Duque, Petro y el silencio sobre Pegasus

En Colombia poco hemos hablado de Pegasus como si tuvi¨¦ramos el ant¨ªdoto o el escudo que nos logre proteger de ese abominable sistema vendido por uno de los grandes desarrolladores de equipos y software del sector defensa de Israel. Y digo que es abominable porque este software esp¨ªa permite a quienes lo poseen acceder al tel¨¦fono celular de cualquier persona (no importa si es Android o iPhone) y a partir de ah¨ª conocer pr¨¢cticamen...

En Colombia poco hemos hablado de Pegasus como si tuvi¨¦ramos el ant¨ªdoto o el escudo que nos logre proteger de ese abominable sistema vendido por uno de los grandes desarrolladores de equipos y software del sector defensa de Israel. Y digo que es abominable porque este software esp¨ªa permite a quienes lo poseen acceder al tel¨¦fono celular de cualquier persona (no importa si es Android o iPhone) y a partir de ah¨ª conocer pr¨¢cticamente toda la informaci¨®n privada que dicha persona tiene en su correo electr¨®nico, en WhatsApp, en Telegram, en Facebook y otras aplicaciones, as¨ª como escuchar las llamadas, activar la c¨¢mara e incluso visualizar y copiar todos los datos que la persona-objetivo tiene en la nube. Pegasus es algo tan monstruoso que el mismo Gobierno de Israel lo tiene clasificado como arma y, por ende, se supone que solo se vende en transacciones de gobierno a gobierno.

Repito: por alguna sospechosa raz¨®n, en Colombia poco hemos hablado de Pegasus, pero como Colombia no puede dejar de ser Colombia, aparentemente alguien en el pa¨ªs compr¨® Pegasus, pero nadie sabe qui¨¦n fue y lo peor de todo es que parece que a nadie le importa.

El pasado mes de marzo, el reputado diario Haaretz de Israel revel¨® como un hecho extraordinario que el Estado colombiano compr¨® Pegasus a su empresa fabricante, NSO, a trav¨¦s de un proceso bastante ex¨®tico: pagaron 13 millones de d¨®lares en efectivo que hicieron volar en un avi¨®n desde Colombia hasta Israel. Infortunadamente, el diario israel¨ª no entra en detalles sobre qui¨¦nes habr¨ªan hecho el negocio a nombre de Colombia ni tampoco detalles sobre el sin duda llamativo vuelo que tuvo que recibir una autorizaci¨®n especial del gobierno de Benjamin Netanjahu para aterrizar con esa suma en efectivo y luego transportarla a un banco. Lo ¨²nico que s¨ª queda en evidencia es la fecha de la compra: primer semestre de 2022, es decir durante el gobierno de Iv¨¢n Duque.

Cuando Haaretz public¨® la noticia, y W Radio hizo seguimiento a la misma, fuentes del gobierno Duque negaron haber hecho esa transacci¨®n y negaron haber comprado Pegasus. Y ahora que otra vez las interceptaciones ilegales est¨¢n de moda por cuenta de las denuncias de un magistrado de la Corte Constitucional, fue el mismo director de inteligencia del Gobierno Petro quien sali¨® a negar que el Estado colombiano sea poseedor de Pegasus. ?Pero si no es el Estado, entonces qui¨¦n?

Haaretz en su reportaje enfatiza que el negocio se llev¨® a cabo hasta el final. Es decir que ¡®alguien¡¯ pag¨® en efectivo a NSO -tal vez haci¨¦ndose pasar por agente del Estado colombiano o usando credenciales de tal tipo en su poder¨C. A ese ¡®alguien¡¯ le entregaron esa poderosa arma. Y ese ¡®alguien¡¯ est¨¢ entre nosotros chuzando y espiando a quien se le da la gana. Ese alguien sin duda debe ser muy poderoso. Por eso el silencio de Iv¨¢n Duque y de Gustavo Petro sobre el asunto es bastante raro. M¨¢s cuando la compra de Pegasus por alguien que se hizo pasar por Colombia es un hecho consumado. ?Acaso al primero no le parece grave que eso haya ocurrido cuando a¨²n estaba en la Casa de Nari?o? ?Acaso al segundo no le compete proteger la seguridad (incluso digital) de los colombianos?

Seguramente este asunto podr¨ªa resolverse con celeridad elevando a nivel diplom¨¢tico algunas preguntas al Gobierno de Israel, pero (?oh, mala fortuna!) esas relaciones hoy no existen.

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