El carnaval de R¨ªo homenajea a Xica Manicongo, la primera mujer trans documentada en Brasil en el siglo XVI
Decenas de mujeres trans han participado en los preparativos de la escuela de samba Para¨ªso do Tuiuti para su desfile en el Samb¨®dromo, convertido en una mezcla de proyecto social y manifiesto pol¨ªtico
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Detr¨¢s del apabullante despliegue de carrozas, disfraces y alegr¨ªa de los desfiles del Samb¨®dromo de R¨ªo de Janeiro, hay muchos mensajes. En cada carnaval, cada escuela de samba escoge un tema, la historia que quiere contar. Para¨ªso do Tuiuti, con ra¨ªces en una humilde favela cerca del puerto de R¨ªo, decidi¨® arriesgar al bucear en los archivos hist¨®ricos y rendir homenaje a una (hasta ahora) completa desconocida: Xica Manicongo, la primera mujer trans de la que se tiene constancia en Brasil. La colocar¨¢ en el pante¨®n de los h¨¦roes LGTBIQ del pa¨ªs y con el aplauso del movimiento trans, que se ha volcado con la fiesta y toda su carga pol¨ªtica.
Salvador de Bah¨ªa, a?o 1591. La entonces capital de Brasil recib¨ªa la primera visita de la Inquisici¨®n Portuguesa, y enseguida llegaron las denuncias de que Francisco Manicongo, un esclavo de un zapatero, ¡°serv¨ªa de mujer en el pecado abominable (la sodom¨ªa) y rechazaba vestirse de hombre¡±. Adem¨¢s, fue acusada de liderar una banda de hechiceras. Escap¨® de la hoguera por poco, a cambio de renunciar para siempre a vestirse como una mujer.
Del nombre africano original de nuestra protagonista no qued¨® rastro, pero se sabe que Manicongo era el t¨ªtulo que se daba a los gobernantes del Reino de Congo (Mwene Kongo, Se?or del Congo), que a trav¨¦s de la corruptela portuguesa se convirti¨® en un t¨¦rmino gen¨¦rico para designar a los esclavizados procedentes de esa regi¨®n. Francisco fue el nombre cristiano que le fue impuesto al pisar Brasil. Hace poco m¨¢s de diez a?os, el movimiento trans de R¨ªo, en un gesto de reparaci¨®n hist¨®rica, la rebautiz¨® como Xica, el diminutivo cari?oso para las Franciscas.
Cuando Jack Vasconcelos, el carnavalesco (una especie de director art¨ªstico, quien dise?a el desfile) de Tuiuti descubri¨® su historia gracias a las investigaciones del antrop¨®logo y activista gay Luiz Mott, enseguida supo que hab¨ªa madera para crear algo como m¨ªnimo interesante y oportuno. ¡°Aparece en un momento muy importante, no s¨®lo para el movimiento trans en Brasil, sino mundial, ahora que vemos otra vez una caza de brujas sobre los derechos y las conquistas de la comunidad¡±, comentaba por tel¨¦fono en medio del ajetreo de los d¨ªas previos a la gran puesta en escena, prevista para la noche del 4 de marzo, el martes de carnaval.
Ya en abril, cuando empez¨® a cocinarse el desfile, se invit¨® a participar a la Asociaci¨®n Nacional de Travestis y Transexuales (Antra) de Brasil, que recogi¨® el guante con entusiasmo, sobre todo porque no se trataba apenas de colocar a un pu?ado de mujeres trans en lo alto de una carroza. Decenas de ellas participaron en dos proyectos paralelos a lo largo de los ¨²ltimos meses: uno para aprender el oficio de costureras y ayudar a confeccionar los miles de disfraces necesarios y otro para aprender a sambar y, qui¨¦n sabe, quiz¨¢ encontrar una oportunidad de trabajo como bailarinas. Desde uno de los ensayos callejeros, la presidenta de la asociaci¨®n, Bruna Benevides, explica que fueron escogidas una treintena, ¡°las m¨¢s invisibles entre las invisibles¡±: mujeres trans negras y con una renta inferior a 500 reales (86 d¨®lares) al mes.
El duro d¨ªa a d¨ªa de muchas de ellas en un pa¨ªs a¨²n tremendamente hostil (fueron 122 asesinatos el a?o pasado) parece quedar atr¨¢s r¨¢pidamente cuando se re¨²nen para acudir a los ensayos callejeros junto al resto de los componentes de Tuiuti. Desde noviembre, cada lunes, miles de personas cortan el tr¨¢fico de una de las principales avenidas del barrio de S?o Crist¨®v?o para ensayar, bailando y cantando a pleno pulm¨®n la canci¨®n compuesta ex profeso para el desfile. El himno incluye palabras en pajub¨¢ (el dialecto que las trans brasile?as crearon para protegerse tomando vocablos del yorub¨¢, un idioma africano) y un estribillo que dice: ¡°Yo, travesti, estoy en la esquina, para enfrentarme a la matanza¡±.
Para una de las participantes en el proyecto social, Mykaella Nazario, lo m¨¢s emocionante de todo este proceso ha sido la convivencia con el resto de los integrantes de la escuela: ni?os, j¨®venes, adultos y hasta octogenarios de la ¡®velha guarda¡¯ que ahora visten orgullosos camisetas con los colores azul y rosa de la bandera trans.
¡°Nos hemos sentido abrazadas, y creo que hemos roto bastantes prejuicios. La gente acaba teniendo una visi¨®n de c¨®mo somos y de c¨®mo podemos ser¡±, comentaba en uno de los ensayos, vestida con un estampado felino, como todas sus compa?eras. Se trataba de un gui?o a Elo¨ªna dos Leopardos, que ser¨¢ homenajeada en la ¨²ltima parte del desfile. En 1976, Elo¨ªna se convirti¨® en la primera reina de la bater¨ªa, la mujer que baila en solitario frente a los cientos de percusionistas de cada comparsa. A sus 88 a?os, esta pionera del movimiento trans brasile?o ser¨¢ aplaudida por los m¨¢s de 80.000 espectadores del Samb¨®dromo, igual que otras insignes representantes de la comunidad, como las dos diputadas federales Erika Hilton y Duda Salabert. Vasconcelos, el carnavalesco, est¨¢ m¨¢s que satisfecho con el trabajo realizado y augura un desfile muy emocionante: ¡°Mostrar a estar mujeres siendo homenajeadas estando vivas y felices ya es una bofetada en la cara de mucha gente, de los que tienen miedo de Xica Manicongo¡±.