Erik Guerrero, el cocinero de la buena pesca
La cocina danza a golpe de revoluciones. Tras d¨¦cadas de vanguardia y fiebre creativa, en la alta cocina emergi¨® una corriente que podr¨ªa parecer de todo menos innovadora: volver a los or¨ªgenes. Sin embargo, cada vez que un chef apuesta por fomentar el consumo responsable, impulsar a los productores locales y aprovechar lo que da la tierra (y no lo que el comensal se acostumbr¨® a pedir) desata una reacci¨®n en cadena.
En 2015, Erik Guerrero estaba en un punto s¨®lido de su carrera como cocinero. Se hab¨ªa fogueado en las cocinas de restaurantes de altos vuelos en el extranjero y para entonces ocupaba uno de los puestos m¨¢s cotizados de la industria: era jefe de cocina del restaurante Pujol en Ciudad de M¨¦xico. Hasta que Veracruz ¡ªel Estado donde naci¨®¡ª y las prioridades que vienen con la paternidad lo llamaron de vuelta al puerto.
Guerrero lleg¨® a Veracruz resuelto, con planes para echar a andar un restaurante, socios para financiarlo y, como se dice en M¨¦xico, mucha cancha por delante en un destino donde la oferta gastron¨®mica es m¨¢s reducida que en la capital. ¡°Todos los restaurantes segu¨ªan sirviendo lo mismo: pescado a la veracruzana o carne con papas¡±, recuerda el cocinero.