Jennifer Rodr¨ªguez, la alquimista de la comida de pobres
La cocina danza a golpe de revoluciones. Tras d¨¦cadas de vanguardia y fiebre creativa, en la alta cocina emergi¨® una corriente que podr¨ªa parecer de todo menos innovadora: volver a los or¨ªgenes. Sin embargo, cada vez que un chef apuesta por fomentar el consumo responsable, impulsar a los productores locales y aprovechar lo que da la tierra (y no lo que el comensal se acostumbr¨® a pedir) desata una reacci¨®n en cadena.
Cuando Jennifer Rodr¨ªguez era una ni?a pasaba siempre un poquito m¨¢s lento por delante del vendedor de pasteles de yuca de su municipio, Mesitas del Colegio, a tres horas de Bogot¨¢. Sab¨ªa que este la reconocer¨ªa y le lanzar¨ªa la oferta ¡°?carne o pollo?¡± antes de regalarle un pedazo. A?os m¨¢s tarde, cuando descubri¨® que lo que le apasionaba eran los fogones, ni se lo pens¨®. ¡°Ten¨ªa que montar ac¨¢ el restaurante. ?Por qu¨¦ todo tiene que emigrar a las ciudades para ganar reconocimiento?¡±, se pregunta en el coche rumbo a Mestizo, su proyecto culinario. Irreverente como su due?a, el bistr¨® de alta cocina de la ganadora del reality latinoamericano Cocineros al l¨ªmite y premio Nacional de Cocinas Tradicionales de Colombia, se encuentra entre tiendas de flotadores y chiringuitos de men¨²s del d¨ªa. ¡°Donde tiene que estar, cerca de los productores que nos surten¡±.