como un ¡°equilibrio inestable¡± y analiza los di¨¢logos con el ELN
Juan Camilo Restrepo (Medell¨ªn, 76 a?os) lo ha sido casi todo en la pol¨ªtica colombiana. Adem¨¢s de senador, embajador en Francia y precandidato presidencial del Partido Conservador, el abogado y economista antioque?o fue ministro de Minas en el Gobierno de C¨¦sar Gaviria, de Hacienda en el de Andr¨¦s Pastrana y de Agricultura en el de Juan Manuel Santos. Desde esa cartera lider¨® la pol¨ªtica de restituci¨®n de tierras, y al final del periodo de Santos fue el jefe negociador del proceso con la guerrilla del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN), que el presidente Gustavo Petro ha decidido retomar. Tambi¨¦n fue gerente comercial de la emblem¨¢tica Federaci¨®n Nacional de Cafeteros. Pocos pol¨ªticos pueden exhibir un recorrido comparable, que Restrepo rememor¨® este a?o en sus memorias Cuatro crisis que marcaron a Colombia.
Pregunta. ?C¨®mo califica el momento pol¨ªtico que atraviesa Colombia?
Respuesta. Cuando se eligi¨® a Gustavo Petro, muchos sectores pensaron que esto iba a ser el apocalipsis; no ha sido as¨ª. Sin embargo, hay grandes interrogantes hacia adelante, sobre todo en el campo fiscal, el campo econ¨®mico. El Gobierno sigue teniendo una mayor¨ªa en el Congreso relativamente amplia, pero no tan fuerte como se cre¨ªa. De manera que todo est¨¢ en proceso de formaci¨®n. Estamos en lo que yo calificar¨ªa como un equilibrio inestable.
P. Usted ha sido muy cercano a la Federaci¨®n Nacional de Cafeteros, y ha calificado la reciente renuncia de su gerente, Roberto V¨¦lez, forzada por el Gobierno, como un ¡°maltrato injustificado¡± a medio mill¨®n de familias cafeteras.
R. La pol¨ªtica cafetera en Colombia siempre se ha manejado concertadamente entre el gremio cafetero y el Gobierno. Por eso en los grandes cuerpos directivos de la Federaci¨®n, como el Comit¨¦ Nacional de Cafeteros, existe representaci¨®n del Gobierno y de los cafeteros. Entonces, cuando de manera brusca el presidente Petro le manda pedir la renuncia al gerente Roberto V¨¦lez ¨Cque ni siquiera la pidi¨® ¨¦l ¨C se rompe esa concertaci¨®n, esa tradici¨®n de que las grandes decisiones cafeteras se toman por consenso, no por una inducci¨®n, bastante arrogante, nacida del palacio presidencial. Es una manera desconsiderada y desafortunada de incidir en los gremios privados y, en el caso cafetero, romper la tradici¨®n de la concertaci¨®n. La Federaci¨®n y el Fondo Nacional del Caf¨¦ no son del Gobierno, de manera que la Casa de Nari?o no puede disponer del gerente como si fuera un funcionario de un ministerio cualquiera.
P. ?C¨®mo interpreta las varias renuncias de lideres gremiales en las ¨²ltimas semanas?
R. Algunas de ellas est¨¢n rodeadas todav¨ªa de misterio, no sabemos cu¨¢l es su origen. Pero todo indica que s¨ª ha habido una cierta injerencia del Gobierno para ir conformando un elenco de gremios que sean de bolsillo y manejables por el Ejecutivo. Eso no es bueno para la democracia colombiana, ni para la actividad econ¨®mica. Los gremios no est¨¢n para estar dando mociones de aplauso o elogios al Gobierno todos los d¨ªas, tampoco para estarlo mortificando o criticando porque s¨ª. Est¨¢n para cumplir con sus misiones, que es la de defender a los afiliados y colaborar con el Gobierno en cuanto que coincidan sus intereses con los del Gobierno y el pa¨ªs.
P. Los cafeteros no son un gremio cualquiera en Colombia. ?Cu¨¢l deber¨ªa ser el perfil del pr¨®ximo gerente de la Federaci¨®n?
R. Primero, que no sea impuesto unilateralmente por el Gobierno. En el pasado ha habido intentos de otros presidentes de hacer algo parecido, y no ha salido bien. De manera que el nuevo gerente debe ser fruto de ese consenso que he mencionado. En segundo lugar, que sea una persona con experiencia cafetera, que no sea un paracaidista que el Gobierno impone. Y en tercer lugar, que cuente con la anuencia y el apoyo de las 550.000 familias cafeteras.
P. Usted tambi¨¦n fue ministro de Hacienda en un momento dif¨ªcil. ?Qu¨¦ le ha parecido la gesti¨®n de Jos¨¦ Antonio Ocampo?
R. Es uno de los ministros m¨¢s descollantes en el gabinete de Petro. Se desempe?¨® muy bien tramitando la reforma tributaria, eso le ha dado tranquilidad al manejo econ¨®mico del pa¨ªs. Ahora tiene por delante el gran reto de c¨®mo va a ser la multiplicaci¨®n de los peces y los panes, como en la Biblia. Con los recursos obtenidos en la nueva reforma tributaria va a financiar las presiones de gasto que ya se han anunciado, que son tres o cuatro veces superiores a lo que se va a conseguir con la tributaria. Ahora tiene que hacer esa multiplicaci¨®n de los peces y los panes. Se diluir¨ªa el buen resultado de la econom¨ªa colombiana que est¨¢n viendo el pa¨ªs y los bancos internacionales si se bajara la guardia en la decisi¨®n muy clara de mantener la regla fiscal y de no perder el rumbo hacia la sostenibilidad fiscal.
P. Ha sabido manejar ese equilibrio inestable del que habl¨¢bamos...
R. Ah¨ª, en lo fiscal, s¨ª que hay equilibrios inestables.
P. Usted tambi¨¦n fue ministro de Agricultura. La reforma rural integral que aborda el acuerdo de paz es uno de los mayores retos del pa¨ªs. ?La Administraci¨®n Petro conseguir¨¢ sacar adelante la reforma agraria que se propone?
R. En primer lugar creo que est¨¢ bien orientada. ?En qu¨¦ consiste la reforma rural anunciada por el Gobierno Petro? En el punto n¨²mero uno de los pactos de La Habana, que versa sobre la reforma rural que se negoci¨® durante el Gobierno de Juan Manuel Santos. De manera que lo que est¨¢ haciendo Petro, con buen sentido, es decir ¡°yo voy a cumplir los acuerdos de paz en lo agrario¡±, a diferencia de lo que hizo el Gobierno Duque, que le dio la espalda a la b¨²squeda de la paz, de un lado, y de otro lado le dio un cumplimiento muy menor a estos programas agrarios. Ahora viene el c¨®mo lo van a cumplir. Volvemos al punto de c¨®mo se va a conciliar el gasto necesario con los recursos disponibles.
P. Adem¨¢s de ministro, fue jefe negociador con el ELN, una de las crisis que describe en sus memorias. ?Por qu¨¦ es tan dif¨ªcil esa negociaci¨®n?
R. Porque el ELN, a diferencia de lo que fue las FARC, es un grupo tremendamente ideologizado y sin ning¨²n sentido pragm¨¢tico. Por ejemplo, las FARC renunciaron unilateralmente al secuestro y anunciaron unilateralmente que estaban dispuestas a hacer un cese al fuego bilateral, y eso ayud¨® a la conclusi¨®n de los acuerdos de La Habana. En cambio, el ELN no ha podido definir todav¨ªa qu¨¦ es lo que quiere. Tiene unas formulaciones muy generales, muy vagas. Dice representar a la sociedad civil, pero aterrizar ese postulado es dif¨ªcil. Y sobre todo, el ELN no tiene claro que, como grupo alzado en armas, desde que se sienta en una mesa de negociaci¨®n debe respetar el Derecho Internacional Humanitario.
P. Ustedes alcanzaron un cese al fuego en la mesa...
R. En el a?o 2017 logramos una experiencia que, aunque ef¨ªmera en el tiempo, fue de 101 d¨ªas. As¨ª se pact¨®. Fue el primer documento escrito que el ELN firma con el Estado colombiano, un cese bilateral de fuegos que coincidi¨® con la visita del Papa Francisco y que se cumpli¨® bien de lado y lado, como lo certific¨® las Naciones Unidas. Hay antecedentes que pueden ser ¨²tiles para que esta negociaci¨®n avance.
P. Es la primera vez que la contraparte es un Gobierno de izquierdas. ?Eso cambia las perspectivas de la negociaci¨®n?
R. Deber¨ªa. Es decir, el ELN deber¨ªa entender que esta apertura hacia la paz que manifest¨® Petro desde un primer momento es quiz¨¢s la ¨²ltima oportunidad para que no lo deje el tren de la historia. Es un grupo muy dif¨ªcil, muy complicado y muy resabiado. No est¨¢ bien que se lance la idea de que la paz con el ELN est¨¢ a la vuelta de la esquina. Eso va a tomar meses, si no a?os. El ELN no se va a entregar por unas curules en el Congreso, ellos razonan de otra manera. Ojal¨¢ lleguemos a un escenario de paz con el ELN, as¨ª tarde meses o a?os en llegar, porque las llaves de la b¨²squeda de la paz no se pueden tirar al fondo del mar como desafortunadamente lo hizo el gobierno anterior.
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