Mauricio Cruz, director de la continuaci¨®n de ¡®Betty, la fea¡¯: ¡°Hasta la mujer m¨¢s hermosa del mundo se identifica con ella¡±

Betty va en contra del primer mandamiento de la telenovela latinoamericana, que dicta que la protagonista debe ser de una belleza indiscutible. Una belleza tal que le garantice que ella ¡ªjoven, alegre y silvestre¡ª, proveniente de una zona rural o de un barrio popular, logre conseguir un gal¨¢n que la rescate de la pobreza y la lleve a vivir a su mansi¨®n, o castillo. Fernando Gait¨¢n, creador de este ic¨®nico personaje, conoc¨ªa los mecanismos del melodrama, pero a finales de la d¨¦cada de los noventa decidi¨® desafiarlos. ¡°?Qu¨¦ tal si uno hace una mujer de carne y hueso?¡±, explic¨® en una entrevista. Una protagonista sobre la que el p¨²blico no proyecte sus anhelos, sino que sea testigo de una mujer que sue?a, detr¨¢s de unos lentes, unos frenillos y un flequillo.

Un par de meses antes del cambio de milenio, el 25 de octubre de 1999, Colombia present¨® uno de sus personajes m¨¢s universales: Beatriz, como la musa idealizada por Dante, pero Pinz¨®n Solano; una genio de las finanzas que se enamora de su jefe en silencio, con su diario como ¨²nico testigo. Su ¨¦xito nacional, donde siete millones de personas vieron simult¨¢neamente el primer beso con Don Armando, fue seguido por un alcance global sin precedentes. Esta historia ha sido emitida en m¨¢s de 180 pa¨ªses, doblada a 25 idiomas y adaptada 24 veces, por lo que fue incluida en el Libro Guinness de los r¨¦cords como la telenovela m¨¢s exitosa de la historia de la televisi¨®n. Hay una Betty china, una Betty turca, serbia o vietnamita.

¡°Todo el mundo se identifica¡±, dice Mauricio Cruz Fortunato, en una entrevista con EL PA?S, para tratar de explicar el ¨¦xito de Betty, al cual espera darle continuidad como director de su segunda parte, que se estrenar¨¢ este 19 de julio por Amazon Prime. El destino de Cruz parece entrelazarse con el de Fernando Gait¨¢n, su guionista, quien muri¨® en enero de 2019, y con una ¨¦poca notable de la televisi¨®n colombiana. Fue ¨¦l quien dirigi¨® la nueva versi¨®n de Caf¨¦ con aroma de mujer (1994), escrita por Gait¨¢n, as¨ª como otras producciones: Pasi¨®n de gavilanes, basada en Las aguas mansas (1994), y Manes, un ¡®remake¡¯ de la serie Hombres (1996); aunque tambi¨¦n ha trabajado en otros proyectos, entre ellos La Guzm¨¢n o La reina del sur.

Pregunta. Esta propuesta es una segunda parte de Betty, la fea, es decir, nada estaba escrito. ?No es mucho m¨¢s arriesgado que hacer una nueva versi¨®n, como en el caso de Caf¨¦ con aroma de mujer?

Respuesta. S¨ª, digamos que son riesgos diferentes. Caf¨¦ tambi¨¦n es algo muy fuerte en Colombia y en el mundo, pero cuando me enter¨¦ de este proyecto de Betty la fea, pens¨¦ que hacer un ¡®remake¡¯ era imposible. No hay qui¨¦n reemplace a Betty. Pens¨¦ en un fracaso, hasta que me dijeron: ¡®no, es 20 a?os despu¨¦s¡¯. Me pareci¨® incre¨ªble, porque es ver c¨®mo ha avanzado la historia, c¨®mo han avanzado sus vidas.

P. ?Cu¨¢l fue esa sensaci¨®n al leer el guion?

R. Es muy dif¨ªcil porque Betty es un ¨ªcono, un personaje demasiado entra?able. El mundo entero ha visto Betty, y no solo nuestra Betty, sino no s¨¦ cu¨¢ntas versiones. Al volver a verla, ya no como p¨²blico sino como director, alucin¨¦ con la antigua Betty, y ahora alucino con la nueva. Fue muy dif¨ªcil actualizar la historia. Hay muchas cosas que suceden en Betty la fea, en la primera parte, que creo que ahora son impensables: el machismo, todo centrado en la belleza, un poco banal. Ahora hay m¨¢s profundidad, con una Betty que es una mujer madura, con habilidades y fracasos, como cualquier ser humano, que creo que es lo esencial y lo m¨¢s maravilloso que se invent¨® Fernando Gait¨¢n. Era crear un personaje, desde unos puntos de vista diferentes para el momento, y lograr que todos nos identific¨¢ramos.

P. Al haber hecho antes Caf¨¦ y ahora Betty, ?no tiene la sensaci¨®n, a veces, de que conoce a Fernando Gait¨¢n?

R. Tuve la fortuna de conocerlo, en varios momentos, trabajando y tambi¨¦n a nivel social. Un tipo brillante; para m¨ª, un genio. Es que yo creo que si uno logra inventarse un personaje como este en la vida, ya lo lograste todo. Pienso en Chaplin, pienso en Sylvester Stallone con Rambo y con Rocky. Espero no sonar pretencioso, pero lo veo a ese nivel. Creo que Gait¨¢n ten¨ªa un lado femenino muy interesante, porque entend¨ªa muy bien el amor. S¨ª, ten¨ªa una sensibilidad tan profunda y tan bella, y logr¨® plasmarlo en el papel, y nosotros tener la fortuna de poder llevarlo a la pantalla.

P. Como dijo, la anterior Betty tiene elementos que hoy son impensables. Ahora hay un panorama mucho m¨¢s incluyente, pero, ?no se puede a veces caer en una inclusi¨®n forzada?

R. Yo creo que s¨ª hay una obligaci¨®n moral. Es hablar de participaci¨®n y hablar de ense?anza. Al hacer un proyecto como este, que es tan aceptado a nivel mundial, hay m¨¢s responsabilidad. Para hacer esto, y as¨ª se asumi¨®, deb¨ªa ser incluyente. A veces hay cosas forzadas, pero s¨ª creo que somos de un pa¨ªs de una variedad tan grande, de una mezcla tan fuerte a nivel racial, cultural, que debemos explotar esos valores. Y es importante para m¨ª que sea as¨ª. Yo en Betty, en lo que hicimos, no lo veo forzado. Adem¨¢s, ten¨ªa un personaje gay desde siempre. Ahora, hay un giro que parece incre¨ªble, que es que los que consider¨¢bamos nerds en esa ¨¦poca ahora son la gente importante. Trata de mantenerse algo, porque la belleza es algo importante en nuestras vidas, nada qu¨¦ hacer, pero ya no es la base. Ahora es el descubrimiento de la mujer empoderada, fuerte, con los problemas como madre, como pareja, con frustraciones, con fracasos, con triunfos.

P. Cuando ven¨ªa la transformaci¨®n de Betty, cuando se transmiti¨® la novela en Colombia, en el 2000, hab¨ªa una gran expectativa. Est¨¢bamos acostumbrados a las telenovelas mexicanas en las que la protagonista regresaba, bella y dispuesta a vengarse. Al p¨²blico de ese momento algo le qued¨® faltando, porque ella conserv¨® sus gafas y sus brackets...

R. Hay una cosa, y es que en los dosmiles todo era aspiracional, hasta para los hombres. La belleza era parte del triunfo. Creo que esa es la transformaci¨®n que hemos tenido. Y creo que somos afortunados en eso. No digo que la belleza no sea importante. Claro, el que es bello tiene esa fortuna, pero hay una cosa que es una aspiraci¨®n mucho m¨¢s fuerte, que es hacia la belleza interior. Y esta segunda parte de Betty es eso. Es ver c¨®mo ella vuelve a su esencia: me transform¨¦ para que la sociedad me aceptara, pero qui¨¦n soy yo, c¨®mo me gusto. Y ver que Armando tambi¨¦n ama a su Betty as¨ª, porque as¨ª se enamor¨®.

P. En el caso de Betty, adem¨¢s de ser la historia de una mujer fea, es tambi¨¦n la historia de una mujer que permanece a la sombra, en esa oficina escondida. La mujer que trabaja detr¨¢s, pero el que se lleva el cr¨¦dito es el hombre...

R. Esa es la historia anterior. Yo creo que todos cuando empezamos, estamos a la sombra y trabajamos para otros. Como me dijo un maestro hace much¨ªsimos a?os: lo importante del talento es mantener la disciplina para que el talento brote, como una gota de ox¨ªgeno en medio del mar: alg¨²n d¨ªa sale a flote. Y es verdad. La historia es de una mujer en la sombra, tratando de hacer brillar a su jefe, y lo logra, pero en esta parte ya vemos a una mujer de verdad, madura, que triunf¨®.

P. Es tambi¨¦n, entonces, una historia sobre la madurez de la mujer

R. Creo que somos un eslab¨®n, los de cierta edad, que nos toc¨® vivir en esa ¨¦poca y ahora ver la nueva masculinidad, el empoderamiento de la mujer. A veces pienso que soy afortunado de ser un eslab¨®n entre unas generaciones y otras, para darme cuenta de ese cambio. Espero que mi hijo sea un hombre bastante diferente a lo que fui yo, y a lo que es su abuelo. Betty tambi¨¦n es un eslab¨®n. Lo que m¨¢s me gusta de este personaje es que me parece s¨²per sensible. Una mujer que es madre ahora, de una veintea?era, con un problema marital dif¨ªcil, porque trabajan juntos, y creo que no hay nada m¨¢s dif¨ªcil que trabajar con tu pareja, en la empresa del marido, en donde ella es la presidenta y tiene que dar ¨®rdenes. Y pensando en el perd¨®n, porque Armando hizo muchas cosas terribles en el pasado, y como todos sabemos, las heridas cicatrizan, pero quedan las marcas.

P. La televisi¨®n colombiana algo ya se hab¨ªa internacionalizado, pero Betty fue un fen¨®meno que marc¨® un antes y un despu¨¦s. ?Por qu¨¦ cree que se convirti¨® en un fen¨®meno global?

R. Para m¨ª Betty tiene una mezcla de dos historias de la literatura: El patito feo y El conde de Montecristo. Es una lucha por la superaci¨®n, porque es una ni?a de clase media muy preparada, genio, que no llena los estereotipos de belleza de esa ¨¦poca. Porque si hoy la vemos, es muy chistoso porque hoy ser¨ªa ¡®h¨ªpster¡¯. Pero en esa ¨¦poca no exist¨ªa ni la palabra ni el concepto. No conozco la primera persona que no se identifique con el perdedor. Ahora, el perdedor con un coraz¨®n incre¨ªble, como ella. Es una mujer inteligent¨ªsima, aunque con un pap¨¢ castrante. Don Hermes es un personaje divino, pero es un se?or conservador, terrible, que cuida a su princesa. Entonces Betty tiene que salirse de eso para poder hacer su vida; de las primeras cosas de las que tiene que zafarse es del pap¨¢. Todo el mundo se identifica. La mujer m¨¢s hermosa que pueda existir en el mundo ve Betty y se identifica con ella, porque vive una serie de situaciones en las que todos nos reflejamos. Todos nos hemos sentido feos en alg¨²n momento de nuestras vidas. Todos hemos tenido frustraciones o fracasos; la vida misma se ha encargado de golpearnos de alguna forma. No existe una persona que no haya sido golpeada, porque si no, para qu¨¦ vida. Creo que es eso: logr¨® identidad, no solamente de las mujeres, sino de los hombres. Tambi¨¦n nos muestra c¨®mo no debemos portarnos nosotros los hombres. Para m¨ª, es incluyente en todo sentido. No solo en los par¨¢metros de ahora, sino de siempre. Aceptaci¨®n ser¨ªa la palabra m¨¢s fuerte que tiene este proyecto.

P. Cuando miras Betty, ?qu¨¦ es lo que m¨¢s te gusta?

R. La torpeza f¨ªsica me averg¨¹enza much¨ªsimo. Yo la veo y me parece bell¨ªsima. Cuando pasa algo con su torpeza, que siempre cae, de una forma circunstancial, me da como verg¨¹enza ajena. Pobrecita, ?c¨®mo le pasa esto! Y cuando ocurre aqu¨ª, en la nueva temporada, era de lo que m¨¢s me causaba angustia, y al tiempo me divert¨ªa, porque no hay cosa que divierta m¨¢s que la tragedia ajena. Para m¨ª, no hay nada m¨¢s c¨®mico que el drama. Poderte re¨ªr del drama ajeno.

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