?Ser¨ªa ¨²til para Am¨¦rica Latina dejar de crecer o solo deben consumir menos los pa¨ªses m¨¢s ricos?
La crisis clim¨¢tica ha sacado el debate del decrecimiento del mundo acad¨¦mico. Pese a que el movimiento que se enfoca en las grandes econom¨ªas, puede tener implicaciones positivas para nuestra regi¨®n
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A principios de septiembre, durante el Congreso Nacional Minero, la ministra de Minas y Energ¨ªa de Colombia, Irene V¨¦lez, dijo que era necesario exigirles a otros ¡°pa¨ªses que comiencen a decrecer en sus modelos econ¨®micos¡± para evitar un mayor impacto frente al cambio clim¨¢tico. Por casualidad, unos d¨ªas despu¨¦s, reunidas en la Universidad de Oxford, Reino Unido, varias organizaciones realizaron un conversatorio llamado C¨®mo salvar el planeta: decrecimiento vs. crecimiento verde, en el que dos reconocidos profesores - Jason Hickel, del Instituto de Ciencias Ambientales y Tecnolog¨ªa de la Universidad de Barcelona, y Sam Fankhauser, director de la iniciativa de investigaci¨®n Oxford Net Zero - defend¨ªan cada una de las posturas.
Ambos eventos fueron una se?al de que el concepto de decrecimiento, a pesar de rondar entre acad¨¦micos y escuelas desde los a?os 70, cuando surgi¨® en Francia, est¨¢ empezando a salir de las aulas. Sobre todo, ante el actual escenario de crisis clim¨¢tica y ambiental que dej¨® en evidencia que hay una falla en c¨®mo hemos definido el ¨¦xito econ¨®mico.
Durante el debate, el planteamiento de Fankhauser - en pro del crecimiento verde - consisti¨® en se?alar que s¨ª era posible reducir las emisiones de gases efecto invernadero vinculadas a la energ¨ªa, el sector que m¨¢s emite a nivel mundial, que en 2019 representaba el 34%. Adem¨¢s, dijo que s¨ª se pod¨ªa desacoplar el incremento del Producto Interno Bruto (PIB) al aumento de estas emisiones. En otras palabras, explic¨® que, por medio de tecnolog¨ªas como las energ¨ªas renovables y la eficiencia energ¨¦tica, el PIB podr¨ªa seguir creciendo mientras las emisiones bajaban. Adem¨¢s, se?al¨® que ¡°un poco m¨¢s de crecimiento, incluso podr¨ªa ayudar a resolver algunas consecuencias del cambio clim¨¢tico¡±.
El discurso de Hickel apoyando el decrecimiento fue m¨¢s cr¨ªtico. La crisis ambiental, se?alaba, se deb¨ªa a ¡°c¨®mo la econom¨ªa estaba organizada y depend¨ªa de un crecimiento perpetuo¡± cuando los recursos eran finitos. Incluso, resaltaba, as¨ª se logren bajar las emisiones a trav¨¦s de tecnolog¨ªas, esto implica una transici¨®n muy acelerada y una implementaci¨®n masiva de tecnolog¨ªas que podr¨ªa requerir ¡°tres veces el tama?o de la India¡±. La opci¨®n m¨¢s l¨®gica para ¨¦l era decrecer. ?Qui¨¦nes deb¨ªan hacerlo? ¡°Se trata de una forma planeada y democr¨¢tica de formas menos necesarias de producci¨®n en los pa¨ªses ricos¡±, contest¨®.
El decrecimiento, efectivamente, es una discusi¨®n que ha permeado a los pa¨ªses con mayores ingresos, muchos en el norte global. Tambi¨¦n es una cr¨ªtica a la idea de desarrollo, a producir para el exceso de algunos y no para garantizar las necesidades b¨¢sicas de todos, y al ¡°producir por producir¡±. Es retar la noci¨®n de que mayor crecimiento econ¨®mico es igual a mayor bienestar, justicia y progreso. Pero si los pa¨ªses con econom¨ªas m¨¢s fuertes son los llamados a decrecer, ?qu¨¦ rol cumple Am¨¦rica Latina en todo esto? ?Por qu¨¦ mencionar decrecimiento en pa¨ªses como Argentina, Colombia y Per¨², donde, seg¨²n la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe (Cepal), la pobreza aument¨® siete puntos porcentuales en 2020?
Para Sof¨ªa ?vila, doctora en Ciencias Ambientales de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona e investigadora de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico, la respuesta tiene que ver con que el crecimiento perpetuo de los pa¨ªses ¡°es y solo ha sido posible en la medida que se explotan los recursos y cuerpos perif¨¦ricos. Y Latinoam¨¦rica, hist¨®ricamente, ha sido proveedor de esos recursos, pero al costo de que se generen grandes injusticias sociales y ambientales¡±.
Es tambi¨¦n, como agrega Gerardo Torres, investigador en Justicia Energ¨¦tica y Transici¨®n de la Universidad de Sussex, Reino Unido, pensar ¡°?para qu¨¦, para qui¨¦n y bajo qu¨¦ l¨®gica producimos?¡±. Torres, por ejemplo, ha estudiado los impactos del primer parque e¨®lico que se cre¨® en M¨¦xico, en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, para conocer qu¨¦ ha pasado con esas tierras. ¡°En una frase lo que encontr¨¦ es que, bajo la transici¨®n energ¨¦tica, ha existido un paso de las tierras colectivas o ind¨ªgenas hacia la propiedad privada¡±, apunta. Con la incoherencia, adem¨¢s, de que la energ¨ªa que se produce all¨ª no llega a las comunidades que, a veces, incluso fueron desplazadas de su territorio. ¡°Se va a empresas que producen en el norte de M¨¦xico y que tienen inversiones extranjeras¡±. Pero que no generan bienes para garantizar necesidades b¨¢sicas.
El crecimiento econ¨®mico, tal cual lo hemos entendido, ha beneficiado solo a unos pocos. Seg¨²n el informe de Global Wealth Report 2022, casi la mitad de la riqueza acumulada a nivel mundial est¨¢ en manos del 1,2% de la poblaci¨®n. Lo que se une tambi¨¦n con qui¨¦nes generan m¨¢s emisiones: solo el 1% de la poblaci¨®n mundial fue responsable de casi una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero entre 1990 y 2019, advierte un reciente estudio publicado en Nature Sustainability.
Pero como lo se?ala Gabriela Caba?a, candidata a doctora en antropolog¨ªa del London School of Economics y parte del Centro de An¨¢lisis Socioambiental (CASA) de Chile, el decrecimiento en Am¨¦rica Latina tambi¨¦n va m¨¢s all¨¢ de pensar en las emisiones que causan el cambio clim¨¢tico e implica analizar otros problemas ambientales. Incluso, cuestionar c¨®mo algunas soluciones clim¨¢ticas tambi¨¦n pueden significar conflictos para el sur global.
¡°Hay que pensar la transici¨®n energ¨¦tica, pero en el contexto de la crisis ecol¨®gica¡±, asegura. ¡°Intentar reemplazar nuestro actual consumo energ¨¦tico que est¨¢ basado en combustibles f¨®siles, una fuente muy alta e intensiva, por uno que se genere con energ¨ªas renovables ya est¨¢ provocando muchas tensiones¡±. Buscar que la demanda energ¨¦tica siga creciendo para satisfacerla con energ¨ªas renovables ¨C como lo plantea parte del crecimiento verde - necesita grandes extensiones de tierra y de muchos minerales.
La Agencia Internacional de Energ¨ªa (IEA) estima que para lograr la transici¨®n energ¨¦tica necesaria para no impulsar a¨²n m¨¢s el cambio clim¨¢tico ¨C pero sin plantearse la opci¨®n de decrecer ni en el consumo ni en la producci¨®n de energ¨ªa - la demanda total del cobre y tierras raras para las pr¨®ximas dos d¨¦cadas aumentar¨¢ hasta un 40 %, mientras que para el n¨ªquel y el cobalto ser¨¢ de entre el 60 y 70 %. El litio, necesario para las bater¨ªas y carros el¨¦ctricos, incrementar¨¢ su demanda casi en un 90%, pero su extracci¨®n ya est¨¢ dejando conflictos sociales y ambientales en Argentina. ¡°Pensar en el futuro del mundo como uno con m¨¢s energ¨ªa implicar¨¢ que estemos dispuestos a ser denominados territorios de sacrificio¡±, asegura la experta.
Pero la palabra ¡°decrecer¡± no deja de generar cierto miedo. ¡°Es bueno recordar que no es una propuesta de muerte al crecimiento, sino el agnosticismo al crecimiento¡±, es como prefiere llamarlo Mar¨ªa Jos¨¦ Murcia, directora del Centro de Estudios en Sustentabilidad e Innovaci¨®n Social (CESIS) de la Universidad Austral, Argentina. Y en el caso de Latinoam¨¦rica, explica, decrecer es pasar por pensar en econom¨ªas que sean regenerativas y redistributivas. ¡°No hay un sistema econ¨®mico que sea realmente resiliente si hay mucha gente excluida y si, adem¨¢s, el medio natural que sostiene a toda esa econom¨ªa est¨¢ severamente amenazado. Eso es necesariamente una fuente de desestabilizaci¨®n¡±.
Y es que decrecer, al final, es tambi¨¦n una cr¨ªtica al desarrollo. Si en los pa¨ªses del norte surgi¨® esta idea como tal ¨C decrecer ¨C, en los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina desde mucho antes hab¨ªan nacido corrientes similares: el buen vivir, comunalidad, econom¨ªa popular y solidaria, posextractivismo, patrimonio comunitario, pensamiento decolonial e, incluso, feminismos latinoamericanos. De hecho, ?vila, de M¨¦xico, junto a su colega Mario P¨¦rez Rinc¨®n, ayud¨® a recopilar varias miradas propias de Am¨¦rica Latina que no est¨¢n inmersas en la l¨®gica del capitalismo para el libro Decrecimiento: un vocabulario para una nueva era, que ha sido una surte de pilar para este movimiento.
¡°El decrecimiento no busca cambiar el objetivo de crecer por el de decrecer¡±, insiste Caba?a. ¡°No es una vez m¨¢s Europa poniendo las pautas al mundo con una receta pol¨ªtica empaquetada y lista para aplicar a todos los pa¨ªses. El decrecimiento propone que cada lugar pueda construir sus propias alternativas¡±. Es hacerse la pregunta que se hace Torres: ¡°?Qu¨¦ pasar¨ªa si no se prende el Times Square y el Oxford Circle todas las noches?¡±.