El 2025, crucial para la paz total
El Gobierno de Petro y su equipo de paz en este a?o deben emplearse a fondo para obtener resultados que demuestren que la paz total es una acertada y audaz apuesta
Petro y su equipo de paz no tienen tiempo que perder. Este tercer a?o de su mandato ser¨¢ una prueba de fuego para una ambiciona apuesta suya: cerrar todas las violencias al tiempo y empujar el pa¨ªs a una era de paz completa y definitiva. Prop¨®sito esquivo que desaf¨ªa la tradici¨®n colombiana de paces parceladas, la despolitizaci¨®n creciente de las violencias actuales y la transformaci¨®n compleja de la criminalidad asociada a ella.
La paz total de Petro apareci¨® en...
Petro y su equipo de paz no tienen tiempo que perder. Este tercer a?o de su mandato ser¨¢ una prueba de fuego para una ambiciona apuesta suya: cerrar todas las violencias al tiempo y empujar el pa¨ªs a una era de paz completa y definitiva. Prop¨®sito esquivo que desaf¨ªa la tradici¨®n colombiana de paces parceladas, la despolitizaci¨®n creciente de las violencias actuales y la transformaci¨®n compleja de la criminalidad asociada a ella.
La paz total de Petro apareci¨® en su discurso de posesi¨®n el 7 de agosto de 2022. Ocup¨® 2 de las 21 p¨¢ginas de su primera alocuci¨®n como jefe de Estado. Lo hizo en un acto cargado de simbolismo que recordaba su trayectoria personal en el M-19, la primera organizaci¨®n guerrillera que firm¨® un acuerdo de paz en la Colombia contempor¨¢nea. Honrando esa historia, encomend¨® a la senadora Mar¨ªa Jos¨¦ Pizarro, hija de Carlos Pizarro Leong¨®mez ¨D¨²ltimo comandante de este grupo insurgente, asesinado despu¨¦s de liderar su dejaci¨®n de armas¨D, la imposici¨®n de la banda presidencial.
En los meses siguientes, el presidente fue desglosando su propuesta de paz en la ley de Paz total y el Plan Nacional de Desarrollo, ambos aprobados luego de una amplia discusi¨®n en el Congreso de la Rep¨²blica en el segundo semestre de 2022 y el primero de 2023. Esta pol¨ªtica de paz integral apost¨® por sustituir el modelo de negociaciones parciales con organizaciones armadas por separado y de manera escalonada, por instalar mesas de negociaci¨®n pol¨ªtica o de sometimiento a la justicia simult¨¢neas con todos los actores armados que subsisten en el territorio nacional, articulando una pol¨ªtica de seguridad y defensa nacional centrada en los derechos humanos y el desarrollo econ¨®mico, social y ambiental. Tambi¨¦n una nueva pol¨ªtica antidrogas que desestima las fumigaciones con glifosato y se concentra en la sustituci¨®n de cultivos il¨ªcitos y econom¨ªas ilegales.
La paz total fue la respuesta a quienes intentaron ¡°hacer trizas la paz¡± en el mandato de Iv¨¢n Duque. Para estudiosos del conflicto colombiano como Sabine Kurtenbach y Andr¨¦s Rodas, el ¡°Gobierno del cambio¡± ha tenido que lidiar con tres tipos de conflictos: disputas por el control territorial entre distintos grupos armados no estatales en las zonas de las cuales las FARC se retiraron ¨Dque coinciden con territorios de econom¨ªas il¨ªcitas o zonas de frontera¨D; conflictos por proyectos de extracci¨®n o de econom¨ªa globalizada, con una activa presencia de expresiones de movilizaci¨®n y protesta social y popular, sobre todo de comunidades ind¨ªgenas y afrodescendientes; y conflictos relacionados con el cambio pol¨ªtico y social derivados de la irrupci¨®n de nuevos actores que buscan su reconocimiento y que pugnan por salir de la marginalidad y la exclusi¨®n.
Aunque las cifras globales han mejorado, en t¨¦rminos de violencia f¨ªsica directa el asunto m¨¢s dram¨¢tico que ha tenido que enfrentar la pol¨ªtica de paz total tiene que ver con la crisis humanitaria que hace presencia en varias regiones del pa¨ªs y que se deriva del enfrentamiento armado entre las Fuerzas Armadas y los actores armados ilegales. Seg¨²n el Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja (CICR), aplicando los criterios del Derecho Internacional Humanitario, a la llegada de Petro al poder persist¨ªan en el pa¨ªs seis conflictos armados internos: entre el Estado y el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN); entre el Estado y las estructuras de las antiguas FARC que no se acogieron al acuerdo final de paz o las reincidencias; entre el Estado y el Clan del Golfo; el del ELN contra el Clan del Golfo; y entre las distintas facciones de las disidencias de las FARC.
Por ello, la paz total se comprometi¨® con acelerar la implementaci¨®n del acuerdo de paz con las FARC, poniendo en marcha un plan de choque, avanzar en ¡°la paz con todos¡± estableciendo escenarios de di¨¢logo y negociaci¨®n con todos los actores armados con o sin objetivos pol¨ªticos; y la transformaci¨®n de los denominados territorios excluidos mediante la celebraci¨®n de pactos territoriales en las 16 zonas que agrupan los 170 municipios m¨¢s violentos, con mayores niveles de pobreza y de debilidad institucional, denominados municipios PDET.
La ambiciosa tarea de ¡°una paz con todos¡± ha implicado una ingenier¨ªa compleja y exigente. No ha estado exenta de cr¨ªticas y suspicacias la decisi¨®n gubernamental de abrir di¨¢logos y negociaciones con el ELN, el Estado Mayor Central (EMC) en su momento liderado por alias Iv¨¢n Mordisco, considerados como grupos con intencionalidad o motivaciones pol¨ªticas; y al mismo tiempo explorar negociaciones para su sometimiento a la justicia con el Clan del Golfo, las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada de Santa Marta, grupos criminales en Buenaventura y Quibd¨®, la Segunda Marquetalia, la disidencia del ELN bautizada como Comuneros del Sur, y m¨¢s recientemente con los ex jefes paramilitares que hab¨ªan negociado con ?lvaro Uribe V¨¦lez en 2003 y cuya reincorporaci¨®n se vio interrumpida por su extradici¨®n a Estados Unidos.
Los cuestionamientos se han alimentado por cuenta de una suerte de implosi¨®n en varias de las mesas de negociaciones instaladas, que, en regiones como los departamentos de Cauca, Caquet¨¢ y Putumayo, han incentivado nuevos enfrentamientos y disputas entre los grupos armados. En efecto, Iv¨¢n Mordisco y su banda termin¨® por fuera de la mesa de negociaciones del ahora denominado Estado Mayor de Bloques. Iv¨¢n M¨¢rquez termin¨® apart¨¢ndose de la mesa con los Comandos de Frontera y la Coordinadora Guerrillera del Pac¨ªfico. Y el grupo Comuneros del Sur se separ¨® de un ELN que mantiene unos di¨¢logos en vilo y un accidentado cese al fuego con el Estado.
El Gobierno de Petro y su equipo de paz en este 2025 deben emplearse a fondo para obtener resultados que demuestren que la paz total es una acertada y audaz apuesta. El plan de choque de la implementaci¨®n del acuerdo de paz con las FARC y los pactos territoriales debe seguir avanzando con fluidez y determinaci¨®n. Pero de las 10 mesas de negociaci¨®n instaladas deben surgir acuerdos definitivos en varias de ellas, mientras que el proceso con el ELN debe llegar a un punto de no retorno.