Bogot¨¢ y Monterrey, entre las ciudades con m¨¢s tr¨¢fico del mundo: m¨¢s de 115 horas al a?o perdidas al a?o en atascos
Los expertos inciden en mejorar la accesibilidad, el precio y la seguridad del transporte p¨²blico
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Marina S¨¢nchez se mud¨® de Espa?a a Bogot¨¢ hace cuatro a?os. Asegura que comprarse una bicicleta fue de las mejores decisiones que tom¨®. ¡°Adem¨¢s, si puedo ir caminando, lo hago¡±. En Bogot¨¢, hablar del clima y del tranc¨®n es la norma en cualquier ascensor (y en los propios atascos). Por eso, a S¨¢nchez no le sorprendi¨® que la capital colombiana ocupe el sexto puesto del r¨¢nking de las ciudades con peor tr¨¢fico del mundo, seg¨²n el estudio Global Traffic Scorecard de INRX. ¡°Es verdad que es una situaci¨®n muy mala, sobre todo en las horas picos y de una punta a otra de la ciudad¡±, cuenta la joven de 33 a?os. A 3.700 kil¨®metros, en Monterrey, M¨¦xico, a Gladys Ba?uelos Gonzalez, de 32 a?os, tampoco parece asombrarle el onceavo puesto de su urbe. ¡°Yo busco cualquier estrategia para evitar horas clave porque tardo una hora en un trayecto de 20 minutos¡±.
El estudio, publicado a mediados de enero y con una muestra de m¨¢s de mil ciudades en 50 pa¨ªses, utiliz¨® datos de movilidad y calcul¨® el tiempo que pierden los ciudadanos en el tr¨¢fico y congestiones y el costo econ¨®mico que estas afectaciones de movilidad significan para el conductor promedio y la ciudadan¨ªa. En el caso de Monterrey, por ejemplo, se estima que alguien que use regularmente el carro pierde 116 horas al a?o. Casi cinco d¨ªas. En el caso de un bogotano, son 122. Seg¨²n el ¨ªndice de tr¨¢fico Tomtom, en esta ciudad, en hora punta, la media de velocidad a la que se mueve un coche es de 2 kil¨®metros por hora, un poco m¨¢s lento incluso que el paso de un ciudadano.
Londres, en Reino Unido, es por segundo a?o consecutivo la metr¨®polis en la que m¨¢s tiempo pierden sus ciudadanos bloqueados en tr¨¢fico. El indicador, que se publica desde 2016, estima que el conductor promedio gasta 156 horas. Le sigue Chicago, Estados Unidos, con 155. Y Par¨ªs, Francia, con 138. Esta situaci¨®n le cost¨® el a?o pasado 81.000 millones de d¨®lares y unos 12.000 millones a Reino Unido. De Latinoam¨¦rica y el Caribe no se tienen esas cifras.
Aunque estos datos son alarmantes, muestran la realidad de apenas el 20% de los ciudadanos que son los que tienen un carro privado en la regi¨®n. Para la gran mayor¨ªa de latinoamericanos, el ¨²nico transporte que utilizan es el p¨²blico. Y no suele ser un servicio del que saquen mucho pecho. Seg¨²n Harvey Scorcia, ejecutivo de H¨¢bitat y Movilidad Urbana de CAF-banco de desarrollo de Am¨¦rica Latina, en las urbes de la regi¨®n se usan ¡°porque toca¡± y no ¡°porque se prefiera¡±.
De acuerdo con una encuesta de la organizaci¨®n Bogot¨¢ C¨®mo Vamos, publicada hace un a?o, el medio de transporte que m¨¢s utilizan los bogotanos es el TransMilenio (29%), le sigue el bus (25%) y el veh¨ªculo particular (18%). El 44% de los ciudadanos mostraron insatisfacci¨®n con el medio que usaban. Juana T¨¦llez, antrop¨®loga de 28 a?os, es una de las vecinas m¨¢s cr¨ªticas. ¡°El Transmilenio es de lo peor que nos ha pasado. Es un servicio lento, caro y con un mecanismo de recarga muy complicado¡±, narra. Aunque la bogotana reconoce estar en una situaci¨®n privilegiada ¡°frente a personas con condiciones laborales m¨¢s precarias¡±, lamenta tardar una hora en estos autobuses en trayectos que no deber¨ªan demorarse m¨¢s de 20 minutos. ¡°Es un estr¨¦s enorme usarlo. Te juro que siento que me quitan a?os de vida. Esta ciudad no nos cuida¡±, lamenta.
Scorcia, de CAF, est¨¢ familiarizado con el malestar que generan algunos servicios de transporte, y lamenta que las decisiones sobre movilidad ¡°se suelan llevar a cabo sin hablar con los usuarios¡±. Adem¨¢s, critica que no se desincentive el uso del coche, como en otras ciudades modelo como ?msterdam. ¡°Toca subir el precio de los parkings, revisar qu¨¦ carros contaminantes entran o no en el centro... Infelizmente, en Latinoam¨¦rica el uso del auto solo vale lo que le cueste la gasolina¡±.
Para Bernardo Baranda Sep¨²lveda, director para Latinoam¨¦rica del Instituto de Pol¨ªticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP, por sus siglas en ingl¨¦s), una de las medidas m¨¢s eficaces para desincentivar el uso del coche privado ser¨ªa ¡°cobrar m¨¢s a los automovilistas por el uso y estacionamiento en las v¨ªas y destinar esos recursos a mejorara los sistemas de Transporte P¨²blico¡±. Por eso, celebran las medidas como el D¨ªa sin carro, que se llev¨® a cabo el pasado jueves en Bogot¨¢.
El aumento de la frecuencia o una mayor accesibilidad a los buses o metros son parte de la soluci¨®n. Resolver la inseguridad generalizada de estos servicios, principalmente para las mujeres, es fundamental para que el transporte p¨²blico sea una opci¨®n (incluso para quien puede moverse en carro o en taxi). Para Angie Palacios, tambi¨¦n ejecutiva de H¨¢bitat y Movilidad Urbana de CAF, pensar en c¨®mo se mueven las mujeres es crucial. ¡°A la hora de optimizar los servicios de transporte tenemos que hablar de cu¨¢les son las razones por las que ellas, que son las principales usuarias, dejen de usarlos. El acoso es una constante y es una variable que hay que poner sobre la mesa¡±. Clientes como la mexicana Ba?uelos son el reflejo de ello. ¡°Antes sol¨ªa usar el transporte p¨²blico, pero debido a lo intranquila que me siento, opt¨¦ por ir en autom¨®vil. Desde que tengo uno, no ha mejorado para nada¡±.
Ir a trabajar cuesta un tercio del salario
El precio del transporte es otra variable a tener en cuenta. Seg¨²n baremos internacionales, lo ideal es que no se gaste m¨¢s del 6% del presupuesto familiar en los traslados diarios. Pero en Latinoam¨¦rica este porcentaje es en ocasiones de m¨¢s del 30%, seg¨²n Baranda.
Las cifras del indicador INRX, que convierten a la capital colombiana en la ciudad m¨¢s congestionada de la regi¨®n latinoamericana, revelan un escenario que ha empeorado, ya que en 2021 ocupaba el octavo lugar. En Sudam¨¦rica, le siguen Medell¨ªn (91), Quito (70), Cali (66) y Belo Horizonte (65), seg¨²n la firma de an¨¢lisis de datos de movilidad estadounidense. Adem¨¢s del tiempo perdido, los efectos negativos como los retrasos y el impacto ambiental se exacerban debido a la congesti¨®n del tr¨¢fico. Aunque este informe no lo mide directamente, asegura que estos factores ¡°disminuyen la calidad de vida en todo el mundo¡±.
La pandemia cambi¨® c¨®mo nos movemos
La covid-19 transform¨® significativamente c¨®mo y cu¨¢ndo nos movemos. Los modelos h¨ªbridos y el teletrabajo hicieron mella en las mediciones de 2020 y 2021. Sin embargo, el uso del transporte p¨²blico a¨²n se encuentra por debajo de los niveles de 2019, aunque la cantidad de pasajeros en autob¨²s se ha recuperado m¨¢s r¨¢pido que la cantidad de pasajeros en tren y en una gran parte de las urbes latinas ha aumentado el ciclismo.
¡°Si bien el teletrabajo cambi¨® el paradigma, lo hizo solo para los trabajadores con formaci¨®n¡±, explica Palacios. ¡°Por ejemplo, para las miles de empleadas dom¨¦sticas que viven a las afueras de Bogot¨¢ pero trabajan en el norte, la situaci¨®n sigue estancada. Los m¨¢s afectados siguen siendo las clases bajas¡±. Y concluye: ¡°Le damos mucho espacio al auto, usado en su mayor¨ªa por hombres, y los efectos negativos son para las personas que van en transporte p¨²blico, que casi siempre son mujeres¡±.